Analisis Marvel vs Capcom Infinite ,PS4

Marvel vs Capcom Infinite es una maravilla como juego de lucha. En relación a la anterior entrega de la serie, en Infinite se tranquilizan las dinámicas apostando por un juego más técnico. Se despiden por fin esos combos larguísimos que abrumaban a quien los recibía, también se añaden muchas posibilidades para frenar los zoneos y se apuesta por el juego ‘bonito’, por iniciar ataques a ambos lados del rival, a su espalda y de frente a la vez, conectar con una combinación de golpes cuando rompes su defensa, llamar a tu aliado y dejar que siga él con los golpes, y vuelta a empezar.

Lo cierto es que, en lo jugable, Marvel vs Capcom Infinite me ha encantado. Para poder explicar cómo es a los mandos habría que hablar de una amalgama entre Guilty Gear Xrd y Street Fighter Alpha 3 con guiños a Marvel vs Capcom 2. Esto nos entrega un juego que sigue siendo de ritmos intensos y de combos con un número tremendo de hits, pero que concluyen antes y que se encadenan de un modo tan natural como el título de Arc System Works, entendiendo el posicionamiento como en Alpha 3 y con la base jugable de Marvel vs Capcom de fondo.

Las primeras partidas de Marvel vs Capcom Infinite engañan. Ese maldito autocombo es una tremenda tentación que parece casualizar las partidas, pero no es así. Machacar el cuadrado (hemos analizado la versión de PS4) no te conduce por el camino de la mejor combinación de golpes, es tan solo un anfitrión que te enseña las mecánicas básicas del juego, luego querrás más. A poco que empieces a emplear las habilidades de los personajes descubrirás un montón de maneras de abrir la guardia del rival, de continuar desde ahí y de aliarte con el otro miembro de tu equipo para hacer más daño. Es fabuloso que Capcom haya pasado por Street Fighter V, porque ahí ya empezamos a ver habilidades que, más que hacer daño, servían para facilitar un futuro ciombo.

Todo parece funcionar bien a los mandos de Marvel vs Capcom Infinite, incluso las gemas del infinito. Antes de cada combate podremos elegir una entre seis que nos dará una cualidad determinada en la batalla. La gema del tiempo nos permitirá hacer un dash que se pasa por el forro los ataques a distancia, con otra podremos mandar al rival al otro lado del escenario para que rebote contra él e iniciar un combo abusivo, y con otra podremos resucitar a nuestro compañero. Lo cierto es que acaba siendo divertido jugar con ellas. Si te toca enfrentarte a Doctor Strange o a Rocket, es útil tener la que nos permite salvar proyectiles, pero ojo si la llevas equipada cuando peleas contra Gamora, pues se aprovechará del instante en el que se pone fin a la habilidad para atacarte y hacerte daño.

Marvel vs Capcom Infinite supera a su predecesor en sus modos para un solo jugador, tampoco era difícil, claro. Ahora tenemos un modo historia divertido cargado de pequeños retos, con bosses que se matan de una manera especial y con secciones que casi parecen sacadas de un beat´em up. También tenemos un correcto arcade y la joya de la corona: las misiones. En este modo podremos practicar los distintos combos de cada personaje, lo que os hará falta para saber qué ataque conecta con cuál, y es largo, acertado y vicia.

La historia de Marvel vs Capcom Infinite no destaca por lo que se nos cuenta ni por cómo lo hace pues es bastante sosita, pero tiene un guiño al final que resulta muy divertido. Por fortuna, cuenta con una duración aceptable, unas cuatro horas y con un boss final divertido de matar. Aunque la historia me ha satisfecho, no tanto el arcade. Hay un problema con este modo y es que el jefe final de aquí es el mismo que el del modo historia. Teniendo en cuenta que hay que eliminarlo de una manera especial, hace que el final del arcade resulte anticlimático, tedioso y repetitivo. De todos modos, estos son añadidos, lo que hay que sí hay que valorar y agradecer es que se hayan incluido las prácticas de combos por cada personaje desde el día uno.

