Analisis The Walking Dead ,PC,PS3,X360

Este es un análisis de diferente autor sobre la temporada completa de The Walking Dead. Podéis leer los análisis del capítulo 1 y capítulo 2 realizados en el momento de su lanzamiento.

 

 

Quizá sea porque no estamos acostumbrados a que se nos pregunte hacia dónde queremos ir, o por la fiebre zombie que nos invade por cuantos medios nos rodean, puede que ambos sean los motivos que hacen de The Walking Dead un título que muchos consideramos candidato a GOTY. Franquicias como Mass effect o Heavy Rain, nos ponían ya en una situación de responsabilidad donde debíamos tomar decisiones que, en mayor o menor medida, generaban la sensación de que el futuro de la aventura estaba en nuestra mano.

 

Hoy en día continuamos viendo como los estudios evitan, por limitaciones o por decisión propia, que esas elecciones que tanto nos gustan a algunos dicten una consecuencia en forma de castigo o premio al final del juego. Parece mentira que un Blade Runner, que fue dado a luz en 1997, ya nos ponía en esa tesitura, ofreciendo una gran ramificación de finales. Pero hoy en día tenemos muchos factores a los que prestar atención, el guión, el entorno gráfico, la jugabilidad… Es por ese motivo por el que Telltale, tras algún que otro traspiés, resuena ahora por la red contagiando a unos y otros como el mordisco de un caminante.

 

 

Durante los capítulos anteriores hemos ido conociendo a los personajes que nos rodeaban, decidiendo si morían, vivían o simplemente debíamos dejarlos marchar. Nos hemos unido a ellos, tomándoles cariño y con otros nos hemos enfrentado, atentos a la pantalla y temiendo sus reacciones ante nuestra postura. Y es que, el momento en que tienes segundos para decidir qué hacer o a quien salvar, es cuando nuestras vísceras actúan por nosotros, para bien o para mal.

 

En la corriente provocada por The Walking Dead hemos podido leer el ensalzamiento de sus virtudes, como la caracterización o el hilo argumental. Pero también se le han sacado los colores. Todo hay que decirlo, nos encanta y seguro que esperamos más títulos parecidos, pero encontramos algunos golpes que chirrían en nuestro cerebro conforme avanza la historia. Una de las polémicas de las que ya habréis oído hablar es sobre Kenny, es de esas personas complicadas a las que queremos por cuanto hemos vivido con ellos, pero nos cuesta ser francos y dialogar. En este último capítulo pareciera que, con todo cuanto llevamos a la espalda, nuestro amigo encuentra su lado más humano y cambia su forma de actuar. Esto ha sido bastante comentado por los jugadores ya que, a estas alturas, nos hemos acostumbrado a su personalidad difícil.

 

 

A más de uno se nos ha levantado la ceja cuando rejugábamos un capítulo y, sobre todo en este último, los epílogos eran los mismos. Un momento, si hemos tomado decisiones diferentes durante todo el juego, ¿cómo es que las cinemáticas no cambian? Bueno, es quizá la trampa de este tipo de juegos. Elegimos durante el transcurso de la historia, muy duramente, quién nos acompaña, por dónde seguimos, pero ¿tendrá peso cada decisión al final? ¿Qué más da? Pensemos en qué hemos sentido cada vez que dos de nuestros compañeros estaba en peligro y hemos elegido entre ellos, quizá movidos por su sexo o porque le hemos cogido cariño poco a poco. Pensemos en cada situación en que nuestras decisiones se basaban en ser un buen ejemplo para una pequeña o cuándo hemos sido egoístas sin importarnos el que teníamos al lado. Por supuesto que nos gustaría que el camino tomado nos lleve a una conclusión única como hace la vida real y, sinceramente, ojala sea el siguiente paso.

 

Hay puntos en que un videojuego que aparece humildemente, sentándose al fondo de la sala, en el rincón más oscuro, se gana a pulso estar en primera fila e incluso una mención especial. Ese es el punto que nos lleva a jugar y escribir de The Walking Dead, cuando vemos un estudio que sabe aprovechar un buen tirón y mezclarlo con una buena idea, trabaja duro en él y da con un plato que corre con el boca a boca por todo el mundo. Aquí, los españoles, podemos echar de menos una traducción oficial que acompañe a cuantos fallamos en el idioma. Pero, si buscamos un poco, algún buen samaritano nos puede facilitar esa tarea.

 

 

En la época en que nos encontramos, al final de una generación de consolas y el comienzo de otra, Telltale ha logrado un hecho que esperamos se repita, la innovación. Son varios los conceptos que han acompañado a The Walking Dead hacia ese éxito tan merecido. Por un lado, el diseño propio de la compañía, aun siendo cartoon, se ha acomodado sobradamente bien a la crudeza de un mundo amenazador e inseguro. El transcurso de los acontecimientos y caracterización de los personajes lleva un ritmo excelente que nos mantiene frente a la pantalla con ganas de más. Y el sistema de elecciones, lejos de ofrecernos una conclusión fiel a la teoría causa-efecto donde el jugador pueda sentirse responsable de su justo final, producen esa tensión que uno espera de un juego, sin volverse tortuosa. Quizá veamos un próximo trabajo de la compañía en que una elección genere un nuevo abanico de caminos hacia un final al que llamemos nuestro.

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