Los mejores videojuegos del año según Rebeca Escribano

 

Amo Mundogamers. Y amo los videojuegos. Sí, creo que es una buena forma de empezar este artículo. Me encanta cómo me hacen sentir, lo artísticos que son y cómo soy capaz de perderme en una emoción de diversión pura y desprovista de prejuicios cuando me pongo a jugar a un título que se supone que es para un público más joven como yo.  Y, sobre todo, amo los videojuegos capaces de sorprenderme. 

 

Pero este 2018 no he jugado ni de cerca a todos los títulos a los que quería jugar. Vampyr, que me atráia enormemente por su estética oscura y victoriana; Detroit become human, en el cual quería explorar su forma de entender la humanidad en los androides o incluso God of War y Red Dead Redemption 2 se quedaron fuera de mi lista. Y lo sé, tiene pecado, pero como ya están en los Gotys del resto de la genial redacción de Mundogamers tendréis que perdonarme. Así que preparaos, amantes de lo bonico, porque no he dormido, no me medicado, y vengo a por todas. 

 

 

10 - Into the breach

 

Un juego que sabe utilizar el pixel para traernos recuerdos de viejos juegos de estrategia por turnos como Final Fantasy Tactics o Advance Wars pero que es capaz de mostrar en pantalla todo lo que va a ocurrir en el siguiente turno. De esta forma, entra en juego el hecho de la anticipación en la estrategia, permitiéndote mover tus unidades como en la mejor partida de ajedrez de forma que la humanidad consiga vivir un turno más. Un juego de estética sencilla que oculta una jugabilidad profunda y estudiada al milímetro. 

 

 

9 - Hollow Knight

Hollow Knight era uno de mis indie-spensables del 2017 pero no fue hasta que llegó su port a Nintendo Switch este año que tuve la ocasión de jugarlo. Desde que jugué a Ori and the Blind Forest me enamoré de los metroidvanias, y me gusta especialmente cuando son capaces de sintetizar un universo convincente y atractivo con una dirección de arte tan sublime como con Hollow Knight. 

 

Es más, yo diría que comparándolo con la versión de PC creo que en Switch se ve mejor. Si estáis buscando un juego dinámico, compelling y absolutamente envolvente que genere una experiencia más que satisfactoria, entonces Hollow Knight es vuestro juego. 

 

8 - Dead Cells 

 

Dead Cells es un juego frenético que te invita a intentar llegar un poco más lejos en cada partida y en el que vas progresando poco a poco desbloqueando objetos y habilidades que te permiten acceder a nuevas zonas y enfrentarte contra nuevos enemigos. Es suficientemente frustrante como para hacerte odiarlo y tiene esas partidas a lo Binding of Isaac en los que estás completamente overpowered y que te impulsa a jugar de forma adictiva. Además, hace un buen uso del pixel art para representar un mundo decadente de una forma completamente nueva: evitando un estilo grunge decapado y desaturado y llenándolo de un color vivo que te invita a intentar saber un poco más sobre su mundo y su historia. 

 

 

7 - Far Cry 5 

 

Ah, qué gratuita es la violencia y qué aleatorio es el mundo que genera Far Cry 5, pero tiene cosas muy muy buenas y lo recuerdo con especial cariño porque lo jugué íntegramente con mi pareja. 

Para empezar, la ambientación de la América rural, fuerte y salvaje, cargada de vegetación y de ríos y riachuelos me hacía sentir completamente fuera del zulo en el que jugaba. Es cierto que no es el mejor sistema de vegetación (ni mucho menos de vida animal) que encontraremos y que algunas misiones, como la de atropellar a ciervos o las de conducción, me sobraban completamente.  

 

Pero… ¡esa banda sonora! We will rise again es mi tema más escuchado según Spotify de todo el 2018 y no es el único capaz de crearte una sensación de profunda paz con un mensaje cargado de odio y radicalismo religioso. Este es mi primer Goty simplemente porque uno de sus apartados artísticos me parecieron sobresalientes. Yeah! 

