Analisis Nioh ,PS4

Ha venido avalado por tres demos diferentes: una alfa, una beta y una demo definitiva, pero ni siquiera estas tres experiencia juntas han sido suficientes para llegar a entender en toda profundidad lo que terminaría siendo NiOh.Un juego que camina la senda del guerrero mientras vaga por lugares tan diversos como los esbozados por juegos como la obvia saga Souls de From Software y los Ninja Gaiden del propio Team Ninja al tiempo que rescata elementos de títulos como Bushido Blade y Onimusha.

 

Pero no me malinterpretéis, NiOh es un juego por sí mismo, un título con una personalidad tan propia y aplastante que antes siquiera de haber salido al mercado ya sumaba fieles a su estilo propio y diferente a lo que From Software, Capcom y el propio Team Ninja nos han ofrecido con anterioridad. El resultado final es una mezcla maravillosa que se siente como algo propio, una cantidad de ideas inteligentes y un sabor que hace pensar que estamos jugando a lo que SEGA habría querido que fuera su Shadow Dancer: The Secret of Shinobi allá por los 90.

 

 

Contexto histórico

NiOh es un juego de fantasía en el que, como navegante inglés, deberemos viajar de Londres a un Japón por descubrir en busca de un espíritu que nos ha sido arrebatado. Por el camino deberemos aprender las artes del samurái, el ninja y el mago omnyo, mientras nos enfrentamos a demonios y yokais de todo tipo, desde apariciones hasta onis, akumas y cadáveres resucitados. 

 

No obstante, y a pesar de este carácter a caballo entre el mito y la leyenda que ya conocimos en Onimusha y Otogi, NiOh ofrece un marco histórico comprobable tomando, como contexto, uno de los periodos bélicos más interesantes de la historia: finales del siglo XVI y principios del XVII. Encontramos, por un lado, a España como el Imperio en el que el sol no se pone y regida por Felipe II, quien acaba de empezar la guerra anglo-española para invadir Inglaterra y derrocar a Isabel I. 

 

 

El panorama en Japón no es menos interesante: La muerte de Oda Nobunaga ha dejado el país nipón escindido en varias facciones que se enfrentan por el poder. Pronto Toyotomi Hideyoshi comienza a acumular territorios, enfrentándose a Ieyasu Tokugawa, quien pronto recupera Shikoku y Kyûshû -si bien no participa de forma activa-, momento en el que nuestro protagonista, William, entra en escena. 

 

Encontramos un Japón asolado por las guerras y previo a la famosa batalla de Sekigahara que terminará por darle el shogunado a Ieyasu Tokugawa en una era que durará hasta la Restauración Meiji en 1868. Mientras, tenemos al malo de turno, el motivo por el que nos hemos embarcado en este viaje, que busca hacerse con una sustancia mágica, la todopoderosa Amrita, para deshacerse de España y llevar a la Gran Bretaña a la victoria. En este cóctel explosivo conoceremos a varios personajes clave de la época, desde el propio Ieyasu Tokugawa hasta sus más cercanos aliados: Hattori Hanzo, Ginchiyo Tachibana, Muneshige Tachibana y uno de los personajes más misteriosos de la historia del Japón: la kunoichi -ninja femenino- Okatsu. No voy a enrollarme más con estos personajes porque en su momento realicé un texto bastante amplio a este respecto que podéis ver en el siguiente enlace, pero preparaos para combatir codo con codo con estos personajes históricos, protagonistas de mil juegos, películas y mangas. 

 

 

El camino de la espada... y el hacha, la lanza, el kusarigama...

Entrando en materia, NiOh es un juego en tercera persona muy del estilo de Onimusha o la saga Souls en el que cada combate es un duelo a muerte. Olvidaos de los musou y los beat'em up, en NiOh hasta el personaje más cutre, hasta el esbirro más escuálido puede mataros sin el menor esfuerzo, y es por ello que NiOh se siente como un juego tan especial, tan completo y tan satisfactorio. 

