1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. PC

Analisis Splinter Cell Blacklist ,PC,PS3,WIIU,X360

El regreso a los orígenes del sigilo, aprovechando las herramientas aprendidas por el camino
Lunes 19 de Agosto de 2013 por Alvaro Ondina

Algo ha ocurrido en la trayectoria de Splinter Cell. Desde las primeras entregas, en que debíamos ocultarnos bien en las sombras para no ser descubierto, ha ido volviéndose algo más directo, más orientado al juego rápido. Los que aman el sigilo, disfrutaban de esas esperas en la oscuridad, contabilizando el tiempo que un guardia tardaba en hacer su ronda, analizando la situación para encontrar el momento preciso de atravesar un claro sin ser detectado. Los últimos títulos, como Double agent o Conviction ofrecían perspectivas diferentes de las aventuras de Fisher. En el primero actuábamos como agente infiltrado y aún conservábamos bastante de infiltración. Sin embargo, Conviction era más directo. Sí, tratábamos de ir ocultándonos, pero teníamos munición de sobra y la acción nos invitaba a acabar en un tiroteo. Ahora estamos frente a este Splinter Cell Blacklist que promete una vuelta a sus orígenes, al menos en parte.

 

Conforme entramos en la campaña, el mismo tutorial nos incita a ir despacio, observar el entorno y a no ir a lo loco. Y eso es en esencia Splinter Cell, es un juego de infiltración en el que lo que premia es pasar inadvertido, a ser posible sin matar a nadie. Esta entrega lo propone, nos ofrece diversos caminos, tiempos, hay una forma de hacerlo. Al contrario que las primeras partes de la saga, se ha cambiado ese sistema de rutas que hacían los enemigos. Es cierto que seguirán una rutina  (pasillo arriba, pasillo abajo) pero, en ocasiones, podrán variar ese camino si encuentran algo sospechoso. Incluso hay algunos soldados que se dedican a dar vueltas aleatoriamente por las estancias. Eso hace que infiltrarse sea más difícil. Muchos estarán tentados más de una vez a liarse a tiros con todo el que se le plante en medio.

 

En Blacklist encontramos escenarios muy variados, llenos de luz o de oscuridad en los que no habrá una única ruta

 

Y es la parte complaciente de Blacklist, si queremos, también podemos jugar a tiro limpio. Aunque elijamos un juego algo más orientado a la acción y más rápido, tendremos que movernos por el escenario de un modo táctico para que no nos flanqueen. De modo que aquellos que se vean agobiados con tanto sigilo, ahí tienen esa posibilidad. Es cierto que aunque contamos con opciones de juego directo, nadie se lleve a engaño, el título invita casi a cada momento a actuar desde la sombra. Aun así el estilo de juego viene marcado un poco por la dificultad que elijamos, cuanto mayor sea esta, más conservador se volverá la jugabilidad. Podríamos decir que a los amantes de los primeros juegos de la saga les gustará jugar en difícil, con menos munición y enemigos más espabilados. Aunque en todos los niveles tendremos la ayuda de herramientas como el marcar y disparar de Conviction o el hecho de que, cuando somos vistos, quede marcada nuestra última posición para despistar al enemigo.

 

Elijamos el modo que elijamos para movernos por Splinter Cell Blacklist, podemos elegir entre ataques letales o sólo noquear a los enemigos. Tendremos que tener en cuenta que dejarlos inconscientes hará que, si tardamos demasiado en abandonar la zona, se despierten y vuelvan a representar una amenaza. Cada forma de jugar a la entrega es valorada, no por ir dejando un rastro de cadáveres seremos penalizados. Al acabar cada misión se nos valorará en tres aspectos: Fantasma, que puntuará el hecho de no ser detectados y no matar; Pantera, matando a los enemigos pero por sorpresa y Asalto, en que obtendremos puntos por utilizar armas de fuego y utilizar un combate más directo.

 

No debemos olvidar que la naturaleza de Splinter Cell es la infiltración y así es como más se disfruta

 

Blacklist da muchas opciones de juego y trata de darle la mano a ese jugador de gatillo fácil, pero “aunque la mona se vista de seda…”. Y es que lo emocionante de Splinter Cell es sudar tinta para no ser descubierto. Incluso aunque tengamos que reintentar varias veces una misma misión, al final merece la pena. Hay algunas partes del juego en que en el momento de ser descubiertos se dará por fallado el objetivo. Hay innumerables títulos de acción en los que correr fusil en mano acabando con cuanto se interponga en nuestro camino. El encanto de esta franquicia reside en la paciencia y la observación. El castigo de no haber tenido en cuenta algo y ser pillados por el enemigo. Es la jugabilidad la que sobresale por encima de la historia  y eso es lo más disfrutable de Blacklist.
No se si alguno recordará de anteriores entregas la limitación de caminos a seguir. En los primeros juegos de la franquicia avanzábamos por un pasillo de sombra en sombra. Sí, quizá la linealidad en aquel momento funcionaba. Ahora Ubisoft abre nuestro ángulo de visión, pone en el escenario suficientes motivos para que elijas el camino que más te convenga. Usa un respiradero, trepa por una columna y atraviesa la sala por el techo o avanza por el suelo esquivando a soldados y aprovechando cada centímetro de oscuridad. La sensación de libertad de acción es inmensa y nos la van introduciendo poco a poco. Al pasar los primeros niveles, acabaremos por interiorizar esa observación. Mirar a nuestro entorno antes de movernos y recorrer cada vía en la mente antes de adentrarnos en ella.


Pero no todo es tan bonito. Si bien dijimos que nos encontraríamos partes de misiones en las que no podíamos ser descubiertos, habrá algunas otras en que se nos fuerce a una acción más directa. Podremos utilizar cuantas ventajas queramos para no ser vistos, pero al final, para salir del embrollo, la situación nos empujará algo más a la acción. Momentos con un rehén rescatado harán que tomemos el camino rápido.

 

El menú integrado de Splinter Cell Blacklist nos permitirá elegir el modo de forma rápida

 

Hay un aspecto de la entrega que sorprende al entrar en Splinter Cell Blacklist. Y es que todas las opciones del juego están completamente integradas en el juego. Atrás quedó el menú clásico donde seleccionábamos si queríamos el modo campaña o el multijugador. Empezamos a jugar la campaña y ahí tenemos el menú, colocado por la base. ¿Quieres jugar en cooperativo? Ve a hablar con Briggs, ¿necesitas alguna mejora para tus armas o para el traje? Coméntaselo a Cole. Mirando al mapa podremos directamente elegir entre el multijugador o seguir con las misiones principales. Todo integrado en el juego para dar una sensación de continuidad. Cambiar de modo sin tener que parar y salir.


No cabe duda que con Splinter Cell Blacklist vemos el resultado de giros y pruebas realizadas durante toda la saga. Representa una vuelta a los orígenes, que no desecha las buenas ideas que han ido surgiendo en cada entrega. Podríamos decir que se trata de un juego muy completo, con escenarios muy variados, cuidados modos de juego, individual y multijugador y un sistema de mejoras de armas, traje y de la propia base. Las mejoras de nuestro equipo serán en función de nuestro estilo, más orientado al camuflaje o a la resistencia de disparos. En el fondo, para el jugador purista del sigilo y, más todavía al amante de la saga, lo recomendable es jugar en difícil y disfrutar de la no letalidad. Blacklist es la consecuencia de un camino de aprendizaje de más de una década.

8.5

/ 10


<< Anterior Siguiente >>