 

 

 

6- Pokémon Let’s Go 

 

A veces las cosas sencillas son las que mejor funcionan. Pokémon Let’s Go por fin nos permite cumplir el sueño de nuestra infancia y saca a nuestros compañeros a correr y caminar con nosotros en una recreación de Pokémon amarillo. No solo voy a alabar lo bien hecho que está el juego, sino también las propias animaciones de caminata de cada uno de los Pokémon con los que andamos. Sacar a cada uno de su Pokéball se convierte en una deliciosa sorpresa al ver que no montas igual a un Charizard que a un Snorlax, los cuales además cubren distancias a velocidades y tiempos acordes a su masa corporal. 

 

Y vamos, es tan divertido… por primera vez me gustaba más coleccionar Pokémon que ganar los gimnasios y las ligas, y hasta me obsesioné con los IVs, los Pokémon Shiny y obtener el Pokémon perfecto. Para mí ha sido una obsesión deliciosa. 

 

5- 428 Shibuya Scramble 

 

Cómo no, en mis Gotys tengo que incluir una visual novel. Y no una cualquiera: 428 Shibuya Scramble parece la cosa más cutre que te has podido echar a la cara en términos del apartado gráfico (tipografías desproporcionadas y contorneadas para facilitar su lectura, una navegación en forma de fotografías, una UI que da para llorar sangre) pero que revoluciona por completo la jugabilidad a la que estamos acostumbrados en las visual novels. 

 

La historia te introduce en un secuestro en Shibuya, viviéndola desde los ojos de un montón de carismáticos personajes. Sin embargo, para poder avanzar y evitar un bad end, tendrás que ir saltando entre las líneas temporales de unos y de otros, hacerlos avanzar o retroceder en el pasado de forma que sus historias concuerden. 

 

4- Gris 

 

Estaba cantado ¿eh? Un videojuego con un estilo artístico watercolour, desarrollado por españoles y con ese nombre NO podía no estar en mis gotys. 

Un juego patrio que ha conseguido maravillar a todo el mundo gracias a su asombrosa composición artística y a la impresionante banda sonora que la acompaña en todo momento. Uno de los viajes más inolvidables que puedes jugar este año que seguro que consigue hacerse un hueco dentro de tus listas si le das la oportunidad para recorrer el camino que te propone

 

3 - Florence

 

Creo que este juego merece estar en esta lista por ser de los pocos juegos de móviles que se arriesgan a ser un videojuego con todas las letras sin intentar sacarnos nuestro dinero con cajas y bloqueando la experiencia de juego por avanzar un par de pantallas más. Un juego que presenta una historia sencilla con unos dibujos preciosos en 2d que me recuerda brutalmente al estilo de dibujo de Tillie Walden y con mecánicas adaptadas al medio en el que se juega. Un juego precioso y totalmente recomendable, que merece estar en cada uno de vuestros móviles

 

2 - A way out

 

Es corto, es intenso, está muy muy bien dirigido y si no te hace llorar al final, no eres humano. A Way Out es la apuesta de este año de cooperativo para los creadores de Brothers: a tale of two sons (Starbreeze Studios). En él tendrás que tomar el papel de uno de los dos hombres encerrados en prisión y colaborar con tu compañero para poder fugarte. 

 

Es cierto que los puzzles y el sistema de cooperación es más visual que complejo y que las mecánicas no están todo lo curradas que deberían, pero en este juego contamos con un guion espectacular, una historia simplemente maravillosa y dos personajes con una carisma que te hará amarlos con pasión u odiarlos al mismo tiempo. 

 

Lloré tanto al final, me desgañité tanto golpeando a mi pareja por lo que me hizo hacer, que yo creo que los vecinos llegaron a preocuparse de verdad. Haceos un favor y jugad a A way out, porfaplease. 

 

1- Dragon Quest XI 

 

No es especialmente precioso, su guion tampoco es nada del otro mundo y, honestamente, el prota es una fusión perfecta entre Trunks y Moisés (sí, el de la Biblia), pero oye, qué divertido es. 

 

Dragon Quest XI es un JRPG creado con cariño y con mimo, donde los combates son dinámicos y entretenidísimos y donde el escenario no decepciona en un auténtico juegazo cargado de horas y más horas de auténtica, pura y honesta diversión en la que se nota que se han invertido muchas horas de trabajo. 

 

Cariño,  te he dado el Goty 10 no porque seas el más bonito ni el más guapo, pero sí el que más feliz me has hecho este 2018. ¡Gracias! 

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