 

Para poder salir airosos de nuestra aventura, y creedme, no es nada fácil, el juego incluye un gran catálogo de armas, estilos y objetos que nos ayudarán en nuestros enfrentamientos. Herramientas que deberemos unir a nuestra propia habilidad y destreza como jugadores, y que en último término deberemos sazonar con inteligencia y estrategia para recuperar a nuestro espíritu guardian. 

 

 

Pero vayamos por partes, lo primero a destacar es que NiOh hace gala de tres posturas de ataque y defensa posible, siguiendo los canones del kendo y el aikido -y de otras artes marciales que surgen de las artes samuráis o bushido-. tenemos así tres guardias o kamaes, Jodan no kamae o guardia alta, Chudan no kamae o guardia media y una guardia baja a caballo entre Wakigamae y Gedan no kamae. Cada guardia tiene sus puntos fuertes y debilidades, así como golpes y técnicas que deberemos ir desarrollando en nuestra 'hoja de personaje'. Por poner un ejemplo, la guardia alta suele dar golpes más potentes aunque más lentos y fáciles de esquivar, mientras la guardia baja se basa en golpes más rápidos y encadenables y la guardia media usa movimientos de mayor alcance horizontal, aunque como os digo, depende del tipo de arma que portemos. 

 

Respecto a las armas, por ahí os publiqué un artículo que profundizaba en los tipos de arma, su alcance y demás, pero si no os apetece entrar en el siguiente enlace os avanzo que encontrarés varios tipos de katana o sable de diversas longitudes y curvatura, la posibilidad de portar dos sables largos a la vez -no confundir con daisho o sable largo y sable corto, generalmente katana y wakizashi-, un gran número de hachas, picos y martillos, lanzas o yaris y, sorpresa que esperaba desde que vi el alfa, usaris o cadenas, en esta ocasión en su versión  kusarigama, es decir, con una pequeña maza en un extremo y un kama o hachuela en el otro extremo. 

 

En cuanto al ataque a distancia, las armas que nos ayudarán a desembarazarnos de los enemigos de lejos también presentan un amplio catálogo que va desde los yumis o arcos japoneses a los mosquetones de mecha y los poderosos cañones de mano a los que se unen kunais -dagas arrojadizas- y shurikens, aunque eso entra dentro de las habilidades ninjas.

 

 

Ninjitsu, ninpos y magia omnyo.

Junto a las armas, que deberemos desarrollar en el apartado habilidades de nuestro personaje mediante la obtención de puntos de samurái, tenemos dos apartados más, Ninjitsu y Magia Omnyo. Estas dos habilidades reciben puntos, al igual que el apartado samurái, según subimos de nivel y optamos por incrementar uno de los atributos del personaje, avanzamos en el camino de las armas cuerpo a cierpo o el uso de magia y Ninjitsu, o utilizamos determinados objetos. 

 

El Ninjitsu, como su nombre indica, cubre todas las facetas de las habilidades del ninja, desde las herramientas clásicas como los kunais, los shurikes y los abrojos hasta el uso de explosivos, objetos arrojadizos con efectos elementales, la posibilidad de cargar más munición o elixires y la resistencia a determinados estados. Algo parecido sucede con la magia Omnyo, una representación de las enseñanzas del Omnyodo que aparece en japón en el siglo VI y VIII como una filosofía a caballo entre el ascetismo y la pseudoreligión y que inspira la figura de los hermitaños yamabushis, adivinos y monjes a los que se atribuían misterioso poderes relacionados con la naturaleza y lo esotérico. 

 

 

Invertir en magia Omnyo nos permitirá crear diversos tipos de amuletos que imbuirán nuestras armas en poderes elementales, nos harán inmunes al veneno, mejorarán nuestras estadísticas contra los daños yokai y elementales, y nos permitirán realizar ataques elementales de proyectil, entre otras muchas cosas. Finalmente tenemos los objetos, que no requieren ningún tipo de habilidad y curarán nuestra salud y estados, nos devolverán al último punto de control, aumentará nuestra cifra de amrita o servirán como objetos de ataque en forma de bombas, ataque espiritual, máscara que escupe fuego y un sin fin de genialidades más ambientadas en el folklore nipón.