Mientras que en lo jugable todo parece ir sobre ruedas en Marvel vs. Capcom Infinite, el juego presenta varios problemas a los que ya estamos tristemente acostumbrados. Para tratarse de un juego que explota dos franquicias tan potentes es un título con una presentación desapasionada. Sus menús, el inicio de los combates, las imágenes de presentación, los escenarios y los gráficos no están a la altura, no emocionan. Lo mismo puede decirse de las melodías, no están al nivel. Por fortuna, y salvando algún que otro rostro, los personajes están bien modelados, sus animaciones convencen y se ven unos espectaculares efectos de luces durante las batallas.

Tampoco convence demasiado el roster de personajes. Son 30, pero hay grandes ausencias, mucho reciclaje con respecto al juego anterior y algún que otro luchador que no es demasiado divertido a los mandos. La incorporación que más celebro es la de Jedah, que junto con Chun-Li (que está OP de más, por cierto) se ha convertido en mi equipo main, de cabeza. Ya no es tan divertido jugar con Frank West, con Haggar o con Némesis. No tiene absolutamente ningún sentido que esté aquí el Spencer de un Bionic Commando de PS3 del que nadie se acuerda o que Firebrand repita. En el bando de los de Marvel, no me convence Ghost Rider lo más mínimo, ni Thor, pero celebro lo bien que se maneja Nova, Gamora o Captain Marvel.

La cosa se pone peor cuando juegas el modo historia y empiezas a ver un desfile de caras que sabes que llegarán en DLC tarde o temprano. En Marvel vs Capcom Infinite falta mucho amor, falta mimo en todo lo que no son sus maravillosos, plásticos, orgánicos y creativos combates. Le falta esa pegada que sí vimos en Street Fighter IV, por ejemplo, y es precisamente por estos detalles por los que muchos fans señalan a Capcom con el dedo, enfadados.

Es por ello que, a la hora de recomendar este juego, no puedo hacerlo a los fans de Ryu y de Spiderman que solo quieren disfrutar de sus licencias favoritas. Sin embargo, sí se lo recomiendo encarecidamente a los que busquéis un juego de lucha interesante, con profundidad y de calidad.

En cuanto al online, Marvel vs. Capcom Infinite sale el 19 de septiembre, mañana, y no se podrá valorar este punto convenientemente hasta que los servidores estén llenos, la gente jugando y el código de red puesto verdaderamente a prueba. Por fortuna, aunque falle los primeros días quiero tranquilizaros, este juego sí trae cosas para hacer. Podréis jugar al modo historia, podréis pasaros el arcade y desbloquear colores y músicas, y luego podréis disfrutar con las misiones que hay para cada personaje, que son muchas y complejas. En cuanto a los modos para jugar por internet, me gusta que se haya abierto un canal especial para noobs llamado ‘liga de principiantes’, que sumado a los tutoriales de combos hacen de este un buen juego para los no iniciados en los títulos de lucha.

Con Marvel vs. Capcom Infinite, Capcom aprueba con nota en lo más difícil: ofrecer un sistema de lucha soberbio, fallando en lo más elemental de este tipo de crossovers: enamorar con su presentación, gráficos, sonido y puesta en escena. Hay grandes ausencias en el plantel, hay otros personajes que no se entiende qué hacen ahí, pero claro, luego juegas un combate y se te olvida todo eso, porque a los mandos es sensacional.

Tomaos este análisis como el del juego offline. A lo largo de las semanas estad atentos a las noticias y no compréis hasta que se compruebe que el online va como la seda. Cuando todo esté funcionando, complementaremos este análisis con otro artículo en el que detallaremos las virtudes o desgracias de la espina vertebral de este tipo de juegos. En definitiva: si buscas un juego de lucha sobresaliente, aquí lo tienes. Si buscas una canción de amor a Marvel o a Capcom, aquí no la tienes.