Analisis Tomodachi Life ,3DS

Tomodachi Life es la última locura de Nintendo. Serie de éxito en Japón que llega a Occidente con las ideas muy claras: en un juego en el que lo importante, más allá de jugar, es ver lo que ocurre, compartir es la clave. Dicho y hecho: la versión occidental llega con una serie de compatibilidades que permite mostrar nuestros avances en nuestra paradisíaca isla a golpe de stylus en Twitter o Facebook. ¿Cómo lograr hacer eso divertido? Básicamente con nuestra imaginación y con mucha mala baba.

Tomodachi viene a ser un simulador perfecto de Friends. Mete en un mismo edificio a toda la gente con la que querrías vivir (o con la que no querrías vivir) y mira qué ocurre. Añade tus amigos, tu pareja, familia, vecino, cantantes favoritos, personajes de anime favoritos y alguna celebrity graciosa de Nintendo, agítalo y tendrás a Aonuma intentando robarte la novia. Eso es una pequeña parte de todo lo que puede ocurrir en Tomodachi: hay tiendas de comida, ropa, sombreros y una serie de actividades diarias que te llevan a estar conectado periódicamente a la 3DS para ver qué sucede en tan estupendo paraje.

¿Cómo llevar los amigos al cartucho? Con los Miis. Ya era hora que Nintendo se pusiese las pilas dando uso de razón a sus avatares, y parece que el concepto del título, unido a las simpáticas representaciones creadas por los japoneses acaban produciendo una unión perfecta. ¿Recuerdas tu Wii? ¿Recuerdas esos Miis de Aznar, Bush y cosas que estaban de moda en el año 2006 y que ahora detestas hasta odiarte a ti mismo por su mera creación? Ahora puedes darles una personalidad y meterlos en un mismo lugar y hacerlos convivir entre ellos y la gente que quieras. Ese es el espíritu de Tomodachi.

Entre las actividades que comentábamos, un poco de todo: desde el noticiero diario (que ofrece momentos tronchantes, aleatorios e inesperados), a algunos minijuegos y actividades que te llevarán constantemente a esbozar una sonrisa viendo lo que sucede en la isla. No es de extrañar que el concepto cueste de explicar por parte de Nintendo y que muchos usuarios afines a la marca todavía no sepan de qué va el asunto: resulta complicado vender un juego que más que juego es experiencia. De hecho, esa duda parece estar muy clara en los cuarteles de la empresa, que regalan dos demostraciones con cada título comprado.

La cuestión es que si buscas en Tomodachi un juego en el más estricto sentido de la palabra, sin duda, te estás equivocando: no creo que haya más de doce minijuegos en total, dudo que una vez repetidos resulten interesantes en su práctica, por lo que deberás comprender qué estás comprando cuando te hagas con él. Es más gestión y cuidado de tus personajes que otra cosa, añadido a esa interacción entre avatares y ese toque humorístico tan internacional de Nintendo. Muy suyo, pero fácilmente comprensible. Es la gran apuesta del verano, puede que sea una de las grandes sorpresas del presente año.

No es que sea un gran título con el que pasarte horas, pero sí es un gran acompañante para otras aventuras en Nintendo 3DS. Será difícil que te pegues cuatro horas seguidas en Tomodachi, lo que no será difícil es que piques dos o tres veces al día para ver qué se cuentan tus habitantes. Esa característica puede recordarte a Animal Crossing, pero más allá de esa categoría lúdica no tienen prácticamente nada que ver entre sí, pero creo sinceramente que es mucho más difícil de vender el simulador de alcaldía que el aquí presente. A poco que la distribuidora sepa conectar con su público, habrá chispazo.

No dudes en buscar demostraciones y adentrarte a lo que el juego te está ofreciendo. Pocos títulos tan especiales van a salir a lo largo del año en nuestro territorio. Con el tiempo verás cómo los personajes de la isla prosperan, se casan, tienen hijos y puedes mandarlos de viaje a buscar nuevas aventuras en 3DS ajenas. Todo está pensando para la conexión, y el software, más allá de ser raro como un perro verde, encierra en sus entrañas ese pedigrí tan de la Gran N que acaba cautivándote a las pocas horas de encenderlo. Un must si tienes la portátil tridimensional; un must si tienes ganas de sentir un soplo de aire fresco en tu portátil.