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Analisis Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos de Invierno Sochi 2014 ,WIIU

La nueva entrega de juegos olímpicos de Mario y Sonic deja las posibilidades de la última consola de Nintendo sin explotar.
Jueves 19 de Diciembre de 2013 por Alvaro Ondina

Vuelve el frío y, con él, SEGA y Nintendo nos muestran una nueva entrega de estos juegos que tratan de plasmar, con un aire desenfadado, las categorías que comprenden los Juegos Olímpicos de Invierno. En esta ocasión ha tocado deslizarnos por Sochi, aunque poco nos hubiera importado el lugar. A diferencia de los Juegos Olímpicos de Londres, en los que al entrar se nos ofrecía un tour por la ciudad y sus monumentos más representativos, aquí aterrizamos sin más en el menú para comenzar. Aún así no es lo importante ¿no? No compramos estos títulos para hacer visitas guiadas a través de su presentación, así que centrémonos en qué nos ofrecen estos juegos invernales.

 

Pensad que tenemos, como en Wii Party U, y demás juegos de la generación, nuevas posibilidades. Se trata de una nueva consola, más potente y con un nuevo mando que estamos deseando aprovechar. Y eso es lo que encontramos con Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi -además de un nombre largo, largo- un baile entre los mandos de la sobremesa. Utilizamos tanto el Wii Mote Plus -el nuevo, porque el viejo no lo reconoce- y el Wii U Gamepad. Aunque esta integración no termina de encajar. Hay pruebas que, por su división en dos partes, nos hacen cambiar de mando en medio. Es decir, vamos en carrera con el Wii Mote Plus, impulsándonos en nuestros esquíes y llegamos a la zona de tiro. Ya la consola nos advierte de antemano que dejemos el siguiente mando a mano, en un lugar seguro pero accesible. Así que, cuando nos toca disparar, dejamos uno en la mesa y cogemos el otro para apuntar. Es un momento en el que se rompe la magia del juego. Perdemos ritmo y fluidez. Nos salimos de la carrera para darnos cuenta de que estamos en nuestro salón cambiando el mando.

 

Una mala sincronización entre nuestros movimientos con el mando y los del personaje rompe la jugabilidad


Pero es una nueva generación de Nintendo y tiene mucho más que ofrecer. Estamos viendo cómo llegan a nosotros títulos en 1080p y 60fps. Le echamos un poco en cara a las otras consolas que no logran el estándar y vemos diluido un poco ese término de next-gen. Y aquí es uno de los puntos donde podemos mirar al juego con mejor cara. Y es que las anteriores entregas hicieron su aparición en Wii que no nos permitía un detalle gráfico demasiado reseñable. Se ve muy bien con sus formas redonditas y sus paisajes detallados. Aunque al final no sea esto el epicentro del título, se nota que encuentra su lugar en Wii U.

 

De nuevo nos apartamos de los buenos puntos del juego. Llegamos a ciertas pruebas en que nos sentimos como cuando se presentó Wii por primera vez o el en que creímos en las posibilidades de Kinect. ¡Guau, mis movimientos son los del personaje! Pues no. Es frecuente, durante una carrera, un salto o una prueba de patinaje, vernos meneando el mando de un lado para otro, tratando de simular el movimiento del deportista y ver que algo no funciona. Efectivamente, no capta bien los gestos. Es algo que debería estar superado, pero parece que sigue coleando.

 

Por otro lado, la variedad de pruebas es demasiado similar al anterior. No encontramos una innovación que nos incite a jugar como si de algo nuevo se tratase. Podríamos esperar que se introdujeran nuevos retos pero, siendo realistas, estas competiciones suelen ser bastante parecidas en todas sus entregas. Así que hay que buscar algo distinto que haga que el juego se diferencie de su predecesor lo suficiente para incitarnos a jugarlo.

 

Podemos desbloquear distintos atuendos y disfraces para nuestro Mii mientras jugamos con él


Sin duda alguna, la opción que destaca esta vez, podría ser el multijugador online. Wii U está preparada para enfrentarse a este reto de juntar a jugadores en la red para competir entre ellos. Pero SEGA no ha conseguido sacarle todo el partido a esta característica. Nos ha ofrecido vernos las caras pero el catálogo de actividades es tan restringido comparado con el general, que casi parece una toma de contacto para un futuro proyecto.

 

Así que ese es el traspiés de SEGA con la nueva entrega de Mario & Sonic en unos juegos Olímpicos. Podrían haber conseguido sacar partido a la nueva consola de Nintendo, con una buena captura de movimientos, una gran utilización del Wii U Gamepad o un modo multijugador decente, pero no ha sido así.  El juego parece limitado a explotar la mejora gráfica y no es eso lo que la franquicia necesita. Por supuesto que la fluidez de imágenes por segundo se agradece pero, sin algo más que echarnos a las manos, queda cojo y destinado a pasar de largo. Esperemos que, con el plantel de personajes, podamos ver un próximo título en el que nos sumerjamos en mecánicas novedosas para la franquicia.

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