1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. PS4

Analisis Transistor ,PS4

El día de la marmota invade el Inframundo.
Sábado 09 de Abril de 2016 por Adrián Suárez Mouriño

Cuando Supergiant Games lanzó Bastion como uno de los abanderados del Xbox Live Arcade poco nos podíamos imaginar del potencial de este pequeño estudio. 10 personas que a raíz de la idea de una voz en off que te narraba el juego mientras el camino se creaba sobre tus pies consiguió un gran éxito que se hizo con el cariño de muchos en muy poco tiempo, pasando a formar parte de 'los indies de siempre', los que siempre se mencionan y que se referencian unos a otros en sus juegos con diversos cameos, e incluso entre los no tan indies, llegando a meter incluso una torreta de Portal en la versión de Steam del juego. Con su segunda producción, Transistor, se dejan de bromas y van a por todas, sin abandonar la voz en off.

 

El artwork probablemente más icónico de Transistor es el que abre el juego de forma interactiva. Y tras esta pintura se mantiene la estética dibujada con animaciones perfectas.

 

Transistor pretende demostrar que se puede romper esa barrera entre indies y AAA, para bien o para mal, y que unos altísimos valores de producción pueden ser imitables con mucho menos presupuesto, y una buena idea bien llevada a cabo. Transistor tiene una única pega, que es su duración (5 horas con respecto a los 19€ que cuesta pueden parecer muy escasas), que no es tanto por lo que dure la historia sino porque nos quedamos con ganas de aprovechar mucho más ese sistema de combate o de ver qué más nos podrían llegar a ofrecer más allá de una ciudad vacía.

 

Tenemos la ciudad de Cloudbank completamente vacía de personas y llena de criaturas hostiles llamadas 'Procesos' (todo utiliza una terminología techie), combatidas por una cantante enmudecida blandiendo una espada que lo habla todo por ella, y con esto empieza un proceso de adaptación a un sistema de combate nuevo que empieza como un roguelike cualquiera, con habilidades asignadas a cada botón, y acaba convirtiéndose en algo más parecido a estrategia por turnos al ver que podemos parar el tiempo y encadenar una serie de movimientos para ser más efectivos, pero tras esto tenemos que esperar a que se cargue la barra de acción correspondiente, algo que no pasaría si utilizamos ataques normales, teniendo que decidir entre parar el tiempo y arriesgarse a tener que esperar o atacar directamente a riesgo de sufrir más.

 

No hay mucha variedad de enemigos, pero terminan por ser perfectamente reconocibles en sus rutinas. Lo mejor es que Transistor te ofrece libertad total a la hora de afrontar combates con la equipación que quieras.

 

Combatir y subir niveles termina por dar acceso hasta a una docena de habilidades diferentes que podemos equipar, sólo cuatro para ataque, pero las demás pueden equiparse para dar efectos extra a esos ataques o habilidades pasivas, con lo que en realidad se crean muchas configuraciones diferentes posibles. Uno podría pensar que Transistor, como muchos indies, es sólo un alarde de buen gusto estético, una buena elección sonora o incluso una pequeña revolución narrativa, pero Transistor cuenta con todo esto, y además una forma de jugar bien interesante y llena de posibilidades.

 

Además de querer ir buscando combates a propósito y (como en Bastion) llevar al límite nuestra habilidad con las diferentes pruebas ocultas de planificación, supervivencia o contrarreloj que nos encontraremos, Transistor anima a seguir jugando por ir descubriendo poco a poco lo que al principio es completamente desconocido, y pese a ser simple está muy bien llevado, y gracias a Supergiant por no dejar cabos sueltos. Quién es el hombre muerto del comienzo del juego, por qué Red, quién atenta contra ella, qué es la espada y por qué trata así a la protagonista, qué ha pasado con la ciudad,... Todo contado de una forma indirecta a través de una voz suave que da gusto escuchar.

 

El plano alejado que nos muestra una skyline melancólica desde un puente es un recurso muy utilizado que nos lleva de vuelta a Braid, pero sigue funcionando. Es impresionante.

 

El mayor 'pero' de Transistor, como os decíamos, es su duración. No es que base gran parte de su encanto en su historia y estética, pero tal vez ni siquiera el NewGame+ sea motivo para muchos para seguir exprimiendo el sistema de combate, aunque esa segunda vuelta ayuda a comprender mejor todos los detalles de un comienzo un tanto confuso. Aún así, Transistor es uno de esos juegos que saben a diferente, de los que nos hace volver a la época (no tan lejana) en que los indies no sólo era un término para juegos pretenciosos dignos de 'gafapastas', sino que es de esos pocos que consiguen destacar por hacer algo nuevo y saber presentarlo en condiciones.

 

(Versión analizada: PlayStation 4)

9

/ 10


<< Anterior Siguiente >>