Analisis Need for Speed Rivals ,PC,PS4,X360,ONE

Mecánicas, mecánicas, mecánicas. Need For Speed siempre entendió este proceso, pero para la generación que se va el camino fue difícil, y los mejores juegos actuales de la serie tenían demasiadas reglas como para permitirte, simplemente, jugar. Hot Pursuit entendió el futuro de la conducción arcade, inauguró un Autolog que ahora está evolucionado y Need for Speed Most Wanted entendió que esa simbiosis entre multijugador y monojugador era posible, pero tardaba demasiado en prepararlo todo para la experiencia. El resultado de todos esos experimentos, de hacer bien las cosas, es Rivals. Es Ghost Games.

Salido de la nada, el nombre de Ghost le viene ni que pintado. Es un fantasma, la sombra de Criterion y uno de los nuevos estudios más interesantes del año. Su 80% que todavía creía que se podía hacer algo más en esto de la conducción, en la fórmula Need For Speed mezclada con Burnout. Y salvo quizá en los choques, supera todo los obstáculos, que no eran pocos; evitar menús, dejar de pensar en modos de juego, integrar multi y single con astucia... En definitiva, que no pares de jugar.

El resultado es tal que la primera hora de juego es como si hubieras montando en una montaña rusa más de lo que tu cuerpo es capaz de soportar. Tras el lento tutorial, todo va muy deprisa. Los objetivos del juego se acumulan mediante un sistema de capas que los diferencia, pero los integra. No hay pausa, todo fluye aprovechando tus reflejos como jugador para saber cuánto eres capaz antes de volver al puesto de mando o guarida y salvar tus puntos (SpeedPoints, que son la moneda de cambio), o perderlos en una huida desesperada.

Tu objetivo es la SpeedList, una lista de pequeñas misiones que van desde cumplir una prueba específica, derrapar, gastar nitro o chocarte contra alguien. A esta capa se le une las abundantes persecuciones de la policía, que pueden dar al traste con tus puntos y las propias carreras que generes tú contra otros jugadores. Rivals está diseñado para el jugador hiperactivo que somos, el que está acostumbrado a trabajar en multitarea, porque no entiende el hacer sólo una cosa a la vez si puede hacer cuatro. Para ello, toma inspiración de Dark Souls en el crimen y en el castigo: los objetivos se cumplen, pero si te destrozan o arrestan, tus puntos (almas) se evaporan. Puedes ir a asegurar a una guarida (hoguera) o puedes intentar hacerlo todo a la vez, salir ileso y hacer que esos multiplicadores suban tus SpeedPoints como la espuma. El riesgo lo pones tú. La dificultad del juego, también.

Esto es nueva generación, a mi entender. Volver a romper las reglas del juego. No darte a elegir entre fácil, medio y difícil. No abrir un menú a la carta en ramificación. Es simplemente jugar, y que pasen cosas. La magia de Need For Speed radica en haber sido capaz de encontrar la simpleza del asunto, tras las vueltas y vueltas que dieron los otros juegos. ¿Es una combinación de Most Wanted y Hot Pursuit? No es tan sencillo como eso; el primero es el motor, recoge su sistema online interesante y lo pule al extremo, mientras que el segundo es la pintura, es la belleza alpina y desértica y el frenetismo de sus persecuciones. Ha corregido todos los fallos que indicamos en su momento de Most Wanted, que era como un profe plasta que interrumpe el juego para poner algo de orden y que podía haber tratado mejor el GPS sacrificando limpieza y volviendo a poner las míticas flechas de un Burnout para no estamparnos mientras miramos el minimapa. Qué bien nos conocen. Todavía le quedan cosas por arreglar, como que en ocasiones no puedas acceder a alguna prueba por ejecutarse una persecución o la regeneración de tu vehículo tras un choque, que puede dejarte mal posicionado. La propia destrucción en sí, que como hemos mencionado anteriormente, no supera a Burnout Paradise y esa física de colisión impactante. 

Hemos podido probar todas las versiones de este Rivals (no dudéis en consultarnos sobre alguna versión en específicas) y dentro de su rango, todas están bien engrasadas. Se nota lo escalable del Frostbite 3, que sólo tenía que cumplir con la generación que se va este año (o quizá no) y lo hace de forma robusta de la misma forma que Battlefield 4; tanto Xbox 360 como PS3 poseen buenísimas versiones, donde verás en tu consola de toda la vida ese sistema de online integrado tan next-gen del que hablan todos los juegos. Xbox 360 parece tener unas texturas  y un acabado general algo mejor, aunque lo hace acosta de un popping algo marcado y una profundidad de campo que hace malabares con la distancia de dibujado para que lo más cercano gane calidad. PS3 pierde algo de definición, pero por contra tienes un acabado general muy sólido.

En el PC está la polémica. Los 30 fps bloqueados hace no sea la versión definitiva y hasta el momento no se ha conseguido un parche o una función mediante la consola de Origin para quitar este tope. Gráficamente está un pequeño punto por encima de la versión de nueva generación, y aunque sus opciones de configuración no son muy elevadas, te permite modificar algunos parámetros como el desenfoque por si no te gusta que hagan ese efecto blur en las curvas y en el turbo. Es una pena que se haya optado por seguir bloqueando la tasa de frames como en anteriores ediciones, pues hace que en algunos momentos el bajón de cuadros empiece demasiado abajo y se note más en pantalla. Por ello, quizá la versión más recomendable sea la de PS4 y Xbox One, las dos a una resolución de 1080p y 30fps, que poseen unas cargas muy similares a la de compatibles y que es una ocasión inmejorable para estrenar la nueva consola. Los reflejos de los coches, las pequeñas gotas de los salpicaderos, las hojas volando en el circuito, la preciosa lluvia omnidireccional y esas tormentas que asustan hacen de cada una de las carreras una experiencia formidable. De esas en las que cuando apagas la consola, estás contento. Te descubres con una sonrisa y te alegra el día. Pocas cosas se pueden decir mejor de un videojuego.

Rivals tiene (y tendrá) muchos rivales para el próximo año, pero pocos siguen su estela. Es lógico, este es el juego de la serie definitivo de una generación, y no es una frase hecha. Es el cúmulo de todas las ideas que ha ido sumando la serie sin tener que apoyarse en nombres míticos para destacar. Es un homenaje no sólo a quien compra Need For Speed porque se lo pasa bien todos los años, sino también a quien lleva jugando desde los primeros. Cuando pasas por uno de esos puentes de madera con techo triangular, un flashback te lleva a Need For Speed 3. Los enormes secuoyas te dejan absorto como cuando los vistes en Hot Pursuit. Los puentes modernistas que sirven de rampa te hacen retroceder un año a Most Wanted. Tanto si te quedas en la actual generación como das el salto a la siguiente, Rivals es más que competente. Búscame online para competir en los récords. Definitivamente estaré ahí.