Analisis The Swindle ,PS4

Quién iba a decir que un título independiente con la apariencia estética de The Swindle iba a ser mucho más realista que otros exponentes mayores del género. Porque encarnar a un ladrón no es fácil, y el título sabe hacernos sentir la tensión de forma magnífica en un juego refrescante, muy sorprendente y tremendamente recomendable.

El título de Size Five Games nos propone una tarea complicada: completar el juego en tan solo 100 días virtuales. ¿Cómo lo conseguiremos? Básicamente, con dinero. ¿Cómo se consigue el dinero? Solamente de una forma: robando en distintos escenarios que se irán generando de forma aleatoria, de tal manera que nunca nos enfrentaremos a un robo exactamente igual que el anterior.

El dinero que consigamos en los robos podremos invertirlo en distintos fines: mejorar nuestras propias habilidades físicas (mayor velocidad, doble salto, más acciones que poder realizar), la posibilidad de hackear y robar distintos elementos (no podremos acceder a todos desde el principio) o directamente, abrir nuevas zonas del escenario hasta que lleguemos a la última, que será la meta principal del juego antes de que acaben los 100 días.

Y ahí, precisamente, está la magia de The Swindle. Los días pasarán uno a uno cada vez que realicemos un atraco. Tengamos éxito o no, un día se descontará de la cuenta atrás, acercándose cada vez más al temido final. Ese hecho, que parece tan simple, es el que da sentido a todo: sentimos la presión y la tensión porque debemos conseguir dinero en un tiempo limitado, lo que también nos llevará a tomar riesgos (a veces innecesarios) que pueden acabar con nuestra vida.

La muerte también estará presente de forma real, ya que si uno de nuestros personajes muere, lo hará para siempre. Otro ladrón totalmente diferente (con su propio nombre y aspecto) ocupará su lugar, pero todo nos hace entender que no estamos ante el típico título de vidas infinitas en el que da igual si fracasamos ya que podremos reintentarlo. No, en The Swindle no existen las continuaciones y si fallamos habrá una consecuencia clara: un día menos para poder alcanzar nuestro objetivo. 

Esa presión también se siente a la hora de comprar los distintos elementos de la tienda. ¿Gastamos el dinero en una mejora para nuestro personaje o mejor abrimos una nueva zona, para acercarnos al final del juego? ¿Pero y si esa nueva zona es demasiado complicada para las habilidades de las que disponemos ahora mismo? ¿Si me gasto el dinero en un triple salto, con lo caro que es, no perderé demasiados días hasta conseguir desbloquear la nueva zona? ¿De verdad esta habilidad va a merecer la pena? ¡Dios mío, qué mal estoy jugando, he perdido un montón de días sin conseguir nada! Y así continuamente.

El realismo, dentro de esa apariencia casi desenfadada que recuerda a algunos dibujos animados, siempre está presente: hay muerte por caída, un simple toque de un robot puede acabar con nosotros, la muerte permanente antes mencionada, el tiempo no es ilimitado... The Swindle, probablemente, se trate de uno de los juegos de sigilo más realistas jamás realizados.

Jugar también es una auténtica gozada, provocando de igual manera esa sensación de tensión. Cada movimiento puede ser el último, por lo que la prudencia se convierte en nuestra mejor arma. Podremos escalar por las paredes de los edificios, saltar, desactivar minas, golpear a los enemigos... pero eso sí, un solo error y habrán acabado con nosotros. Encontraremos dinero por las distintas zonas del escenario y nuestra será la decisión de si el riesgo merecerá la pena a cambio del botín. Siempre podremos regresar al punto inicial para recolectar el dinero obtenido hasta el momento, pero si nos matan, nos quedaremos sin nada y el día contabilizará igualmente.

El juego también sabe situarnos ante dilemas constantes mientras estamos en una misión. ¿Me arriesgo para conseguir hackear otro ordenador más y conseguir más botín o ya tengo el suficiente? Los días restantes antes del final siempre se nos mostrarán en pantalla, por lo que la presión, de nuevo, volverá a ser nuestro mayor enemigo. ¿Es mejor ir consiguiendo dinero muy poco a poco, tomando pocos riesgos, a pesar de que los días van pasando sin parar? ¿O merece la pena no conseguir nada en varios días pero amasar un gran botín cuando consigamos salir ilesos? Es magnífico.

El título engancha, obviamente, y si te gusta repetirás una y otra vez. Es cierto que es un juego muy exigente en el sentido de que cada fallo se paga, pero siempre con sentido y coherencia. The Swindle quiere mantener en ese estado de estrés constante al jugador y lo consigue con creces, en una experiencia totalmente recomendable para aquel jugador que busque un reto y que quiera disfrutar de un título que da para muchísimas horas.

The Swindle es un riesgo constante, pero hacerse con él no lo es: si te llama la atención no te arrepentirás lo más mínimo. No olvides que 100 días pasan muy rápido... administra bien tu tiempo y los riesgos que tomas para poder salir victorioso o tendrás que comenzar de cero.