Analisis Layers of Fear ,PC,PS4,XONE

Layers of Fear es un juego bastante inteligente que juega con el espacio a nuestro alrededor con bastante gracia. Aproximarte por un pasillo que ya de por sí da muy mal rollo y encontrarte con una transformación del mismo o de lo que tienes por delante que no te esperabas es algo que puede hacerte apretar el culo de muy mala manera. Es lo mínimo que yo espero de un juego de terror al estilo de Amnesia o de, por supuesto, PT, al que imita a cada paso. Esto último es quizá lo que más le perjudica.

 

Pese a los 8 meses que se ha pasado en Early Access, Layers of Fear no parece estar del todo trillado como otros juegos que han pasado ese o mucho más tiempo sin acabar en Steam. Supongo que se debe a su caracter narrativo y a que lo que había online era bastante poco, pero como yo solo lo he jugado en su versión final, no puedo hablar mucho de cuánto ha evolucionado o no en dicho tiempo. Solo sé que es un juego que explota muy bien sus virtudes. 

 

 

Esas virtudes son los espacios angostos, oscuros y bien decorados de la mansión del tétrico y alcohólico pintor que interpretamos y que está obsesionado con acabar su obra maestra. Las alucinaciones, la exploración de rincones intrigantes que desenvocan en momentos desconcertantes, la sensación constante de no tener el control sobre ninguna situación y los sustos repentinos bien dados hacen que Layers of Fear funcione en su estructura jugable más básica.

 

Estos sustos están construidos con sumo gusto, todo hay que decirlo. No hay nada como estar resolviendo un puzle que implica moverse por un cuarto y ver cómo los elementos que tienes que emplear no paran de moverse solos de sitios en cuanto te das las vuelta, o que el crepitar del fuego que acabas de encender parece estar derritiendo el mármol y la madera alrededor de la chimenea como si fueran pintura. Y así, en muchas y más perturbadoras ocasiones. El nombre del juego es bastante explicativo en este sentido. 

 

 

Es una pena que algunos de los terrores que introduce de forma más tradicional sean tan tópicos. No me apetece encontrarme a una niña de The Ring en un juego sobre terror donde la gracia de todo el asunto está en la cabeza de lo que ve mi personaje en su entorno. Pero claro, un juego de terror actual no podía dejar pasar la oportunidad de imitar a PT en el tema de la mujer que nos tortura de un modo u otro, y es una lástima, porque el resto de elementos funcionaban muy bien solitos. 

 

Tampoco me gusta que sean tan pesados con la locura de mi personaje. Joe, entiendo que no está nada bien de la cabeza porque vive donde vive, él solito ha organizado unas paranoias mentales en torno a las salas de su casa que no hay manera de resolver y, caray, veo a través de sus ojos el terror que le abruma al no ser capaz de estar a la altura de sus propias expectativas como artista, de verse hundido en una mediocridad que se transforma literalmente delante de sus ojos en algo casi táctil. 

 

 

Y justo cuando empiezas a pensar que quizá Layers of Fear no es tan genial como las primeras horas y sustos te habían planteado, te das cuenta de que llevas un buen rato buscando llaves para abrir nuevas habitaciones para volver a buscar más objetos con los que abrir una nueva sala y darte un susto de nuevo que, por culpa de esos puntos malos que voy citando, ya no disfrutas tanto como antes. 

 

Es una lástima que el peso de las partes que no encajan en un conjunto que, en teoría, es ideal, lo lastren en tantas ocasiones. Al final, Layers of Fear termina por ser un buen juego que no está bien rematado y que parece haberse quedado sin ideas a final de desarrollo, algo que lo mismo es síntoma de su lanzamiento como juego en Early Access. Si queréis un juego que bebe de PT, pero que no está a la altura de dicho experimento, esta es vuestra oportunidad más a corto plazo. 

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