Analisis Pro Evolution Soccer 2017 ,PC,PS4,XONE

La entrega del año pasado fue un paso importante para toda la franquicia. Por fin podíamos llegar a decir eso de que Pro Evolution Soccer había vuelto después de unas cuantas entregas muy decepcionantes, esta vez con un título a la altura que recordaba irremediablemente a las entregas de que vimos hace un par de generaciones de consolas. PES 2017 es un juego con mucha presión desde el principio, pero ya no solo por la evidente competencia, sino por esa misma entrega que tanto nos sorprendió.

 

¿PES 2017 es mejor que la entrega del año pasado? A efectos prácticos, por supuesto. Tenemos un juego más pulido a nivel jugable y con ciertos cambios apreciables, aunque no demasiados, que mejoran todavía más la sensación a sus mandos. Pero no puedes dejar de recordar la entrega del año pasado cuando te das un paseo por la lista de clubes disponibles, por ejemplo, y te das cuenta de la preocupante falta de licencias. El año pasado el juego parecía impecable hasta en ese sentido, hecho que no había ocurrido nunca, pero ahora encontramos que volvemos a ciertos tiempos anteriores. Por lo menos parece que sí han aprendido del problema con las plantillas y ahora sí que se actualizan en vivo, aunque habrá que echar un ojo en las próximas semanas para comprobar si realmente funciona correctamente.

 

 

Es una delicia ponerse a jugar, eso sí, y la sensación es que los pases y el encadenamiento de jugadas es todavía más satisfactorio. Da gusto generar jugadas desde el centro del campo combinando pases y pensando en recursos, volviendo a sentirse muy superior en el terreno táctico, donde vuelve a dar una clase de fútbol. Sabemos que en el deporte real hay muchas maneras de jugar y de plantear los encuentros, con equipos que juegan a la contra, otros que se cierran atrás o los que prefieren controlar la posesión, por ejemplo, y eso se nota y mucho en PES 2017. Dependiendo de la táctica seleccionada e incluso de los roles que asignemos a los futbolistas de manera individual, se nota el impacto directo en el terreno de juego y en el fútbol que tenemos que desplegar para aprovechar esas capacidades.

 

Lo mismo ocurre al contrario, y no es lo mismo tener que enfrentarse a un equipo que se encierra atrás y no deja espacios a otro que sube constantemente al ataque e intenta hacernos daño. PES 2017 es una auténtica gozada en este sentido y vuelve a mejorar lo visto en la entrega del año pasado, que también contaba con esta característica como una de sus mejores virtudes. La inteligencia artificial también parece haber sido pulida un poco, pero también introduce un nuevo problema que no encontrábamos en la entrega del año pasado, o por lo menos no de forma tan flagrante: la imprevisibilidad de los porteros.

 

 

Sabemos que los futbolistas son personas y, como tal, pueden cometer errores y comportarse de maneras no esperadas. Pero quizás, en el sentido de los porteros, se ha cruzado demasiado la línea en algunos momentos. En ocasiones vamos a ser testigos de auténticas cantadas, malas salidas y errores que pueden costarnos un gol, lo que probablemente molestará bastante si hemos estado planteando un encuentro serio hasta el momento. Sí, en los partidos reales ocurre y es posible que un jugador individual pueda tirar por la borda el trabajo de todo el equipo con un error, pero tampoco suele ser lo más habitual entre profesionales de élite. No entendáis mal, no es que los porteros de PES 2017 cometan fallos de forma continua en todos los partidos... pero sí que terminan generando una mala sensación de inseguridad.

 

Algo parecido pasa con algunos fallos menores en los pases o en la reacción, ya que a veces los jugadores no parecen hacer exactamente lo que pedimos, pero también es algo que no suele ocurrir siempre. Lo que sí hay que destacar es la tremenda utilidad de los pases en largo al hueco, demasiado utilizados por su efectividad, al igual que algunos tiros desde fuera del área, que casi siempre van entre los tres palos (sumemos eso a los problemas con los porteros antes mencionados). Al final, la sensación con estos pequeños defectos es algo similar a la que proporciona PES 2017 en general: es un gran juego, pero de repente observas ciertas características que te dan cierta rabia.

 

 

También recuerda mucho al juego del año pasado en la mayoría de modalidades de juego, además, de forma literal, ya que no han cambiado ni lo más mínimo. Apenas hay cambios del todo perceptibles en la Liga Máster o en MyClub, por lo que ya sabéis lo que vais a encontrar en caso de que queráis volver a introduciros en los mundos de estos modos de juego, que vuelven a ser muy interesantes, por supuesto. Pero sí, esto también demuestra otra de las evidencias: la evolución es bastante pequeña respecto al año pasado.

 

PES 2017 es mejor juego que el año anterior, pero tiene muchas menos licencias y la evolución no es del todo destacable, lo que termina jugando un poco en su contra. Los auténticos amantes de la franquicia van a saber sacar todo su potencial y van a disfrutar de estas pequeñas mejoras jugables, junto a la evolución de su sistema táctico, que sigue siendo infinitamente superior al de la competencia más directa. Pero la sensación no es tan buena como podría haber llegado a ser y es una pena que Konami no haya destinado más recursos para conseguir que esta entrega fuera todavía más espectacular que la del año pasado.

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