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Analisis Star Trek ,PC,PS3,X360

Star Trek se adentra en las consolas de forma descuidada, manchando una carrera que ganó su fama a pulso.
Viernes 03 de Mayo de 2013 por Alvaro Ondina

Nos encontramos en un momento un poco triste para los jugadores fans del universo Star Trek. Con el próximo lanzamiento de la nueva película, viene a nuestras consolas una precuela que nos adentra en su argumento. Cierto es que cuando se hace un videojuego basado en una película el resultado suele dejar bastante que desear. Por eso un título que no plasma la producción cinematográfica sino que la introduce, debería ser una buena oportunidad para que ambos sectores se retroalimentaran. Por desgracia la entrega no es capaz de ofrecer al jugador una buena experiencia, cuanto menos si es aficionado a las aventuras del Enterprise.

 

Al adentrarnos en Star Trek nos encontramos con una presentación sosa. La acción comienza y nos sitúa avanzando tras un indicador de destino y siguiendo las directrices de nuestros compañeros del Enterprise. Y así transcurre la historia, más movidos por una flecha que por inmersión en su argumento. Lo cierto es que no solo es un comienzo flojo, sino que el contenido está tan tipificado que se nos hace raro verlo inundar un título de tan mítica serie. Nuestros protagonistas supieron situarse en el trono de los padres de la ciencia ficción cosa que, con mostrarnos sus intenciones de su regreso en forma de videojuego, le hacen un flaco favor a toda la religión que se ha generado en torno a ellos.

 

El tirón que nos hace continuar se centra en un indicador en lugar del peso de la historia

 

El sistema de juego en el que se nos permite elegir entre las dos figuras más representativas de su universo, Kirk y Spock, falla sobremanera por una inteligencia artificial que roza el chiste. En numerosas ocasiones, encarnando al vulcaniano por ejemplo, sentimos como la partida se resiente en nuestras manos. Una de las primeras misiones, en las que debemos cubrirnos de tormentas solares, es la premonición clara de que nuestro compañero será una carga durante toda la aventura. Mientras nos cubrimos tras un parapeto durante las erupciones podemos ver no pocas veces como el otro personaje corre en llamas a nuestro alrededor por no ser capaz de seguir con coherencia la situación.

 

Otra demostración de la falta de iniciativa de nuestra pareja es ver como, en las misiones de infiltración donde se nos aconseja no ser descubierto y evitar el combate, este se limita a caminar agachado aun por delante de las narices del enemigo provocando que nos descubran. Con esto nos queda claro que la IA del acompañante se limita a reaccionar al botón que pulsamos repitiendo la acción sin ser consciente de lo que ocurre a nuestro alrededor. El enemigo no es mucho más inteligente pero al menos tiene el objetivo claro de acabar con nosotros y, a pesar de poseer déficit de atención ante nuestra presencia cuando nos quedamos al descubierto, al vernos no duda en correr hacia nosotros.

 

Aun así, podríamos pensar que los problemas con la IA se solucionan con el modo cooperativo y con respecto a nuestro compañero así es. Pero no hay forma de pasar por alto la absurdez en el comportamiento de los enemigos que ni siquiera tienen en cuenta su propia seguridad. Cuando nos enfrentamos a ellos, no parecen interesados en cubrirse no son pocas las ocasiones en que vemos como mueren precipitados al no mirar por donde van.

 

Los combates con los enemigos carecen de contenido estratégico y dejan al descubierto una IA deficiente

 

La idea de la mejora de armas y habilidades con puntos que vamos obteniendo durante el juego podría enriquecer la interacción con el entorno y los enemigos, pero no llegamos a interiorizarlo como potenciador de la entrega. La falta de ritmo que derrocha, con unos tiroteos soporíferos y unas secuencias cinemáticas que interrumpen nuestra introducción en la historia, nos presentan una experiencia que causa cortes de digestión de forma continua, sin dejar lugar a un posible disfrute. Tampoco disfrutamos a la hora de utilizar el sistema de bloqueo y desbloqueo de terminales. Como en muchos juegos, abrir puertas o piratear máquinas tienen un contenido de habilidad que hace más dinámica la experiencia. En Star Trek este apartado parece representar una idea sin desarrollar. Un mecanismo para manipular objetos mecánicos que se limita, en la mayor parte de los casos, a dar a un botón. Y lo mismo ocurre al examinar cuerpos y muestras. Una práctica que vimos en Resident Evil Revelations que nos permitía escanear las muestras para aumentar puntuaciónes. Muchas ideas mezcladas pero ninguna base que las sostenga.

 

Parece que Star Trek trata de hacer un cóctel de virtudes que poco a poco los shooter han ido aprendiendo durante esta generación pero, lo miremos por donde lo miremos, ninguna característica termina de funcionar. Las coberturas suelen fallarnos, los enemigos no nos empujan a un intercambio de disparos interesante en el que movernos y buscar su espalda sea parte de la estrategia de combate. De hecho, prácticamente en todos los enfrentamientos, podremos correr hacia ellos para noquearles. Es una pena que una franquicia ya coronada en el género de la ciencia ficción sufra este maltrato tanto argumental como mecánico, sin apenas un aspecto disfrutable que tire de nosotros de vez en cuando.

3.5

/ 10


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