MGReplay | Mario Kart

Escribir esta sección hace que me sienta estúpidamente viejo. Hace ya 10 años que Mario Kart DS llegó al mercado. Hace ya 11 años que me hice con mi Nintendo DS y en septiembre hará 4 años que empecé a escribir aquí. El tiempo pasa, los juegos cambian, las personas y los gustos también. La guerra nunca cambia… No, esperad, estoy leyendo el guion que no es. Lo que quiero decir es que MGReplay va a seguir adelante en Mundogamers, porque la mejor forma de aprender de los videojuegos es jugarlos, pero también volver a jugarlos. El tiempo nos dota de una perspectiva valiosísima, y volver a hacer la serpiente en MKDS 10 años después no podría ser más revelador.

 

Es un juego que vendió más de 23 millones de unidades, convirtiéndolo en el tercer juego más vendido de la plataforma de doble pantalla. Posiblemente lo hayáis jugado, pero por si acaso os recuerdo que en abril llegó a la Consola Virtual de Wii U, con lo que si no llegasteis a catarlo, ahí tenéis una buena forma de recuperarlo.

 

 

Lo cierto es que Mario Kart DS no fue ninguna innovación. A pesar de tener a mano dos pantallas —una de ellas táctil—, Nintendo prefirió mantener el estilo clásico de juego, con todo el caos en la carretera que ello conlleva, y equilibrar, ajustar y perfeccionar el control al máximo. Donde sí que innovó fue en el multijugador, aprovechando al máximo las herramientas que proporcionaba la DS al respecto: el juego por descarga, con varios cartuchos y el juego en red que, aunque era más difícil de configurar que una lavadora, fue de los primeros en habilitarlo. Pero lo mejor: permitía partidas de hasta ocho jugadores con un solo cartucho, y eso sigue siendo un regalazo aún hoy.

 

El modo misión es uno de los mejores de toda la franquicia, por ser una alternativa fabulosa a las carreras libres y al modo contrarreloj, y le sentaba de lujo a la consola: gracias a él teníamos la oportunidad de mejorar nuestras habilidades al volante con secciones específicas perfectas para los viajes a clase o al curro. Las misiones nos pedían superar retos muy específicos, como atravesar un número de arcos, recolectar todas las monedas de un recorrido, golpear enemigos con caparazones, conducir una pista al revés, etc. Otros podían tener incluso jefes finales, como el Rey Boo o el Gran Bob-omb. Según nuestra calidad al llevarlos a cabo nos podíamos llevar de una a tres estrellas. Mario Kart es una franquicia que siempre se juega mejor con amigos, pero Nintendo acertó al extender la experiencia de un solo jugador con las misiones, que por tratarse de un juego para DS era algo muy necesario.

 

 

Mario Kart DS, a pesar de ser «solo» un juego portátil, cuenta con dos de las mejores pistas que se recuerdan de toda la saga: Plaza Delfino y Pinball Waluigi. La primera es una pista inolvidable por lo hermoso del entorno y por los atajos de cuidado, y la segunda es un escenario colorido como pocos con uno de los trazados más locos y épicos que se han creado en un MK. En el otro lado del ring, no obstante, tenemos las Cataratas de Yoshi, que no es que sean especialmente memorables…

 

Por otra parte, el juego también se llevó el logro de estrenar el Grand Prix Retro, una nueva costumbre de la serie que consistía en recuperar pistas del pasado. De esta forma se aprovechaba el amplio repertorio con que contaba ya la marca y también se ampliaba el número de pistas disponibles. Además, así podíamos correr fuera de casa en el Estadio Wario o en el Parque Bebé.

 

 

Aunque la segunda pantalla no supusiera ninguna innovación para la franquicia, el hecho de que se usara para mostrar el trazado y nuestra posición en todo momento era de gran utilidad, especialmente para controlar la posición de nuestros contrincantes. Otra cosa es el uso del táctil para deshacerse de las manchas de tinta de la pantalla o del micrófono para rellenar nuestros globos vitales en el modo de batalla correspondiente. Por desgracia, donde sí que innovó el juego fue en la forma de interpretar los miniturbos de derrape. En Mario Kart DS nació una técnica de conducción llamada «snaking» (serpenteo), que demostró ser un rompejuegos en toda regla, haciendo del juego en red un incordio si no querías morder de la manzana y caer en el truco…

 

Con todo, Mario Kart DS sigue siendo uno de los mejores de toda la serie, con un buen equilibrio entre el juego en solitario y en compañía, y con un sistema de control de lo mejorcito. Después de él, la serie no hizo más que crecer en todos los sentidos, con el estupendo Mario Kart Wii, que vendió unos impresionantes 35 millones de copias desde su lanzamiento en 2008. Quizá Kartocho no llegue a esa cifra, pero sigue siendo el juego más vendido de Wii U, con un juego emplazado por cada dos consolas. Nada mal, ¿eh?

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