1. Mundogamers
  2. Articulos
  3. PC

La mujer en la competición: Remilia y la LCS

Maria Creveling
Miercoles 19 de Agosto de 2015 por Kysucuac

Maria Creveling es una joven estadounidense de 20 años. Nació el 2 de febrero de 1995, y aunque a nadie debería importarle si lo hizo como hombre o como mujer, esta consigna ha creado una de las mayores polémicas en los deportes electrónicos. Conocida como Remilia, llegó desde Los Angeles a League of Legends en la primera temporada del MOBA de Riot, consiguiendo un elo de Oro, y pasando a Platino en la siguiente temporada. Para la Season 3, ya era Diamante.

 

Con esta carrera ascendiente (mientras yo llevo tres temporadas que no hay forma de sacarme de Bronce y Plata), durante estos años esta main Support ha conseguido llamar la atención en el panorama competitivo. Al principio se movía en pequeños escenarios, siendo suplente para Curse Academy, pasando de vez en cuando por los MOBAFire Challenger Series. Cuando abandonó Curse Academy, se unió a varios equipos relativamente importantes en Norteamérica. El primero de ellos, No Bid Deal, con el que jugó en el Split de Primavera. No les fue demasiado bien, y tras acumular varias derrotas, se disolvieron.

 

En mayo del año pasado, Remilia se convirtió en uno de los miembros fundadores de Necrofantasian, con el que llegó a las semifinales de Summer Series. Un club que no duró demasiado, pues un mes más tarde se disolvía. En octubre de 2014, la californiana entró a competir con los Team Dragon Knights, llegando al Torneo de Expansión de Primavera. Aquí comenzó una pequeña y frenética temporada de cambios. Pasó por Roar, por Misfits, donde se hizo muy conocida, de nuevo por Team Dragon Knights, y, finalmente, acabó en el equipo que más la ha catapultado a la fama, y, por desgracia, a la polémica: Renegades.

 

En realidad, Renegades era un simple rebautizo de Misfits, equipo que ya conocía y con el que ya había ganado un buen número de partidas. Un 8 victorias a 2 derrotas dejó a Renegades en el segundo puesto de la Challenger Series. En las semifinales, Remilia fue la clave de las partidas gracias a sus jugadas con Thresh y Morgana. Derrotar a Imagine y Team Coast los enviaba directamente a los League of Legends Championship Series del Split de Primavera de 2016, ocupando el lugar de, casualmente, Team Dragon Knights, que descendían automáticamente.

 

 

Cuando la comunidad apesta

De todos es bien sabido que la comunidad de League of Legends apesta. Es un asco, está llena de niñatos imberbes que no saben ni lo que es la vida y prefieren amargársela a los demás. Pero, a sabiendas de lo cruel que pueden llegar a ser algunos de los usuarios de League of Legends, nadie se esperaba lo ocurrido tras el ascenso de Renegades a la LCS de Norteamérica.

 

Ya todos sabemos que el "verdadero" machismo de los videojuegos no está dentro de ellos, sino fuera. Es la actitud de hombres (y mujeres en muchos casos), o niñatos, lo que provoca situaciones como ésta. Y es que la estadounidense, con sólo 20 años, lleva ya media vida lidiando con demasiados gilipollas. El acoso en las redes sociales y los insultos en Twitch la han obligado a cerrar cuentas, a cambiar de pseudónimos y a pensarse seriamente si seguir con lo que le gusta. Insultada por ser mujer, insultada ante el rumor de haber nacido hombre y haberse operado... La estupidez humana no tiene límites. Pero ella siguió adelante.

 

Remilia se había marcado un objetivo: Acompañaría a su equipo hasta llegar a la LCS. Una vez allí, abandonaría. Desde luego, los insultos invitaban a tomar la decisión, y es que la chica había llegado a escribir en un comunicado que, mientras sus compañeros celebraban el ascenso a la Primera División, ella se hizo un ovillo y se echó a llorar ante los comentarios machistas que llovieron en sus perfiles públicos.

 

El apoyo como camino al éxito

Pero siempre hay que mirar el lado bonito de todas las historias. Y es que la propia Remilia ha sido consciente del increíble apoyo que ha recibido por parte de la comunidad de League of Legends en todo el mundo. Si uno le insultaba, 50 la animaban a continuar. Y esto es algo de lo que España puede estar orgullosa, pues la jugadora profesional ha comentado que es de nuestro país de donde más le han llegado mensajes de ánimo. Algo que sorprende, más teniendo en cuenta que nuestra comunidad es precisamente de lo peorcito que hay por ahí.

 

No obstante, la realidad es ésta: Remilia ha visto el apoyo que ha recibido y no ha podido echarse atrás. La joven ha decidido continuar con el equipo de Renegades en la LCS para el próximo Split de Primavera. Con esta decisión, ha hecho historia, ya que será la primera mujer en la Primera División de League of Legends. Por un lado, es triste, ya que, de por sí, se supone que la competición en el MOBA de Riot es mixta, y que cualquier equipo puede tener jugadoras en su alineación. Como en cualquier otro juego, creo que las mujeres no queremos en realidad una liga o un equipo único y exclusivo para chicas, lo que queremos es que sea tan común vernos jugar y competir a nosotras que ver a un hombre.

 

 

Un poco de historia

El caso de Remilia me ha tocado la moral de forma especial, más allá de por el hecho de ser mujer. A finales de mayo de este año, sucedía algo en la historia de la mujer en los juegos de competición. Frag Dolls, el equipo que Ubisoft fundó en 2004, se retiraba después de 15 años en los deportes electrónicos.

 

La misión principal de las Frag Dolls estuvo muy clara desde su nacimiento: Apoyar y animar a la mujer en un mundo donde parecía invisible. Las chicas de Ubisoft compitieron, vencieron y mostraron a toda la sociedad del videojuego que nosotras también valemos para esto. En mayo se disolvían con una positiva visión, otorgada por Morgana Romine, más conocida como Rhoulette: “El mundo de los videojuegos ha cambiado. Nuestra retirada puede tenerse como un progreso, que el 'chicas jugando a juegos' ya no es una sorpresa. Hemos dicho muchas veces a lo largo de los años que esperábamos el día en el que hubiera una verdadera igualdad de sexos en la comunidad de videojuegos. Todavía queda un largo camino por delante, pero hemos progresado lo suficiente como para marcar el inicio de una nueva era”. Pero, con lo ocurrido en la Challenger Series norteamericana, parece que Rhoulette se equivocaba.

 

No nos queda un largo camino. Nos queda toda una vida. Porque, a pesar de que cada vez son más aquellos que apoyan a la mujer como jugadora (no como imagen del videojuego), queda mucho que aprender, que asimilar por parte de las mentes más cerradas. Yo no quiero que las Frag Dolls se equivoquen. Tampoco quiero que Remilia, uno de los Support más brillantes de la liga americana, se rinda por el simple hecho de ser mujer. ¿Y tú?


<< Anterior Siguiente >>