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Los mejores juegos de la generación, según Álvaro Ondina

Game of the Generation
Martes 19 de Noviembre de 2013 por Alvaro Ondina

Es difícil para cualquiera definir una lista de 10 únicos juegos, de todos los que hemos jugado en esta generación, sin dejarnos unos cuantos en el tintero. Han sido casi 9 años disfrutando de un hardware que hemos visto envejecer, eso sí, viéndose exprimido desde el primer al último día. En cierto modo, nunca pensé que diera tanto de sí. A nivel gráfico ha podido subir a un nivel hasta hoy -más si nos quedamos con títulos como The Last of Us o Beyond: Two Souls. Y bueno, cada uno de nosotros tiene sus favoritos o algunos títulos que salen constantemente de la boca con cariño al echar la vista atrás.

 

Rocksmith

 

-Rocksmith

 

Veréis, yo toco la guitarra desde hace muchos años y, desde que salió Guitar Hero, me ha llamado la atención la idea de que alguien pudiera aprender o absorber alguna lección válida jugando. Y eso es lo que encontré con Rocksmith. Por supuesto que aún le queda largo camino para perfeccionarse. Pero observemos que, donde falla con su lag o con alguna dificultad con el solfeo, funciona a la perfección en la práctica de la colocación de las manos y el movimiento de dedos. Tiene algo muy especial a la hora de introducirnos en una canción y llevarnos, de pisar las cuerdas torpemente, a que poco a poco vayamos tocando algo más cercano a la canción real. Ha sido una revolución didáctica para acercarnos a la música.

 

Gears of War

 

-Gears of War

 

¿Qué puedo decir del juego con el que entré en la generación? En el fondo, aunque Gears of War a día de hoy no nos dijera mucho, en su día nos dejó ojipláticos. Fue culpa de sus físicas, con aquellas armaduras que dejaban sentir su peso; de su variedad en los escenarios -aún tengo grabado aquel capítulo 2, llamado 'Anochecer' con los Krill acechando la oscuridad. Aunque en el fondo, sé que no me hubiera transmitido tanto si no hubiera entrado con su modo cooperativo siendo defendido y tratando de apoyar a mi compañero. Ha sido una franquicia que ha ido convirtiéndose en un plato insípido con el tiempo, pero con su llegada, todos comprendimos lo que nos traía esta generación.

 

Rainbow Six Vegas

 

-Rainbow Six: Vegas

 

Quizá sea el cariño el que me mueve a recordar constantemente este juego de Tom Clancy. Ni que decir tiene que es el modo cooperativo el que lo consigue. No puedo olvidar y dejar de comparar cualquier experiencia similar con esta. Revivir esos momentos en que unos rehenes se encontraban a punto de ser ejecutados dentro de una sala. Mi compañero y yo, apostados en la puerta con la cámara espía sincronizándonos para hacer nuestra entrada triunfal. Y ahí nos teníais, derribando cada uno nuestra puerta y dejando tiesos a los terroristas que allí se encontraban. Otro trabajo bien hecho. Puede que el hecho de que la segunda parte no funcionase tan bien en este punto haga del primero algo más especial para mí.

 

Tomb Raider

 

-Tomb Raider

 

He de reconocer que me desenganché de las aventuras de Lara tras Tomb Raider 2. Juegos que en aquella época nos ofrecían muy bien lo que había. Teníamos acción a “tutiplén”, resolución de puzzles y más de una sorpresa. Esta entrega ha sido toda una revolución. Hemos dejado de lado las dos pistolas, disparando a tontas y a locas, para buscar un entorno más de sigilo en la eliminación de enemigos. La exploración fue un placer, con sus paisajes sus distintas cavernas y la vida que desprendía. Además, sin haceros ningún spoiler, el camino hasta el final de la historia sigue un ritmo tan constante que cuando llegas no puedes sino quedar satisfecho. La introducción de la caza y la búsqueda de elementos, la lucha con los enemigos y el empleo de las armas... Aunque continúo enamorado del arco usado en una zona oscura y dejando un rastro de cadáveres sin alertar a nadie.

 

Red Dead Redemption

 

-Red Dead Redemption

 

¡Forastero, en este pueblo no hay sitio para los dos! No es que me gusten demasiado los clásicos del oeste, pero con Red Dead Redemption tuve lo que quería. Me dieron un sandbox con un amplio territorio y cada uno variado. Tuve coleccionables que no me frustraron más que al tratar de acabar con un oso con mis manos. Y el pobre John Marston, es imposible no quererlo -o sentir algo de lástima. Un pobre protagonista al que parece que le roban el bocadillo todos los recreos, pero sigue en pie. ¿Con qué te quedas del título? Esos largos recorridos a caballo, con el sol cayendo en el horizonte y un silbido en el viento que acompañaba una música sobrecogedora. Nunca me aburrí con Red Dead Redemption. A pesar de acabar todas las misiones, siempre me reconfortaba un paseo en mi flamante jamelgo, una visita a la taberna de turno y cogerme una moña a Whisky y algún que otro duelo contra algún insensato sin esa vista a cámara lenta. La historia personal y las misiones me absorbieron, pero es cierto que lo que guardo más dentro son los paisajes y los recorridos a caballo.

