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Analisis Resident Evil VII ,PS4

La familia es lo primero.
Lunes 23 de Enero de 2017 por Adrián Suárez Mouriño

Resident Evil 7 es un notable reinicio de esta saga estrella de Capcom. En la séptima entrega numerada vuelven los baúles, los puzzles de cuadros y de trozos de esculturas, tener que recorrer varias veces la misma habitación y volver sobre nuestros pasos para abrir esa puerta ahora que tenemos la llave. También regresan escenarios muy queridos por los fans de la serie: mansiones, jardines y zonas subterráneas, también criaturas parecidas a lickers y a aquellos bichos con una uña gigante de Code Veronica; aunque con un bestiario muy limitado, todo hay que decirlo.

 

En Resident Evil 7 hay mucho de lo clásico pero también hay elementos nuevos. Nos enfrentamos a la familia Baker y a la razón de sus pesares. Su presencia se transforma en nuevos Némesis indestructibles que introducen secuencias de infiltración y un par de sustos memorables, también sirven de excusas para nuevos puzzles que se apoyan en el visionado de cintas de vídeo para mostrar sus normas a priori. Escasean las balas, la luz es efímera, hay que inspeccionar elementos y sí, en definitiva estamos ante un Resident Evil con todas las de la ley que merece la pena jugar, pero no es perfecto.

 

Resident Evil 7 reúne lo mejor y lo peor de la saga, por fortuna lo mejor es mucho más y es lo que destaca

 

Una primera, una segunda y una tercera sección de juego sobresalientes quedan empañadas por una cuarta peor y un desenlace flojo. Al principio todo es terror y una fabulosa vocación de reconstruir no solo la serie, también el propio género, pero los últimos tramos de la aventura se muestran incapaces de avanzar sobre los sólidos cimientos que construye, y todo acaba resuelto a tiros. Al auxilio llega el propio final de Resident Evil 7 con su pequeña sorpresa, que nos invita a recordar lo buenas que fueron sus cinco primeras horas y lo regulares que fueron sus cuatro últimas.

 

Nueve horas y cuarto de juego hemos tardado en llegar a la conclusión de Resident Evil 7. En ellas encarnamos a Ethan, un amante esposo que acude a la llamada de su mujer, de Mía, quién creía muerta hace tres años. No, esto no es Silent Hill 2 aunque lo parezca por este arranque. La relación entre Ethan y Mía y el concepto de familia rota son la espina vertebral de este Resident Evil 7. Intentando rescatarla, Ethan acaba preso por los Baker, siendo su misión escapar y rescatar a su pareja.

 

Resident Evil 7 se resuelve en primera persona, gracias a la construcción de pasillos estrechos y a la escasez de balas recuperamos aquella dulce torpeza a la hora de esquivar enemigos, una que hay que domesticar al principio del juego para ir en todo momento bien de munición. Esa idea crece gracias a la presencia casi constante al inicio de personajes indestructibles que nos hostigan y hay que evitar, y se alimenta de la necesidad imperiosa de explorarlo todo para hallar ese elemento que necesitamos para seguir adelante.

 

La combinación de exploración con sigilo nos acaba llevando a mirar mucho el escenario. Capcom aprovecha para ubicar en todas partes cuadros, fotos y distintos elementos para contarnos todo lo relativo a la familia de la que queremos huir. Imaginaos un Gone Home repleto de tarados y en el que hay que encontrar piezas de puzzle para abrir esa puerta que se nos resista. La combinación funciona bien, pero a veces una idea entorpece a la otra. Cuando nos quedamos atrancados, y acabamos necesitando recorrer muchas veces el mismo espacio porque no encontramos algo, ese personaje que quiere matarnos acaba siendo una pesadez; lo esquivas una vez, superas su zona, pero has de volver a ella para dar con esa pieza fundamental que te olvidaste. Al final, acabas buscándole las cosquillas al sistema de infiltración, descubriendo que estos enemigos no saben salvar obstáculos y no te matan aunque pases a su lado; te hieren, eso sí.

