Analisis Super Mario 3D All-Stars ,SWITCH

Qué fácil resulta odiar a Super Mario 3D All-Stars antes de empezar a jugarlo. Es sencillísimo, yo también lo he hecho. ¿Cómo se le ocurre a Nintendo sacar este recopilatorio sin Galaxy 2? ¿Por qué lo lanza a un precio tan elevado? ¿Por qué no se distribuyen estos juegos a través de la consola virtual o mediante el servicio de juegos de Nintendo online? ¿y Super Mario 64; míralo, tan a 4:3, sin mejoras, sin el contenido de su reedición en Nintendo DS? Sí, yo también me hice todas estas preguntas y maldije a Nintendo antes de empezar a jugar a Super Mario 3D All-Stars. Antes.

 

Pero el problema es que, cuando inicias Super Mario Galaxy, Super Mario 64 o Sunshine, corres un poco con el fontanero, capturas un par de estrellas y te dejas abrazar por sus melodías, todo eso te da igual. Estos tres juegos son geniales aún a día de hoy. Super Mario Galaxy sigue siendo una roca jugable, Super Mario Sunshine es muy divertido y se disfruta en 2020 casi más que antes. Ya le hemos perdonado ser un Mario 64 con una pistola de agua o fingir que no innovaba nada. Porque lo cierto es que el tiempo nos ha demostrado que gracias a este título hubo Galaxy, 3D Worlds e incluso Splatoon.

 

 

Super Mario 64 es el peor parado del pack. Está en inglés y sin modo panorámico, ¿pero sabéis qué? Se sigue jugando a las mil maravillas. La imagen es nítida, la resolución adecuada y, como los demás, es un deleite disfrutarlo en portátil. Pese a que para este juego se hubiera diseñado un mando específico, el original de Nintendo 64, la traslación a los joycon es adecuada. La cámara se controla con el stick derecho y va a saltitos; lo que es comprensible porque es Lakitu el que graba la acción, no un controlador de cámara mágico como en otros juegos.

 

Super Mario Sunshine se ve en panorámico, y aunque alguna textura flojea, el juego se sigue viendo, disfrutando y jugando perfectamente. El manejo de ACUAC, de los saltos y el disfrute de todas sus variopintas situaciones, es genial. Sunshine está lleno de retos, de exploración, y tiene ese particular componente ‘de juego de disparos’ que te hacer pararte en muchos sitios, jugar con la cámara y le añade nuevos desafíos a los saltos de siempre.

 

Pero aunque estos dos juegos sean formidables, la joya de la corona es Super Mario Galaxy, es la estrella del pack y sobre la que más se ha trabajado. Este título se disfruta como un gorrino lo goza en una charca, tanto si jugáis en portátil como en sobremesa. La fluidez de Galaxy, la resolución del juego y la adecuada adaptación del control de Wii a los mandos, os convencerá. Yo ya me he quedado más que satisfecho con poder hacer girar a Mario solo pulsando un botón en lugar de tener que estar agitando como un imbécil el wiimote.

 

 

Y sigo queriendo creer que Super Mario Galaxy 2 se desbloqueará al recolectar todas las estrellas, soles y megaestrellas. Un hombre puede soñar.

 

Sí. Lo cierto es que yo también comencé a jugar a estra compilación con muchísimo recelo, aborreciendo la pereza y desidia de Nintendo. Y algunas de esas sensaciones aún quedan en mí. El trabajo de remasterización como tal se nota correcto en Galaxy, muy justito en Sunshine y nulo en Super Mario 64; pero ese enfado solo lo noto cuando no estoy jugando. Todo el tiempo que pasé tirado en mi sofá volando entre las estrellas, limpiando Isla Delfino o correteando por el castillo de Peach, estuve con una sonrisa de oreja a oreja. Y eso es lo importante, en realidad. Para mí, el mundo es mucho más bonito con estos tres juegos en mi Switch que sin ellos.

 

Pero pese a todo esto, pese a que los títulos son estupendos, no podemos dejar de criticar lo obvio: aquí falta trabajo. Pero Nintendo sabe que, cuando tienes tres juegos tan potentes y tan queridos, las ventas van a acompañar aunque no lleguen en las mejores condiciones. Ojalá Super Mario 3D All-Stars fuera una mejor remasterización, pero los juegos que contiene difícilmente podrían ser mejores.

<< Anterior Siguiente >>