 

The Walking Dead

 

-The Walking Dead

 

Siempre he sido un entusiasta de las aventuras gráficas. Desde pequeño me encantaban las de Lucas y Sierra. Poco a poco iba descubriendo alguna nueva y, tras largo tiempo dedicándome a otro tipo de juegos, di con este juego de TellTale. No tenía muchas esperanzas de que me gustase, ya me había topado con Jurassic Park y Regreso al Futuro sin demasiado éxito. Pero algo había diferente en The Walking Dead. No eran los zombies -francamente me cansan un poco-, era su narrativa y esa capacidad para hacerme pensar que yo tenía el control de lo que pasaría más tarde. Y hoy sé que todo era un espejismo, una serie de acontecimientos que nos conducían por un camino predefinido. Y ¿sabéis?, me da igual. Consiguió lo que quería y yo lo acabé feliz.

 

Hitman: Absolution

 

-Hitman: Absolution

 

A estas alturas, como para negar que soy un entusiasta del sigilo. Tras jugar a todos los Splinter Cell y todos los Hitman, quedé encantado con las novedades de este. Todas aquellas variables girando a mi alrededor, preguntándome cómo quería realizar mi asesinato. No resultaba fácil, a menudo me daba de bruces y tenía que probar otro método. Aún así sabía que mis fallos eran míos y que siempre había una forma de conseguirlo, eligiese el método que eligiese. Con tantos años de descanso y mi Agente 47 había ganado facultades y nuevos métodos. Jugar despacio y observando a todos los NPCs del escenario para lograr hallar un patrón se volvía un reto con esa cierta aleatoriedad que irrumpía en escena.

 

Batman: Arkham Asylum

 

-Batman: Arkham Asylum

 

Quizá el gustazo con las aventuras del caballero oscuro vino más por la sorpresa. Reconozco que al principio no daba un duro por un juego de superhéroes. Pero Rocksteady se ganó mi respeto con ese sistema de investigación y ese escenario tan propio de Batman. El modo detective era hasta adictivo -era como cuando usaste por primera vez gafas 3D-, incluso invitaba a encontrar los enigmas y abrir las trampillas mediante los puzzles. Fue un juego que tiraba de mí sin siquiera darme cuenta. Luego uno piensa en que le gusta más Superman que el murciélago y acaba comprendiendo que el hombre de acero no esta hecho para videojuegos. De hecho vimos estas secuelas de Arkham City y Origins en las que se amplía el escenario con una fórmula que ya demostró lo que tenía que demostrar.

 

Catherine

 

-Catherine

 

Es complicado explicaros por qué me parece tan buen juego Catherine. Simplemente notaba cómo iba explotando poco a poco en mi cabeza. Cómo me ponía en situaciones en las que, de ser reales, verme involucrado no iba a ser plato de buen gusto. Y tenía que tomar decisiones -sí, una vez más os vengo con el rollo- y ninguna llevaba a comer perdices. Todas me ponían en la vicisitud de pensar en cómo actuaría yo en la realidad. Por otro lado, los juegos de puzzles que plantea el juego entre acto y acto, me descolocaban. Me sacaban de escena y ya sólo importaba seguir vivo para ver qué ocurría después. Y no era nada fácil. Se trataba de un sistema que retaba a mi imaginación y mi habilidad. Algo común a todos los momentos que viví en Catherine podría ser que siempre había que elegir un camino, tratando de no equivocarse. Como en la vida misma.

 

Grand Theft Auto V

 

-Grand Theft Auto V

 

Esto si que ha sido un debate en mi cabeza. Disfruté muchísimo GTA IV y aunque todo ha florecido en esta última entrega, la protagonizada por Nico ya empezaba a tantearnos con varios personajes e historias entremezcladas. Pero reconozcamos a cada uno lo suyo. Cuando jugamos a San Andreas, pensamos en lo guay que era ese mundo tan grande y con tantas cosas por hacer. Luego vino GTA IV y echamos de menos todo aquello, aunque la propuesta de su historia y los DLCs nos dejaron más que conformes. Pues hala, llega Rockstar y nos planta un cocktail con todo que, con sus más y sus menos, hay que reconocer que ha gustado. Tres personajes que comparten un camino, pero esta vez al tiempo. Nuevas actividades por realizar y más libertad de movimiento por montañas o incluso en el aire. Y sé que incluso yo lo he criticado, pero me quito el sombrero con la idea de esta compañía con el nuevo multijugador. Al final acabaremos como energúmenos pegándonos tiros por la calle y dando por saco al de al lado. Aún así pensad en todo lo que se ha puesto en la sartén, el mapa, las misiones cooperativas y competitivas. Podemos comprar propiedades y montar una banda dentro de sus calles. Y es que con GTA me viene desde los comienzos de la saga, visto desde arriba y haciendo Kill frenzies.

 

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