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Analisis Raiders of the Broken Planet ,PS4

Buenas ideas, mala ejecución
Lunes 25 de Septiembre de 2017 por Rafa del Río

Raiders of the Broken Planet ya es una realidad. Tras su lanzamiento el 22 de septiembre de esa forma escalonada que ya os comentamos y que es uno de los formatos de negocio más interesantes de la actualidad, el juego de Mercury Steam apunta alto pero tensa poco el arco. Buenas ideas como la forma de negocio, el prólogo gratuito y la posibilidad de traicionar al compañero se unen a una puesta en escena irregular y una jugabilidad que no acaba de satisfacer a todos. 

 

Raiders of the Broken Planet: La importancia del Aleph

Podéis llamarlo Amrita, Especia, Ambrosía, Melange o Energía Mako. En esta ocasión se llama Aleph, una sustancia que sólo podemos encontrar en El Planeta Roto y que siguiendo la doctrina creada por Frank Herbert en Dune enfrenta a tres facciones por su obtención, con la particular incomodidad de los 'buenos' de turno, que tratan de perservarla de los depredadores.   

 

Aplauso aquí a Mercury Steam por esta connotación cultureta que va más allá de la obra corta del escritor y poeta Jorge Luis Borges para entrar de lleno en territorio místico. Encontramos así en la inspiración del juego la letra Aleph como una constante en las culturas hebrea, árabe y aramea con un origen egipcio en su esceritura hierática. No contentos con todo esto y entroncado en el juego, Aleph tiene un amplio sentido kabalístico siendo, entre otras cosas, la primera letra de la palabra Emmeth, Verdad. ¿Qué significa esto? pues que este glifo protagoniza el famoso trozo de pergamino que da vida a los gólems en la tradición judía.  No hay más que echarle un rato al juego para entender su relación con el universo de Raiders of the Broken Planet. 

 

 

Personajes e historia

Raiders of the Broken Planet nos presenta así un universo que aúna tecnología, magia y el particular gusto por lo distópico postapocalíptico que tan bien funciona en juegos como Borderlands. Como parte de un extraño escuadrón de antihéroes conformado por delincuentes y extraños frikis que hacen pensar en Acción Mutante, deberemos enfrentarnos al resto de facciones y rescatar nuevos personajes en una serie de misiones que suceden sin orden ni concierto pero que son, eso sí, lo suficientemente variadas y divertidas para mantener el interés en el juego. 

 

Los personajes de Raiders of the Broken Planet muestran un diseño sólido y contundente con ese amor de la compañía por los señores descamisados y con los pantalones lo que viene siendo 'a ras de pene'. Completan el roster unas protagonistas femeninas fuertes y creíbles que, sin embargo, parecen compartir silueta. Influencias claras de Metal Gear, Borderlands y Overwatch afectan no sólo al aspedcto visual de los miembros del equipo, sino también a algunos elementos del juego y la ambientación del mismo. 

 

Lamentablemente, al mostrar personajes cerrados nos encontramos con un plantel muy limitado con unos personajes que cuentan con una única arma, dos formas de ataque melé y una habilidad 'especial'. Digo lamentable porque la sensación final es que ninguno de los personajes de Raiders of the Broken Planet acaba de funcionar demasiado bien quitando quizá al bueno de Konstantin, que tampoco es para tirar cohetes. Por un lado tenemos armas torpes con una pésima cadencia de tiro y que tardan la vida en recargar, un sistema de melé basado en el Piedra Papel Tijera con golpe y fatality que resulta lento a los mandos y unas habilidades 'especiales' que, en ocasiones, no sirven de nada.

 

 

Raiders of the Broken Planet es variedad

Pero es la variedad que tepuedes encontrar en un Telepizza o un KFC: varios modos de juegos que recaen sobre la misma filosofía y que aportan un sabor extra o incluso un ingrediente novedoso, pero no acaban de cambiar del todo el sabor del menú. Por seguir con la metáfora: Raiders of the Broken Planet tiene un ojo puesto en lo que funciona en otros restaurantes, y la mezcla con las novedades funciona bien en ocasiones, y en otras no tanto

 

En Raiders of the Broken Planet  encontramos una campaña -y un prólogo gratuito-, que incluye tres modos de juego: En solitario, cooperativo online y competitivo online. Poco o nada hay que comentar de los dos primeros, pero sí que hay que destacar el tercero. Mercury Steam se saca de la manga un divertido rollito a traición que recuerda a los pinitos de La Zona Oscura en The Division y que bajo el nombre Modo Antagonista nos invita a luchar junto a 'los malos' de turno en contra del equipo de jugadores que luchan en el bando de 'los buenos'. 

 

Lo mejor de este Modo Antagonista es que podemos acceder a él en cualquier momento y volvernos contra nuestros antiguos compañeros para conseguir mejores armas y habilidades, que podremos comprar con puntos que nos serán otorgados segúyn haya sido nuestra labor. Sin duda el mejor acierto del juego, y que hace que merezca la pena jugarlo en su prólogo gratuito por echarle un ojo.