 

Técnicamente el juego va justito aunque con buen rendimiento, una muy buena ambientación y buenos resultados en Playstation VR

 

Por ese mismo motivo también nos perdemos algo nuclear del Resident Evil original: las resoluciones de varios puzzles que buscamos a la vez, juntando piezas en nuestro inventario sin saber muy bien para qué valen, si para un acertijo o para el otro. Aquí los desafíos son lineales, protegidos por un solo enemigo y en un área concreta, porque ahora la exploración está limitada por la infiltración. En general la idea funciona porque se agradece la novedad que aportan estos seres, y porque concluyen en buenos enfrentamientos contra ellos cara a cara. De nuevo hay que dividir el juego en secciones muy conseguidas y otras que no lo están tanto. Los dos primeros jefes finales son soberbios, difíciles y truculentos, acertadamente inspirados en Resident Evil 4. Por desgracia, los otros dos son mucho más flojos, aunque el tramo inmediatamente anterior al enfrentamiento con nuestro rival último sabe ser interesante y devolvernos a las mejores secciones de Resident Evil 7.

 

Si las partes maravillosas de Resident Evil 7 son una mezcla de los tres originales en primera persona, y con la infiltración como novedad propia, las partes peores nos recuerdan al quinto y al sexto. Lamentablemente nos pasamos un buen rato inmersos en un esquema de: zona de recoger las justas balas, zona abarrotada de criaturas, zona en la que recargar balas. Estas partes flojean porque, aunque las mecánicas de disparo funcionan bien, no existe la profundidad de optimización de armamento de Resident Evil 4. Solo podemos mejorar nuestra estabilidad y conseguir una versión aumentada de algunas de ellas; es como si el juego necesitara rellenar horas de juego y recuerda de repente que sabemos disparar, preparando así estos tramos para llegar a las nueve horas de juego. Ojo, no son para nada aburridas, pero les falta la magia que sí tiene el arranque de Resident Evil 7. No habría estado mal incluir aquí también personajes inmortales, añadir una optimización de armamento para esta situación o proponer maneras no letales de salir del paso.

 

Los primeros tramos de Resident Evil 7 son excelentes, extendiendo las buenas impresiones que nos ha dado su demo

 

Antes de ella llega otra en la que tenemos que explorar una zona sin que nadie nos acose, es una especie de intermedio entre lo del principio y los tiros de después. Por desgracia, lo único que se hace es coger lo que nos mostraron de inicio y desnudarlo de maestría, darnos armas que funcionan a modo de piezas de puzzle y pidiéndonos que avancemos hasta lo de después.

 

Resident Evil 7 habría funcionado mejor si hubiera durado solo cinco horas, porque esas bien validan la compra de este videojuego, tomaos las otras como un bonus-track. En ellas, Capcom ha sabido preparar con acierto el regreso de la saga en primera persona. Cuando el terror se mezcla con el hogar y con la familia la formula funciona como un cohete. El sigilo penetra en la serie con muy buenas maneras y contamos con puzzles muy interesantes y un par de peleas contra jefes formidables. Por desgracia, la obsesión de la marca por hacernos disparar, una narración que a veces cojea, y no saber hacer avanzar más la propuesta original para alargar de una manera natural el juego le resta puntos, pero no méritos. Resident Evil 7 es el videojuego que la saga necesitaba y uno que quieres jugar.

 

¿Y Playstation VR?

 

Resident Evil 7 es el primer juego largo preparado para Playstation VR, y el esfuerzo se nota. Investigar es un placer con las gafas puestas y también acabar con los enemigos menos impetuosos. De todos modos, cuando las cosas se ponen feas tener las Playstation VR puestas resulta muy engorroso. Mi consejo es que primero os acabéis el título jugando en dificultad normal. Tras hacerlo tendréis un nuevo modo de complejidad y un arma más poderosa además de todo vuestro armamento, es entonces cuando las Playstation VR funcionan mejor. Resident Evil 7 tiene el honor de ser el videojuego que mejor funciona con Playstation VR. No marea, permite hacer partidas largas y la inmersión es maravillosa, pero seguimos con torpezas a la hora de controlar el juego en situaciones críticas.  

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