 

 

La amrita y los yokai

A lo largo de NiOh deberemos enfrentarnos a dos tipos generales de enemigos, los humanos, en forma de soldados, samuráis, ninjas, piratas y bandidos, y los yokai, las criaturas demoníacas, que vienen en todo tipo de clases y tamaños para hacer del juego algo variado tanto por sus formas como por sus patrones de ataque y debilidades.

 

Por no soltaros otro rollo monumental sobre los yokai, su posición en el folklore japonés y demás, os resumiré que, a lo largo del juego, nos encotraremos yokais débiles en forma de cadáveres reanimados, ya sea de campesinos, soldados, piratas, ninjas o samuráis; yokais más fuertes en forma de demonios, onis y akumas, que portarán diversas armas y surgirán de portales de la dimensión yokai o bien caminarán por los escenarios como el resto de los enemigos, y yokais superpoderosos como el temible Umi Bozu, al que conoceremos en nuestra primera travesía marítima por el mar de japón. Finalmente están los enemigos finales que irán apareciendo para hacer del juego todo un reto. Una vez más, si queréis profundizar en la figura de los yokai os invito a leer el siguiente texto.

 

 

Obviamente, cuanto más poderoso es un yokai o un humano -maldito Tachibana y su duelo al atardecer- más complicado es enfrentarnos a ellos y salir victorioso. Para ello deberemos subir de nivel y aumentar nuestras habilidades y parámetros, loque requerirá una cantidad cada vez mayor de Amrita, el material que ha desencadenado esta locura y que proviene del Rigveda, una antiquísima colección de himnos sanscritos en laque la Amrita -también denominada Soma, como en la novela de -Huxley- es el equivalente de la ambrosía griega, el néctar que beben los dioses para conseguir su divinidad y su inmortalidad. 

 

Clases de mitología a un lado, conseguiremos Amrita tras derrotar a los enemigos, en diversos objetos y descubriendo nuevos templos, lugares que hacen las veces de punto de control y donde podremos subir de nivel, cambiar el espíritu guardián que nos acompaña, invocar amigos para jugar juntos, ofrecer armas y equipo a cambio de amrita y del favor de los dioses en forma de obsequios, y recibir la bendición de los kodamas, pequeños espíritus del bosque popularizados entre el vulgo por Miyazaki en Mononoke Hime y que deberemos encontrar y salvar para obtener beneficios como más amrita o mejoras en la posiblidad de encontrar equipo. 

 

 

La situación de los templos es, siempre, secreta, y deberemos encontrarlos por nuestra cuenta para usarlos como campamento base en nuestra aventura. Cabe destacar que, si nos matan, nuestro espíritu guía quedará en el punto en el que morimos a la espera de que lo rescatemos junto a toda la amrita que habíamos conseguido, pero si nos matan por segunda vez perderemos toda la sustancia vital y recuperaremos la compañía del espíritu. Por si esto fuera poco, cada vez que entramos en un templo los enemigos vuelven a regenerarse, por lo que deberemos volver a limpiar el camino hacia la siguiente área. Por suerte, los enemigos de piedra y los que surgen de los portales no necesitan morir más que una vez.

 

Más débil que tu enemigo

NiOh es un juego complicado. Un título en el que todo parece unirse para evitar que logres llegar al final de la misión. Los jefes finales son tremendamente duros, sí, pero incluso los enemigos más débiles suponen, al princpio, un duro reto a superar. Afortunadamente pronto iremos acotumbrándonos al ritmo del combate, aprenderemos a medir la distancia y el tipo de ataque de los enemigos y a jugar con el factor energía -ki- para no quedar sin resuello en el combate y dejar a los enemigos vulnerables a nuestros ataque más poderosos. 

 

 

Poco a poco, según William evoluciona, notamos que nosotros también evolucionamos como jugadores, eligiendo mejor las rutas, estando atentos a los ataques sorpresa y las trampas, haciendo un barrido con el arco en las zonas superiores antes de entrar en una sala y adoptándonos al combate con una mentalidad más férrea y decidida que al principio. Pronto nos descubriremos estableciendo estrategias para el próximo combate, eligiendo el arma y la postura idónea para cada ocasión y separando a los enemigos para acabar con ellos uno a uno. 

