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Analisis Sniper Ghost Warrior 2 ,PC,PS3,X360

Un digno heredero para Amnesia pese a las diferencias
Jueves 24 de Septiembre de 2015 por Bruno Louviers

¿Qué es lo que esperamos cuando un juego de francotiradores ve la luz? Si uno debe aprender de sus flaquezas y mejorarse así mismo, Sniper Ghost Warrior lo tiene como asignatura pendiente. Ya sabemos que su primera parte no quedó en buen lugar ante las críticas, por mucho que vendiera.

 

En esta segunda entrega algo no funciona. Entramos y quedamos esperando que un CryEngine 3 nos deslumbre con sus texturas, haciendo que atravesar una jungla nos transmita vida. Lo cierto es que no lo consigue. Ya a estas alturas de la generación las compañías deberían estar reventando nuestras consolas y sacando todo el partido a las GPU. City Interactive, con Sniper Ghost Warrior 2, no nos impacta. Ni siquiera nos da la sensación de un entorno vivo o esas texturas que cabría esperar. Nos rodea un escenario artificial.

 

El nivel gráfico del juego no está a la altura del momento de esta generación

 

En un subgénero donde la estrategia es la clave, la jugabilidad se derrumba como los muros de un castillo en ruinas. Escenarios cerrados y pasilleros nos indican el camino a seguir sin la más mínima posibilidad de salirnos del guión. Nos gustaría, tratándose de un francotirador experimentado poder observar el medio en el que nos encontramos y elegir el punto en que tenemos el mejor ángulo de tiro o desde el cuál ocultarnos sería una tarea más. Por el contrario en cada misión se nos indica exactamente dónde colocarnos y el modo en que debemos disparar a los objetivos. Realmente, durante el juego, nos sentimos como si mama nos cogiera de la mano para cruzar la calle. En todo momento encontramos una voz que nos indica la dirección en la que ir, el objetivo a quién disparar primero e incluso su situación. El momento en que quedamos solos, lejos de un compañero que nos apoye, creemos que será el momento de quitar los ruedines a la bici. Un contacto omnipresente continúa dándonos indicaciones. No somos libres más allá de repetir conductas aprendidas, esperar a que un grupo de enemigos se separe, disparar a algún objeto para distraer al enemigo, pero nada de creatividad.

 

Si algo ansiamos los jugadores actuales es una revolución en cuanto a Inteligencia Artificial se refiere. Y justo en Ghost Warrior 2 nos damos de bruces contra un muro. Nada más empezar nuestro compañero nos guía como si de un tutorial se tratase. Cuando nos quedamos solos, nos damos cuenta de que el enemigo funciona de forma extraña. Al cometer un error o llamar su atención, en no pocas ocasiones, corren hacia nosotros hasta darse plantarse junto a nosotros a pecho descubierto. Pero no son los enemigos los que provocan nuestra desesperación, nuestro compañero se ocupa de eso. Si bien al principio de la campaña nos guía e indica los pasos a seguir, cuando nos confiamos pensando en que él se ocupa de todo comienza a cometer errores, como ir hacia los focos para descubrirnos o huir en el momento en que los enemigos se acercan ametralladora en mano.

 

Escenarios cerrados y pasilleros que nos cohíben de libertad de actuación

 

En cuanto a la historia, lamentablemente carece de interés. Un argumento que parece sacado de una película de los noventa. Sabemos que el tema de la guerra suele seguir el mismo hilo o parecido, pero en este caso no termina de entrar y coger consistencia. En algunos momentos parece que el título trata de engañarnos con un oasis de decisiones, en cambio se pierde en una mera ilusión que no es capaz de sostenerse ni por casualidad.

 

El concepto del multijugador parece salvar levemente la entrega, pero es tan limitado que no es capaz de atraernos por tiempo prolongado. Menos teniendo ya otros títulos que reinan el sector dentro de este género tan poblado. Simplemente nos limitamos a campear evitando ser localizados por el contrario, buscando con la mira telescópica el objetivo. Algunos han aprendido a aprovechar ese temple lanzándose a la carrera para un fructífero ataque cuerpo a cuerpo.

 

Nuestro compañero nos hace perder experiencia de juego, tanto en toma de decisiones como en apoyo en el combate

 

Así nos viene Sniper Ghost Warrior 2 con una calidad gráfica que desentona con los últimos lanzamientos de similar talante. Argumentalmente nos deja vacíos, mostrándonos un guión en el que los giros no logran captar nuestra atención. Estos problemas, junto a una jugabilidad pobre y blindada, hacen que un género que lo podría tener fácil para buscarse un hueco en nuestras estanterías, pase inadvertido y deje una sensación insípida en nuestro paladar de jugón.

4

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