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Analisis Sonic & All Stars Racing Transformed ,PC,PS3,X360

Diferente, divertido y duradero, tan competitivo como familiar.
Miercoles 21 de Noviembre de 2012 por Víctor Junquera

Es extraño que aunque muchos no hayan oído una buena palabra del crossover de carreras de Sonic y otras franquicias de SEGA, éste haya sido un éxito a nivel comercial y haya tenido una buena acogida entre muchos más jugadores que los fans segueros de siempre. La secuela nos daba mala espina, entre transformaciones y la posible repetición de una fórmula que está más que establecida para ser “un Mario Kart de...” Pues bien, si me preguntasen, diría que esta segunda entrega, Sonic & All-Stars Racing Transformed, tiene más de Diddy Kong Racing, de OutRun, de WipeOut y de Split/Second que de Mario Kart, aunque claro, la comparación es inevitable.

 

Ulala, adorable se ponga donde se ponga. El plantel parece un expositor de juegos recientemente llevados a XBLA y PSN.

 

Pero esta nueva entrega se presenta con muchas más diferencias de las que podríamos haber pensado, y la nueva fórmula funciona. Ni lanchas, ni coches, ni avionetas nos echan para atrás y aceptamos los cambios sobre la marcha tras un breve período de adaptación, porque hay muchas más variaciones entre tierra, mar y aire de las que propone Mario Kart 7, claro que en ningún momento pretendemos tirarlo por tierra, pero sencillamente no son tan comparables como puede parecer, aunque el tipo de diversión que ofrecen, tanto para uno como para varios, es la misma.

 

La misma diversión salvo que seas un nostálgico de SEGA, o ya no sólo de la marca, sino de los videojuegos en general. Rescatan juegos como Jet Set Radio, Crazy Taxi o NiGHTS Into Dreams (con sus recientes saltos a la alta definición), Billy Hatcher & The Giant Egg, Skies of Arcadia, After Burner, Panzer Dragoon, Samba de Amigo... Y tienen presentes a muchos más en forma de pegatinas para la tarjeta de presentación de cada jugador en el modo online, pero al menos la presencia de Sonic, Aiai y sus respectivos amigos ya no es tan excesiva en proporción, aunque a pesar de todo hayan reservado un par de huecos del plantel de corredores como cartel publicitario para ¡Rompe Ralph! Y la piloto Danica Patrick, de la que podemos saber todo lo que nos interesa con un brevísimo vistazo a Google.

 

Obviad a Shadow. El circuito de After Burner será el primero que os deje más boquiabiertos que el de Panzer Dragoon.

 

Nostalgias aparte, cada uno de los circuitos se transforma tanto como los vehículos que corren sobre ellos. En el recorrido estipulado de tres vueltas, aseguramos que no daréis una vuelta igual a otra dentro de la misma carrera. Se cierran y se abren caminos, damos una vuelta por mar y otra por aire, se destruye o se inunda el escenario por requisitos de la historia del juego al que encarna,... Y para ganar es necesario conocer todos los cambios, todos los caminos posibles, todos los atajos,... Porque aquí no es fácil ganar, y no es culpa de un mal equilibrio de los items que, dentro de su variedad, nunca llegan a descompensar la partida ni son elegidos en función de tu posición en la carrera.

 

Lo que importa aquí ya no es tanto el piloto como el jugador y su estilo de juego. En lugar de limitar cada corredor a las típicas estadísticas de velocidad, aceleración, peso y todo-terreno y que a pesar de permitirnos ciertas modificaciones, siempre hay una estadística predominante, aquí partimos de la base de que todos los coches son grandes y que no importa el peso del piloto. A medida que corremos con un personaje en concreto y ganamos experiencia, vamos desbloqueando nuevas modificaciones, plantillas de estadísticas exclusivas para ese piloto. Así, siempre habrá una forma de jugar dando preferencia a la velocidad, siendo equilibrado, o anteponiendo la maniobrabilidad a todo, escojas al personaje que escojas, con un extra al llegar al nivel máximo que sí que potencia la característica inherente al personaje y no deja de ser una versión mejorada del estándar, como una obvia mayor velocidad para Sonic o una mayor aceleración para Joe Musashi, protagonista de Shinobi.

 

Tardamos mucho en desbloquear a Gilius, el enano de Golden Axe, pero merece la pena cada hora de juego.

 

Al contrario que el primero de esta saga de crossovers al volante, que tal vez era sólo más atractivo para el público infantil, este ofrece retos para todo tipo de jugadores y mucha variedad de pruebas bien recompensadas con desbloqueables que hacen que siempre quieras hacerlo un poco mejor y subir un poco más la dificultad para conseguir una estrella más. Sonic y toda su tropa han conseguido zafarse de la sombra de Mario Kart y llegan en forma de un juego diferente, divertido y duradero, pero que a la vez conserva el espíritu tan competitivo como familiar que consiguen los juegos de este género cada vez mejor representado. Si sólo hubiese un poco más de factor nostalgia y menos comercial, habría sido un producto redondo para fans.

8

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