 

Lo mismo puede decirse del juego en general y la subida de parámetros, que nos obligará a pensar conciezudamente en qué valores subir y cuándo para no quedar en clara desventaja respecto a los enemigos. Elegir cuándo aprovechar el potencial de nuestro espíritu guardián, cuándo usar los escasos objetos y cuándo usar un templo es crucial a la hora de avanzar en la aventura sin desesperar. 

 

 

Misiones y demás

Respecto a cómo nos cuenta NiOh su historia, ésta comienza en la piel de William como prisionero en la Torre de Londres en un escenario que a muchos os recordará a la dimensión mazmorra de Demons Souls. Allí William es despojado de su espíritu y comienza su aventura, que sucede en forma de eventos en los que se turnan narrativa de cinemáticas y cortas animaciones muy estéticas con las que profundizamos en la historia del juego. Tras cada misión se abre ante nosotros un mapa de la región en la que nos encontramos y que nos permite acudir al pueblo, donde podemos usar el santuario, aprovechar las opciones de forja, comprar y vender equipo, usar el alamacén y acudir al dojo a entrenar en varias misiones, así como aprovechar las opciones de multijugador competitivo a la espera de que se añada un modo PvP directo en NiOh.

 

Junto al pueblo se abren varias localizaciones donde tienen lugar las misiones principales a la vez que se van abriendo misiones secundarias que nos ayudan a mejorar como personaje y misiones del ocaso, retos complicadísimos que nos llevan a repetir la última misión principal en modo ultra-difícil. Hay que decir aquí que Team Ninja ha hecho un excelente trabajo con las misiones al ofrecer, por un lado, una historia sólida con gran variedad de escenarios y situaciones en lo que respecta a la trama principal y un montón de escenarios para las misiones secundarias, que nos sirven de respiro en la historia con situaciones menos complicadas y nos ayudan a subir de nivel a la vez que nos explican el contexto con situaciones tan variadas como acompañar a Ginchiyo Tachibana a encontrar un regalo para Munishige Tachibana, limpiar una zona de yokais, enfrentarnos a unas apariciones, encontrar una legendaria espada perdida o batirnos en duelo con un legendario samurái. 

 

 

Concluyendo

Esta ha sido mi mejor peor semana desde que entré a trabajar en Mundogamers, y no puedo sino tirar flores a este NiOh que empecé un poco con la mosca detrás de la oreja y que, tras dedicarle por entero mis últimos siete día, me ha demostrado ser todo un juegazo que me ha dejado con una sensación gratificante de logro y autosuperación que hacía mucho que no sentía en un videojuego, seguramente desde los tiempos de Spectrum.

 

NiOh es un juego sumamente difícil que requiere que le dediquemos atención y meditación, pero a la vez es un título épico que, a poco que te involucres, tiene mucho, muchísimo por ofrecer. Si como yo eres un flipado del Japón feudal, las katanas y el folklore nipón, NiOh satisfacerá todos tus deseos al 100% y lo mismo os garantizo si sois fans de la saga Souls o queréis un reto a la altura, cansados de tanto juego sencillo. Ofrece un multijugador sólido con la posibilidad de jugar cooperativo 'sin molestarse', lo que hace que si os parece demasiado difícil podáis superar el reto con un amigo, y se esperan duelos épicos contra otro jugador más adelante en una actualización gratuita. 

 

Una jugabilidad tremendamente adictiva se une a un juego que sabe premiar el aprendizaje y un título hecho con mucho, muchísimo mimo. El contexto histórico está a la altura de las opciones, que nos permiten jugar con los fps y la resolución para optimizarlo a nuestro gusto, y junto a ello, tenemos una total y absoluta libertad a la hora de configurar varios elementos en pantalla así como de desarrollar a nuestro personaje como queramos, basándolo en las armas, la magia o el ninjitsu. Finalmente, NiOh abarca una gran variedad de situaciones dentro de una intensa y muy bien documentada historia, un impresionante catálogo de posibilidades y una demostración de que a día de hoy es posible hacer un juego potente tecnológicamente sin renunciar a ese sabor a grandiosidad de los juegos de antaño. ¿Para mí? El primer gran juego de 2017

 

¡Nos leemos!

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