Analisis Journey ,PS4

Journey es una maravilla, y no lo es porque sea precioso o un título con pretensiones artísticas. El título de Thatgamecompany es maravilloso porque sabe cómo emplear el silencio para crear sensaciones e interacciones tanto cooperativas como en solitario muy interesantes. Journey no tiene reto de ningún tipo pero aún así es puro videojuego y muy, muy divertido.

 

Te puedes terminar el juego en unas dos horas y aunque el título invita a la rejugabilidad no lo harás, o sí, si te propones explorar a fondo el mundo de juego; pero con dos horas habrás disfrutado del relato que el videojuego tiene para contarte, ¿y cuál es este? Ahí está la gracia, una cuestión tan interesante como preguntarse de qué va Dark Souls. Estos dos títulos necesitan ser explicados mediante la partida del jugador y con lo que se aprende al hacerlo, porque lo que son textos que te aclaren algo no los vas a encontrar.

 

 

Del viaje de Journey se pueden sacar muchas explicaciones acerca de qué significa, pero eso es cosa vuestra y os recomiendo que no leais ni veais nada al respecto de su supuesta trama antes de construiros la vuestra propia en vuestro coco. De primeras, Journey nos pone en la piel de un ser vestido con un traje marrón y una bufanda del mismo color. La única evolución jugable del personaje se produce al recoger una serie de símbolos. Al pasar sobre ellos el fular se alarga pudiendo planear durante más tiempo.

 

Caminaremos, exploraremos, nos toparemos con estos símbolos y solucionaremos una serie de pequeños puzzles que tienen como fin explicar la naturaleza del ser; aquí todo va de interacciones, pensad en ellas cuando se producen, cuando el ser toca un jirón de tela o incluso a otro personaje; porque sí, como ya habréis leído en un millón de sitios, el multijugador de Journey es sutil y maravilloso, y la razón lo tiene lo que sucede cuando dos personajes se tocan, algo que prefiero que descubráis vosotros.

 

 

Con un personaje cuyos mayores poderes son saltar, planear y emitir un sonido, un escenario abierto precioso y una luz al final que nos indica hacia donde ir se construye todo Journey. La versión de PS4 conserva todas las virtudes del original de PS3 que, salvo por unos 1080p que hace que todo luzca de manera formidable, es el mismo juego; eso sí, para los que tengáis el original este es gratis, así que id a por él.

 

Para todos los demás, para los que os estáis pensando si un juego de 15 euros que dura dos horas, o 12 si sois del Plus y por un breve periodo de tiempo, merece la pena, tengo que deciros que sí. Sé que es mucho dinero para un tiempo de juego tan breve, pero Journey es un magnífico recopilatorio de muchas de las herramientas propias que tiene a día de hoy el videojuego para contar un relato. Posiblemente queráis esperar a que baje más de precio pero corréis un riesgo terrible: que cuando lo hagáis por fin no haya nadie jugando en el online y os perdáis su experiencia a dos jugadores, que en serio, resulta tan interesante por sí misma que por ella merece la pena desembolsar la pasta.

 

 

Como adaptación a la nueva generación no hay nada malo que achacarle, porque si ya tenías el original este es gratis. Si llegas nuevo a Journey lo jugarás más bello que nunca, y el título es condenadamente precioso, además de tener a gente de nuevo jugando en online.

 

Sinceramente, no quiero contaros mucho más de Journey más que recomendaros su compra y su disfrute. Cuanto menos sepáis de él más os gustará, porque gran parte de su gracia es saber darle un elegante uso al cooperativo, a la exploración por mundos lineales, a la guía, a las cinemáticas, a secuencias guiadas de descenso, a la evolución de un héroe y a muchos otros elementos que tiene hoy videojuego para construir algo sensacional; es más, el título sabe jugar con su carencia de reto como elemento positivo, tanto a la hora de ponernos en la compañía de otro jugador como a la manera de penalizarnos cuando nos asaltan. De nuevo, y como cuando apareció en PS3, lo recomendamos sin ninguna duda.

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