 

 

El fallo de la jugabilidad

Lamentablemente, como decía antes, no todos los ingredientes extra que plantea Raiders of the Broken Planet funcionan tan bien como el modo Antagonista. Decía Enric Álvarez, fundador del estudio, que su objetivo era 'hacernos salir de nuestra zona de confort', pero lamentablemente para ello usa estrategias más que discutibles que rozan lo absurdo y lo frustrante

 

Por un lado tenemos las armas, que como digo funcionan mal, no son gratificantes y, al lado del armemento enemigo, son una auténtica porquería. Enfrentarte con la escopeta de Alicia o el rifle raro de Hans con su cargador escaso y su largo tiempo de carga contra los rifles de los enemigos, de magnífica cadencia de tiro a los que parecen no gastársele las balas, es absurdo. Recuerda a una peli bélica mala de los años 70: '¿Qué tienen ellos? Mejores armas, naves armadas con ametralladoras de raíl, lanzaderas de misiles y un ejército de mil hombres. ¿Qué tenemos nosotros? Unas armas que funcionan como el culo, cuatro gatos, poca munición y unas habilidades que son de coña'.

 

Porque sí, las habilidades son otro de los grandes fallos de Raiders of the Broken Planet. Mientras Lycus puede desplegar un escudo y Shea usa su invisibilidad, Alicia tiene una de las habilidades más estúpidas que he visto en un videojuego: el salto doble, que no vale para nada y es ortopédico. Algo parecido a la habilidad de Hans, el jetpack, que sería genial si sirviera para huír cuando estamos heridos, pero que lamentablemente sólo sirve cuando gozamos de buena salud, y tiene el riesgo de apagarse en el peor momento y precipitarnos en el vacío. 

 

Al nivel de las habilidades y las armas está el pésimo sistema de melé que intenta seguir un piedra papel tijera en el que disparo vence a golpe, golpe vence a agarre -fatality más bien-y fatality vence a disparo. Lamentablemente no funciona bien porque, una vez más, hasta el soldado más cutre y minión del ejército enemigo es más rápido que nosotros. Para que os hagáis una idea, ellos pueden disparar y golpear en movimientos concatenados, mientras nuestros 'héroes' deben apuntar con el gatillo izquierdo para disparar -no, no podemos disparar desde la cadera-, lo que hace que nuestros personajes sean más lentos y torpes en todas las facetas del juego. 

 

 

Raiders of the Broken Planet no debería ser un Dark Souls

La sensación que da es que Mercury Steam ha querido hacer una especie de share open hero shooter souls aumentando la dificultad a costa de crear personajes débiles y mancos que más que liderando una defensa deberían estar jugando a la petanca después del pacharán. Me cuesta creerme ese aspecto de duros y malotes que muestran en las cinemáticas cuando luego se desenvuelven tan mal en el campo de batalla, con unas armas que no entiendo que no tiren al suelo para cambiar por el rifle del enemigo más cercano y que ni siquiera con las cartas que logramos tras dar una y mil vueltas a las misiones terminan por convencer. 

 

Raiders of the Broken Planet toma las reglas de Destiny a la hora de premiar al jugador, pero lo hace con una jugabilidad que está a años luz de la de Destiny y que no funciona salvo para los que disfrutan del combate cuerpo a cuerpo una vez superado el trauma de tener que matar a un enemigo, huir y vuelta a empezar. Los francotiradores se frustarán con un sistema de juego que obliga a estar cerca de los enemigos porque la única forma de recuperar la escasa munición es a patadas con los minions, y los que gusten del shooter ágil se verán obstaculizados por las reglas inquebrantables del juego. 

 

El resultado final es que Raiders of the Broken Planet me saca del propio juego por lo mal pensada que está su jugabilidad. Debo creerme que soy un maldito asesino de civilizaciones, un tío super chungo capaz de meter el miedo en el cuerpo a los enemigos, pero a la hora de la verdad soy un ratoncito asustado que va de cobertura en cobertura, pega un golpe y huye para no morir en acción

 

En definitiva, el resultado está lejos de gustarme, y dudo que vuelva a jugar a él una vez terminado este análisis. Le pongo un seis y medio por detalles como su delicioso modo antagonista, por su precio asequible en campañas de 9,99 euros que suman un total de 39,96, y por ese prólogo al que podéis jugar de forma gratuita para que no gastéis el dinero y os sintáis engañados. Sin embargo, no puedo decir que la experiencia a sus mandos haya sido grata en ningún momento más allá de las partidas como antagonista. Raiders of the Broken Planet es un regreso a los tiempos en los que los juegos mostraban personajes capaces de cualquier cosa en sus animaciones pero inútiles y torpes en el juego, y esa es una etapa que debería haberse olvidado hace dos generaciones. 

 

¡Nos leemos!

6.5
/ 10

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