En esta larga temporada de capa caída de Sonic, parece que cuanto menos alto apuntaba, más alto llegaba. Esa es la conclusión que podemos sacar a raíz de ver aquellos juegos de la saga que apostaban por las 2D mientras que el Sonic de las consolas de sobremesa se dedicaba a hacer salto base sin paracaídas entrega tras entrega. Unos nada desdeñables Sonic Advance, Sonic Rush y Sonic Colors (versión DS) se lo dejaban fácil para que 3DS siguiese apostando por las 2D, pero esta vez han querido hacer algo más arriesgado y dar la misma impresión de revolución Sonic que a los jugadores de Wii U, pero de una forma diferente.
Sonic Lost World no es la salvación que todos los fans del erizo esperaban. A pesar de que consigue que las fases en 3D no desentonen para nada con el estilo jugable que se aprecia mejor en las fases 2D, sigue teniendo una importante falta de gancho y ritmo y contando con unos fallos casi imperdonables como la falta de precisión del Homing Attack o la obligación de utilizar los poderes de los Colors. En concreto, lo peor de todo es la obligación de utilizar los controles giroscópicos cuando el juego está claramente enfocado al concepto portátil de jugar en cualquier parte, y no en cualquier parte puedes ponerte a dar vueltas sobre tí mismo para apuntar con un cañón que no se puede manejar con el joystick.
Salvo este par de puntos más que cuestionables, ese concepto portátil de Sonic Lost World es todo un acierto unido al estilo de niveles deconstruidos de inspiración en Super Mario Galaxy, ofreciendo fases con una duración apropiada pero directas, sin necesidad de ser lineales pero sin hacerte perder más tiempo de la cuenta con esos malos tragos obligatorios hechos para buscar algo de variedad cuando no hacía falta.
Sorprende que esta versión de 3DS se haya atrevido a querer lucir igual que la versión de Wii U, con un aspecto visual igual entre versiones aunque sin tantos alardes de efectos y texturas en la portátil, algo que ayuda a que al menos sea una versión estable, tanto con el 3D estereoscópico activado como sin él. Aunque parece que la estrella del conjunto es el Sonic Lost World de Wii U, hay que dejar bien claro que la versión de 3DS gana por goleada en cuanto a diseño de niveles y diversión se refiere, claro que por desgracia, sigue contando con muchos de los mismos fallos como esa imperdonable falta de precisión y, aunque no son tan comunes, varias pérdidas de ritmo con fases lentas y no muy bien llevadas, como las que obligan a empujar una bola de nieve.
Una nueva demostración de que más grande no significa mejor.
[A pesar de compartir historia, temática y controles, la versión de Sonic Lost World de Wii U es radicalmente diferente. Hablamos de ella aquí]
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