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MGIndie | Five Nights at Freddy's

MGIndie 10
Sábado 23 de Agosto de 2014 por Diego Emegé

Five Nights at Freddy’s es totalmente capaz de pertenecer a lo que podríamos llamar el Nuevo Facer de l’Horror. Hace unos días hemos acabado una Gamescom que ha visto nacer una nueva oleada de obras de terror. Novedades como Silent Hills, Until Dawn o The Evil Within que, cada una a su manera, va a traer calidad y nuevas formas de afrontar el terror para hacernos sufrir con placer. Hay algo en común entre estos títulos, y es que todos se han construido en torno a un regreso a lo clásico, ya sea en cuestión de mecánicas o de concepción de la historia.

 

Five Nights at Freddy’s también logra transmitir una sensación de terror muy primitiva, al fin y al cabo hablamos de un point-and-click con entornos pre renderizados y animaciones GIF. Pero quiero contaros algo más sobre lo que significa trabajar en Freddy’s.

 

Pongámonos en la piel del nuevo guarda de Freddy Frazbear’s Pizza, un restaurante americano caracterizado por sus espectáculos con muñecos animatrónicos. Cuando entramos a trabajar la primera noche, nos encontramos en el cuartucho de control y con una llamada del anterior guarda, quien nos explica nuestra labor como guarda, por cuestiones legales. Somos responsables del equipamiento del restaurante, incluyendo estos muñecos animatrónicos que componen la banda del restaurante.

 

Este guarda nos cuenta con una pachorra admirable cómo el restaurante no se hace responsable, por su parte, de los posibles desmembramientos que ocurran dentro del mismo y nos recuerda que también es nuestra labor limpiar con lejía las manchas de sangre que puedan encontrarse en las moquetas del local. La cosa se vuelve aún más turbia al saber que, para evitar que sus servomotores se atasquen, estos animadores robóticos permanecen encendidos durante la noche para que puedan moverse. Como guardas de seguridad somos lo único que se interpone entre estos robots y el exterior.

 

Pero aún no os he dicho por qué son peligrosos. Si uno de estos muñecos animatrónicos se encuentra de frente con un ser humano interpretaría que se habría topado con un endoesqueleto metálico sin su indumentaria adecuada, cosa que está en contra de las reglas de Freddy Fazbear’s Pizza. Acto seguido, es su obligación encasquetarnos la carcasa, a pesar de que los componentes internos nos harían papilla (que tendría que limpiar con lejía el siguiente guarda, claro).

 

Tenemos que permanecer alerta durante un turno de seis horas, sin más ayuda que un panel de control en el que podemos ver 11 cámaras ubicadas en todo el restaurante. Esas cámaras no están colocadas del todo bien, por lo que hay montones de puntos ciegos, entre ellos uno en cada puerta de entrada a nuestro cuartucho. Para evitar sustos (y para propiciarlos, en realidad), tenemos la posibilidad de encender luces en las puertas e incluso cerrarlas. No obstante, tenemos el gran inconveniente de que la energía que alimenta tanto cámaras como puertas y luces es bien escasa, y si se agota estaremos a merced de estos entes viciosos.

 

Five Nights at Freddy’s entiende el terror como incomodidad, incertidumbre e indefensión. La incomodidad viene dada cuando nos sitúan en un antro malamuerte del calibre de Freddy’s, decadente y tenebroso. Incertidumbre por la simple razón de que la IA está construida en torno a un sistema de generación por procesos, con lo que raro será ver repetir exactamente comportamientos a nuestros compañeros de trabajo robóticos o, al menos, en principio. Digo esto porque habiendo repasado algunos vídeos y textos al respecto del juego he descubierto que existen diferencias en el comportamiento de los cuatro posibles robots, que, por otra parte, tiene por lo general a volverse más eufórico e impredecible. Por último, la indefensión se manifiesta al no poder movernos del sitio. Lo único que podemos hacer es recorrer las cámaras una y otra vez para comprobar los avances de los robots y darnos cuenta aterrados de que no están donde estaban unos segundos antes y encontrarlos mirando a una cámara con ánimo asesino. Hay sustos, sí, pero son solo una catarsis de los tres componentes de terror que os he desmigajado.

 

El título es una adición inesperada al panorama de terror interactivo por su forma de entender los miedos, por sus mecánicas y su estilo visual rescatados de otras épocas, pero aplicados con destreza a las costumbres actuales. Para más INRI, aprovecha muy bien ese aire cutre que tiene para pillarnos desprevenidos y prendarnos con su carácter. Solo hay que pensar en todo el trabajo que hay detrás al respecto de la IA para entender por qué Five Nights at Freddy’s ya ha pasado el filtro de Steam Greenlight y está empezando a convertirse en todo un fenómeno youtuber.


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