1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. PS4

Analisis One Piece Burning Blood ,PS4,PSVITA

Qué gusto da cuando una licencia se aprovecha bien.
Viernes 03 de Junio de 2016 por Adrián Suárez Mouriño

One Piece Burning Blood es un videojuego sorprendentemente fiel con la licencia con la que trabaja. Los usuarios de las Frutas del Diablo o Akuma no Mi, los que son capaces de emplear el Haki, los que emplean armas especiales o tienen determinadas debilidades ven sus características representadas con acierto en la jugabilidad, y eso es decir mucho.

 

La franquicia de One Piece ha pasado por el género musou, por las aventuras y también en alguna ocasión por el género de la lucha, pero es en esta ocasión la manera más fiel en el que los piratas se representan a los mandos de una consola, es una pena que al videojuego le falte la actitud y la teatralidad de las obras de CyberConnect2, su acabado gráfico o un modo historia tan completo como el de Naruto Shippuden Ultimate Ninja Storm 4, pero a cambio, este es más satisfactorio en lo jugable.

 

Contamos con unos 44 personajes a controlar y otros tantos de soporte a elegir configurando un plantel de unos 100 luchadores. Las batallas son en formato tag, de tres contra tres y pudiendo usar a otros tres más como personajes de apoyo. A diferencia de otros videojuegos como King of Fighters o el propio Naruto, estos tríos tienen un sentido absolutamente estratégico. En función del poder que le confiere la fruta del diablo o sus propias características, contamos con personajes que funcionan bien a las largas distancias, otros que son unos tanques, algunos más rápidos y otros que tienen serias incompatibilidades al enfrentarse entre sí. Por ejemplo, si Sanji se enfrenta a mujeres en lugar de atacar les lanza besos, por lo que es mejor cambiar de luchador.

 

One Piece Burning Blood cuenta con unos combates de tres contra tres muy bien pensados en los que prima la estrategia

 

Configurar un buen equipo cobra importancia y también elegir a los personajes de apoyo. Se agradece que estos no sirvan solo para invocarlos durante la partida y que molesten. Los tenemos de dos tipos: activos y pasivos. Los primeros aparecen en las batallas, los segundos nos otorgan un estado ventajoso como mayor ataque, mayor defensa, menor retroceso, etc. Gracias a estas dos particularidades, One Piece Burning Blood sabe vestirse de una interesante profundidad que hace de las luchas unas particularmente fieles.

 

En lo jugable, tenemos que mencionar de nuevo a los Naruto de CyberConnect2. Los rings de combate son similares, también las cámaras y la manera de jugar, sin embargo se añaden novedades sobre ellos. Si pulsamos el botón R1 se activan las habilidades especiales, los Haki o los poderes de las frutas, teniendo acceso a otra serie de golpes o a un poder en concreto; por ejemplo, Jozu se cubre de diamante y se vuelve indestructible mientras que Barbablanca activa su Haki. Con el botón L1 (análisis realizado en PS4) en combinación con alguno de los botones del pad activamos poderes concretos, también tenemos un botón de ataque único y la posibilidad de llamar a nuestros compañeros de equipo.

 

Pero One Piece Burning Blood no se queda solo ahí, porque si lo hiciera acabaría siendo tan soso en lo jugable como un J-Stars Victory VS. Aquí podemos hacer esquivas a los ataques en el último momento, lanzar contraataques a golpes lanzados a corta distancia, cancelar los ataques del enemigo con la ayuda de nuestros amigos y cancelar estas mismas cancelaciones. Es por la suma de todos estos elementos por lo que One Piece Burning Blood se descubre como un juego hecho con cariño, con ganas de satisfacer tanto al fan de One Piece como a los que nos apasionan los juegos de lucha.

 

Ojalá llegue un One Piece Burning Blood 2 que le añada más entusiasmo shonen al apartado gráfico y a la dirección de las escenas

 

Cuando empecéis a jugar a One Piece Burning Blood veréis un problema en las tremendas distancias que tienen sus rings casi vacíos, pero cuando llevéis unas cuantas horas jugadas y hayáis probado a varios personajes, descubriréis que está todo preparado para que elijáis a luchadores capaces de moverse rápido por ellos, a otros más contundentes en el cuerpo a cuerpo y a otros que ataquen a distancia. El escenario provoca que tengas que alterar continuamente entre tus combatientes, no solo que a uno le queda más barra de vida que al otro, si no comprendéis esto, fallaréis en las luchas, y habrá gente que lo critique por esto.

 

Es una pena que a este buen planteamiento de los combates, y sorprendentemente profundo para tratarse de un videojuego basado en una licenca de anime, no le acompañen unos gráficos que acentúen el dinamismo de sus acciones. A One Piece Burning Blood le falta créerselo más, ser más bonito e impactante en lo visual. Por otra parte, al querer ser fiel a los ataques y debilidades de los luchadores, se descubren ciertos personajes más poderosos que otros, lo que acaba guiándonos a qué personajes escoger y cuáles no para nuestro equipo.

 

One Piece Burning Blood tiene una correcta duración en el single player y también en el online. En la modalidad para un jugador tenemos la Batalla Suprema, el modo historia preparado para la ocasión que cuenta todo el arco de Marineford en la misión de rescatar a Ace. Es entretenido y ofrece retos interesantes, pero nos obligan a jugarla una y otra vez bajo distintos puntos de vista, con lo que se acaban repitiendo instantes. Una vez la hayáis superado, pasaréis al Duelo de SE BUSCA, una serie de combates divididos en diferentes dificultades, y ojo, algunos son difíciles de verdad.

 

One Piece Burning Blood combina un buen combate, con personajes variados y modos de juego divertidos


Aunque estos dos modos no sean ni tan largos ni con un desarrollo tan impactante como deberían, tienen una cosa muy positiva: que el premio que obtenemos por superar cada fase y cada reto son belis, el dinero del universo de Eiichiro Oda, y con él podremos comprar a todos los personajes secretos que tiene el juego. Si habéis leído el entusiasmo con el que he descrito la importancia de tener un buen equipo, entenderéis que hacer todo lo que el juego nos pide que hagamos, superar el modo Batalla Suprema y los duelos de SE BUSCA, se acaba convirtiendo en algo muy adictivo, porque querréis desbloquear a todos los personajes de One Piece Burning Blood para probarlos.

 

En la vertiente online contamos con un Vs muy justito y un modo llamado Batalla de Banderas Piratas que sí es un acierto, porque tendremos que conquistar islas a base de combates para ganar y fingir eso de ser el Rey de los Piratas.

 

One Piece Burning Blood tiene que ser el comienzo de algo, como lo fue Xenoverse para Dragon Ball o la saga Ninja Storm para Naruto. Falla en su apartado gráfico y en la carencia de pasión shonen en sus combates, en un modo historia que tendría que darnos más relatos de las aventuras de los piratas, en una cámara que a veces molesta y en ciertos personajes descompensados, pero sus combates son sólidos, profundos y divertidos, tiene contenido interesante para jugar uno solo y representa con mucho acierto a cada personaje que te deja jugar. Ojalá llegue una segunda parte que solucione todo esto, pero por lo jugado solo nos queda felicitar a Spike Chunsoft y a Namco Bandai Games por el esfuerzo de no haberse quedado en el mero fan service.

8
/ 10

<< Anterior Siguiente >>