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Los mejores juegos de la generación, según Gracia Gutiérrez

Game of the Generation
Lunes 18 de Noviembre de 2013 por Gracia Gutiérrez

Consciente de lo complicado que es elaborar una lista de sólo diez títulos y de que al final esto, como todo hobby, se reduce a una cuestión de gustos personales, sé que me dejo dolorosamente fuera muchos juegos que merecen estar en cualquier top 10 de la generación. He optado por escribir esta lista sin pararme a pensar demasiado ni buscar un equilibrio de géneros. He decidido ceñirme a los videojuegos a los que a día de hoy no puedo parar de jugar, que causaron en mi un gran impacto, cada uno por sus razones, o llegaron a obsesionarme tanto como en su día lo pudo hacer Resident Evil hasta el punto de soñar con ellos durante meses. También es cierto que todos y cada uno de los títulos que he incluido en mi lista presentan al menos uno de los aspectos que en mi opinión resultan decisivos a la hora de proclamar un videojuego como una obra de arte, estos a grosso modo son: experimentación con el medio, nivel de reto, profundidad narrativa, libertad creativa del jugador, inspiración personal y por supuesto diversión.

 

Aquí van, en orden aleatorio.

 

Anno 1404

 

-Anno 1404 o 2070

 

Ha llegado el momento de confesar mi amor incondicional por los juegos de simulación de gestión y estrategia. Aquí podéis dejar de leer. Y de entre todos los títulos elijo la serie alemana por ser la más profunda, tanto a nivel de gestión como de reto, por el delicado equilibrio en el que se sustenta el bienestar de una colonia que tan bien refleja el hábitat humano, por todos los obstáculos y las sufridas victorias y por el amor a los detalles: tecnología alemana, oiga. Anno 1404 y Anno 2070 son dos juegos con la misma estructura aunque con diferencias significativas, pero veo imposible elegir solo uno porque comparten el mismo nivel de calidad y el mismo lugar en mi corazoncito.

 

Dragon's Dogma

 

-Dragon’s Dogma

 

Hay títulos que deben incluirse por su condición de pequeñas joyas que pueden pasar desapercibidas, eso es para mi Dragon’s Dogma. Sin muchas pretensiones llegó como un videojuego más y terminó quedándose como un imprescindible en mi estantería, esto fue motivado, en mi caso, por la libertad de exploración de ese universo con identidad propia, por un sistema de lucha ágil que incluye magistralmente la estrategia y por unas misiones perfectamente integradas y atractivas, en su mayoría, tanto en ritmo como en la trama.

 

Minecraft

 

-Minecraft

 

Un clásico desde que nació, al que vuelvo repetidas veces cuando no se me ocurre a qué jugar y que nunca me ha llegado a aburrir. Minecraft: el patio de recreo, el retorno a los infantiles terrores nocturnos, la creatividad sin límites, la libertad de elegir cómo jugar, el desamparo de la primera noche, las sorpresas tras excavar demasiado profundo, el día que decidiste armarte de valor y salir a explorar mundo con lo justo en el inventario, la comunidad online… En definitiva: la esencia pura de la aventura.

 

Dear Esther

 

-Dear Esther

 

Si hay un juego que me ha impactado como repetidas veces lo ha hecho David Lynch con sus verdades-mentiras, es Dear Esther. Lo jugué prevenida, sabía que no era un videojuego al uso y aun así no estaba preparada para recibir tal impacto proveniente del mundo de los videojuegos. Una gran curiosidad y necesidad de investigación me invadió como pocas veces me ha ocurrido jugando, y como muchas veces me ha ocurrido con productos de otras disciplinas artísticas, su ambigüedad y pistas codificadas me empujaron a tratar de desenmarañar obsesivamente el misterio que escondía este hermoso paseo virtual. A día de hoy todavía me quedan pistas por hilar.

 

Dishonored

 

-Dishonored

 

Una obra que aparece aquí principalmente por su valentía, la de hacer las cosas bien y arriesgarse a sabiendas de lo maltratadas que suelen ser las nuevas franquicias en este mundillo. La adaptación del videojuego al jugador y no viceversa, permitiéndole elegir la forma de enfrentarse a cada misión, es mérito suficiente para ser incluido en las listas más selectas, y personalmente yo lo incluyo por su valentía a la hora de devolver al jugador al lugar al que pertenece: el de la elección.

 

Dragon Age: Origins

 

-Dragon Age: Origins

 

Si tuviera que pensar en una sola razón para defender Dragon Age: Origins esa sería la profundidad de tratamiento de los personajes, de hecho aquí debería aparecer también Mass Effect y la dolorosa decisión de decantarme por uno y no por otro se debe a una preferencia personal por el universo fantástico antes que por el galáctico. Aclarado esto, Dragon Age: Origins presenta todos los ingredientes que en mi opinión debe tener un RPG: acción, un argumento sostenible, unos personajes carismáticos que ya querrían muchas películas y una enorme capacidad de inmersión en un universo para ser recordado por los siglos de los siglos. Amén.

 

Heavy Rain

 

-Heavy Rain

 

Posiblemente la obra cumbre de David Cage sea Heavy Rain, en él se manifiesta el punto álgido de su peculiar estilo: el tratamiento adulto de la temática en efecto lo es, la decisión de que el jugador experimente en propias carnes las distintas perspectivas de los carismáticos personajes es sublime, el giro final de guión es digno de elogio y no se le va la olla en exceso con rollos sobrenaturales. Pero sobretodo incluye una de las decisiones más duras y macabras que he tenido que tomar jamás en un videojuego, y eso son palabras mayores.

 

Assassin's Creed II

 

-Assassin’s Creed II

 

Como todo buen amante del arte uno de los objetivos de mi vida es viajar a la cuna del renacimiento: Florencia. Dando ya por sentadas todas las virtudes que luce este título, que son muchas y de sobra conocidas, me gustaría señalar la enorme satisfacción que supuso para mi poder experimentar la Florencia del renacimiento en este sublime ejercicio de reconstrucción histórica. Para muchos ésta no será una razón de peso para incluir un videojuego en un top 10, pero en mi humilde opinión la sola intención de crear un videojuego redondo que sienta sus bases en la historia del arte y la hace accesible a todos los públicos es más que suficiente.

 

The Elder Scrolls V: Skyrim

 

-The Elder Scrolls V: Skyrim

 

Tras aproximadamente 200 horas de juego caí en la cuenta de que llevaba una doble vida: por el día era periodista y por la noche combatía la maldad en un mundo paralelo desde el PC. La grandiosidad y la enorme inmersión que experimenté con Skyrim siempre van a acompañarme. Desde entonces cuando me enfrento a un RPG no puedo evitar recordar los paseos por el gigantesco mapa donde las aventuras te salen al paso sin proponértelo, el nivel de profundidad de las pequeñas cosas que puedes aprender: alquimia, sigilo, herrería, y la emoción de adentrarte en cualquiera de las mazmorras. Un digno sucesor de Oblivion, sin duda.

 

XCOM: Enemy Unknown

 

-XCOM: Enemy Unknown

 

Si Anno era tecnología alemana XCOM es relojería suiza de precisión, uno de los videojuegos mejor planificados que he visto en la generación en el que cada engranaje encaja y eleva el conjunto: nada sobra. La atractiva estrategia en batalla no puede existir sin la que se desarrolla en la base militar y viceversa, la empatía que desarrollé hacia mis poco personalizables soldados se encuentra a años luz de la que he experimentado con muchas IA mejor poligonadas, el nivel de reto se torna excitante a medida que pierdes países y la presión por controlar la situación se experimenta sorprendentemente realista.

 

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