Analisis The Deadly Tower of Monsters ,PC,PS4

A día de hoy seguimos ¿disfrutando? de piezas audiovisuales que por su propia naturaleza cutre, algunas veces a propósito y otras no tanto, provocan que la obra en cuestión se convierta en un producto interesante. Hay pasión, incluso, por algunos films actuales como The Room, que es tan malo que desde cierta perspectiva podría considerarse bueno por ello. Pero es en el siglo pasado cuando tuvimos muchos ejemplos de algunas películas, generalmente de bajo presupuesto, que reunían en una misma historia muchos elementos característicos y especiales de su época: extraterrestres, simios gigantes, dinosaurios, rayos láser...

The Deadly Tower of Monsters es una de esas películas de los años 70, solo que convertida en videojuego a modo de homenaje irónico. Controlaremos a protagonistas estereotipados que luchan contra enemigos de toda clase mientras se hacen con armas y habilidades de distina naturaleza. Es un juego que sitúa al jugador en una cámara de perspectiva isométrica y que básicamente utiliza unas pocas mecánicas continuamente: saltar, rodar, machacar el botón de golpe para acabar con los enemigos y, de vez en cuando, utilizar algunas habilidades especiales para seguir avanzando.

La obra tiene una peculiaridad que hace que el juego se sienta como una especie de sandbox vertical: tenemos cierta libertad para movernos por el escenario y para ir visitando los distintos pisos que van formando parte de la Torre, que es el lugar donde pasaremos el mayor tiempo del juego: hay que subir hasta arriba del todo, enfrentándonos a enemigos y trampas por el camino. Habrá ocasiones en que debemos combatir a enemigos finales, que básicamente serán muy grandes, nos perseguirán un rato en nuestro ascenso hasta que llegue un punto en el que deberemos enfrentarnos directamente a ellos. Es interesante, pero repetitivo llegado cierto punto. 

Ese termina siendo el mayor lastre de The Deadly Tower of Monsters: tiene cierta obsesión para que el jugador sienta que está continuamente haciendo cosas diferentes, provocando situaciones en las que hay que volver a bajar de la torre para encontrar una habilidad que nos permita seguir avanzando, por ejemplo, o esos enfrentamientos que he comentado con los enemigos finales; pero al final todo se resume en seguir avanzando y repitiendo una y otra vez los mismos combates y las mismas situaciones. Al principio funciona e incluso sorprende, pero no se sabe mantener ese ritmo de sorpresa conforme van pasando las horas. 

Uno de los aspectos más característicos es el de la presencia continua de los comentarios del director, pero en este caso interpretando un papel: es el director de la película que supuestamente estamos grabando mientras jugamos a The Deadly Tower of Monsters. Esto es lo que consigue darle todavía más personalidad a la obra, ya que los comentarios serán generalmente graciosos, destacando la cutrez con la que se van desarrollando los acontecimientos o comentándonos cómo crearon a cada una de las criaturas a las que nos tendremos que enfrentar. Eso sí, tened en cuenta que hay subtítulos en castellano pero es importante saber inglés a no ser que seas capaz de luchar y leer a la vez prácticamente todo el tiempo.

Los comentarios funcionan, también al principio, cuando The Deadly Tower of Monsters no para de descolocar al jugador con elementos y enemigos peculiares: simios que hablan, dinosaurios que nos atacan, hormigas gigantes, extraterrestres... un carnaval de imaginación con los enemigos, intentando buscar ese toque cutre de esas películas del pasado siglo. Incluso el propio juego cuenta con un filtro que hace que veamos la acción como si de una característica cinta de VHS se tratara. Elementos que aportan identidad al juego y que se agradecen, desde luego. 

Pero más allá de eso, por desgracia, The Deadly Tower of Monsters no sabe transmitir mucho más. Todo funciona bien y resulta divertido, pero solo hasta que el proceso vuelve a repetirse una y otra vez. Los comentarios están bien, los combates son sencillos pero dinámicos gracias a la enorme variedad de armas, al igual que algunas situaciones que añaden cierta diversidad. Pero al cabo de las horas todo termina cansando en exceso y no hay nada que realmente sepa enganchar al jugador. 

En esencia, The Deadly Tower of Monsters es un juego de acción, sencillo, con el que aporrear el botón de ataque para acabar con los enemigos y ya está. Hay una cierta progresión y podemos mejorar la enorme cantidad de armas que encontraremos por los escenarios, al igual que las habilidades y las características de nuestros protagonistas, que quizás pueda servir para que algún jugador lo encuentre interesante y se enganche. Pero la repetición de situaciones, a pesar de que se intenta continuamente aportar variedad, terminan lastrando la obra. 

Es un buen juego, con identidad propia, que sin duda sirve como extraordinario homenaje a esas películas del siglo pasado. Pero como videojuego en sí, no consigue aportar nada demasiado especial a través de sus mecánicas o sus planteamientos, que funcionan durante el rato en que el jugador no se da cuenta de que está repitiendo lo mismo una y otra vez, aunque los enemigos tengan distintos disfraces.