Analisis Mario Tennis Ultra Smash ,WIIU

Lo de Mario Kart es una cosa irrepetible. Siendo un spin-off de la saga de plataformas más conocida de la historia del videojuego, consigue tener mucho más peso y presencia en el catálogo de una consola que muchos de los títulos más recientes de la saga central, y me refiero a casos como a Game Boy Advance, con Mario Kart Super Circuit frente a cero títulos originales de plataformas (fueron todo ports), a 3DS con un Mario Kart 7 que encantó frente a Super Mario 3D Land y New Super Mario Bros. 2, y por supuesto, al ejemplar Mario Kart 8 frente a los muy-buenos-pero-no-tanto Super Mario 3D World y New Super Mario Bros. U. ¿Por qué no puede pasar algo así con los demás spin-off?

Todo esto viene a que toca hablar de Mario Tennis Ultra Smash, y si bien gracias al buen hacer de Camelot tanto las vertientes de tenis como de golf del fontanero y compañía han gozado de muy buena calidad, en pocos casos han llegado a ser lo suficiente como para destacar, y parece que en la misma Nintendo lo saben, y en lugar de esforzarse para lanzar el Galaxy de los Mario Tennis, con Mario Kart Ultra Smash nos traen el título más limitado de todos cuantos ha habido, y es una pena.

La base jugable de Mario Tennis Ultra Smash es buena, es impecable, de hecho, como siempre ha sido, y en esta ocasión tienen a muy bien hacer el separar tan claramente el ‘modo fantasía’ del modo ‘realista’. Nos permite disfrutar de un modo con una orientación más Party en el que todo vale, con superchampiñones para hacernos crecer hasta ocupar la mitad de nuestra pista y dar más potencia a nuestros golpes, súper tiros, ultra mates, efectos locos y demás, pero aún así, esta vertiente está mucho más limitada que en otras entregas en las que cada personaje tenía su propio tiro especial y había mucha más variedad de pistas con todo tipo de condicionantes y elementos a aprovechar que aquí.

Y por otro lado se podría pensar que el modo ‘real’, el del tenis influido sólo por las normas reales, sería la mejor opción para quienes extrañamos a Virtua Tennis. Y no llega a tanto, no quiere llegar a tanto, mejor dicho, pero a pesar de ser la mejor forma de disfrutar del juego, sigue quedando un tanto raro probar con las normas realistas pero que aún así el movimiento de los personajes no acompañe a lo que se podría pedir, entre personajes que flotan y la amplísima diferencia de rango que hace casi inservibles a los personajes más pequeños sin la posibilidad de aprovechar su agilidad para deslizarse.

Y entre todo esto nos encontramos con una ausencia casi total de modos de juego. Hay partidos 1vs1 o 2vs2, con pistas y reglas locas o sin ellas, offline u online, y hay un modo supervivencia, el clásico arcade en el que superar partido tras partido cada vez más difícil (sin llegar a serlo demasiado en realidad), y pudiendo, además jugar 2vs1 con la compañía de un amiibo al que ir subiendo de nivel.

Pero no hay ni rastro de nada más allá de esto, ni un minijuego, ni un sencillo extra más allá de la posibilidad de desbloquear a cuatro personajes (de un plantel bien escaso) jugando de formas concretas para conseguir logros o pagando con las monedas que fácilmente conseguimos jugando unos cuantos partidos.

Es como si hubiesen cambiado todo lo que podría llegar a tener Mario Tennis sólo por un modo online que funciona y la ‘gloriosa Alta Definición™’, sin contar que desde la misma consola y por un precio mucho más reducido uno se puede hacer con mucho mejores opciones como son Wii Sports o incluso el mismísimo Mario Power Tennis de Game Boy Advance con su modo RPG.

Mario Tennis Ultra Smash parece seguir una filosofía de querer ser ‘un juguete más’. Lo tienes ahí, para cuando surja, y jugarlo es divertido si se cumplen las condiciones apropiadas, pero es aburrido como experiencia para un jugador, monótono para dos, y una opción muy mejorable si se da la ocasión de cuatro mandos, cuatro jugadores y actitud de fiesta. Una pena que no hayan aprovechado que es una subsaga sin presiones para hacer algo memorable.