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Analisis Rare Replay ,XONE

Una colección fundamental de un estudio mítico
Martes 11 de Agosto de 2015 por Bruno Louviers

Rare es un estudio muy querido por personas que ya pasamos de cierta edad y que hemos jugado habitualmente con videojuegos desde la NES, como mínimo, hasta el día de hoy. Sin embargo, los británicos llevan casi una década prácticamente desaparecidos pues no han dado al mundo nada realmente memorable bajo el capote de Microsoft, que adquirió el estudio allá por 2002.


En 2015, Rare cumple 30 años, y no han pensado en mejor manera de celebrar semejante hecho que con una colección de sus mejores juegos, desde la era del ZX Spectrum hasta la de Xbox 360. Por 30 pavos, es posible jugar a: Jetpac, Lunar Jetman, Atic Atac, Sabre Wulf, Underwurlde, Knight Lore, Gunfright, Slalom, R.C. Pro-Am, Cobra Triangle, Snake Rattle 'n' Roll, Solar Jetman, Digger T. Rock, Battletoads, R.C. Pro-Am II, Battletoads Arcade, Killer Instinct Gold, Blast Corps, Banjo-Kazooie, Jet Force Gemini, Perfect Dark, Banjo-Tooie, Conker's Bad Fur Day, Grabbed by the Ghoulies, Kameo, Perfect Dark Zero, Viva Piñata, Jetpac Refuelled, Viva Piñata: Trouble in Paradise y Banjo-Kazooie: Baches y Cachivaches.

 

La jodida fase de las motos de Battletoads, inmortal hija de puta


Efectivamente, algunos de sus mejores juegos no están en esta colección, como los Donkey Kong Country o Goldeneye 007, pero eso no ha impedido que algunos juegos de Nintendo 64 no hayan entrado en la colección. De hecho, ahora mismo es posible jugar a más juegos de dicha consola en Xbox One que en Wii U, lo cual me parece un chiste, aunque no sé si graciocísimo o de mal gusto.


El caso es que es posible jugar a un montón de juegos que todo el mundo puede considerar ‘clásicos’, sea lo que sea que signifique esa palabra, pero con algún retoque necesario a nivel gráfico o de control. Sin ir más lejos, Perfect Dark tiene controles de shooter de hoy en día y Jet Force Gemini permite habilitar un control apropiado para seres humanos. Son cambios agradecidos y que no estropean la experiencia. Los puristas pueden ponerse como quieran con ellos, que si quieren jugarlos ‘como fueron concebidos’, es mejor que desempolven la Nintendo 64.


Al fin y al cabo, Rare Replay no está pensado para ellos tanto como para ese señor con canas que quiere recordar la época en la que podía pasarse la tarde jugando a Banjo-Kazooie tras hacer los deberes en lugar de pensar en la hipoteca, el colegio del churumbel o si el pago del IVA le ha dejado con dinero suficiente en la cuenta para no morir de hambre a mediados de mes, siendo este en concreto último mi caso.

 

Conker's Bad Fury Day es un juego +18 que se lanzó en Nintendo 64, ojo con eso


Obviamente, este no es el único perfil al que puede llegar Rare Replay. Cualquier muchacho con ganas de saber de dónde vienen ciertos videojuegos míticos que no ha vivido en directo por su juventud se va a encontrar con una joyita a muy buen precio. Otra cosa es que tenga una Xbox One para comprarlo. ¿No sería irónico que alguien se comprara la consola de Microsoft para jugar a títulos de otras consolas? Yo al menos conozco ya dos casos de esto mismo y sé que a Rafa se le llevan los demonios por no dar el paso.


Revisitar determinados juegos es una experiencia fantástica, aunque también triste. Esto es algo muy personal, pero no puedo quitarme la sensación en el pecho de que jugué todos estos juegos en una época mucho más sencilla y que mis recuerdos de Battletoads están ligados a jugar en verano con mi hermano mayor en el pueblo, a que jamás me pasé Perfect Dark por mi cuenta y siempre tuve que tirar de guía o a que me dio una pereza brutal ponerme con el nuevo Banjo-Kazooie porque los diseños son horrorosos.

 

Estoy seguro de que a muchos de vosotros no os pasará nada de esto y que esta nostalgia os sabrá a gloria, y está claro que muchos de los que se hagan con la Rare Replay estarán encantados con ella; pero para mi no deja de ser una píldora dulceamarga que, para colmo, me recuerda que Rare ya no es lo que era.

 

 

No me gusta nada su aspecto, pero el juego no es tan, tan, tan malo como se dijo en su día


Esto no significa que no haya disfrutado de los juegos. Todo lo contrario. Hay cositas brillantes que no conocía, como Digger T. Rock, que me parece un antecedente directo de Spelunky; y otras que me encantaron en su día y me siguen encantando hoy, como Blast Corps, que es un juego incomprendido y adelantado a su tiempo; aunque también están ahí Perfect Dark Zero, que es un juego de mierda sin el alma de los anteriores juegos de Rare.


Por último, conviene recordar que los logros de los juegos de la colección que ya tuvieras en tu cuenta se traspasan automáticamente y que hay algunas recompensas por jugar en profundidad a los juegos, ya sean los sellos que te reconocen semejante mérito y que van al margen de los dichos logros; o el desbloqueo de bocetos de algunos juegos, si bien la mayoría está relacionado con los últimos juegos del estudio.


Es una lástima que los fundadores de Rare, que dejaron el estudio en 2007, no estén involucrados de algún modo en Rare Replay, pero la colección de juegos y su adaptación es una maravilla para viejos que sueñan con tiempos mejores, para jovenzuelos que vivieron su infancia con algunos de sus juegos y para las nuevas promesas que quieren comprender de primera mano por qué todos lloramos por la pasada Rare. Si tienes una Xbox One, es una compra obligatoria. Si no la tienes, deberás acordarte de este juego si algún día la compras.

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