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Analisis Inversion ,X360

Una invasión que nos permite romper las leyes de la física
Lunes 09 de Julio de 2012 por Alvaro Ondina

Esta es la generación de los tiros, las coberturas y las explosiones por doquier. Cuanto más espectacular y mayor es el caos, más éxito tiene el título. Sabiendo esto, las nuevas ideas parecen tender hacia ese género que ya tiene el camino hecho. Es como si tuviéramos una idea y, por si acaso, la decorásemos con los colores de moda. La gente de Saber Interactive decide introducir, en el mundo de los shooter, su nuevo concepto; jugar con las leyes físicas para tratar de desmarcarse en originalidad ante tamaño catálogo.

 

¿Por qué no emplear, ahora que sale el tema, la ley de la gravedad sobre la que Newton y Einstein tanto teorizaron? Muchas botellas de Whisky caerían vacías si estos dos genios observasen las alteraciones que Inversion propone sobre esta fuerza de la naturaleza. Y es que, aunque en los trailers hayamos podido ver esas secuencias de gravedad cero o ese arma de impulsos que nos permite empujar y mover objetos o enemigos a nuestro antojo, como si de un Caballero Jedi se tratase; cuando nos introducimos en la piel del agente Davis Russel, todas esas expectativas se nos deshacen en la boca sin apenas haberlas degustado.

 

El uso de armas gravitatorias nos permite usar objetos para lanzarlos

 

Los que llevamos ya unos años en el sector y aquellos aficionados al cine de ciencia ficción; cuando ven una invasión alienígena, que pilla al protagonista de la historia en ese momento americano, entre la salida del trabajo el cumpleaños de su hija (ya es mala suerte que la invasión te pille en tu cumpleaños), nos suena a tópico cinematográfico. Es un gran problema de este título, el transcurso de recibiendo balas hasta en el carnet de la biblioteca que enlazan con más tiros. Pero no es culpa de que el argumento esté mal contado, es que la simpleza del mismo no puede dar lugar a explicaciones ni giros de guión. Incluso esa historia personal, en busca de su hija, se pierde entre la lluvia de balas que va y viene sin parar. Llega un momento en el que, si el jugador aguanta, es recompensado con alguna sorpresa que no duda en generar preguntas, sin demasiada respuesta, sobre los motivos de los fenómenos que acontecen durante la invasión.

 

Las mecánicas del juego funcionan bien, pero llevamos tanto tiempo con ellas en las manos, que no podían salir mal. Y es de agradecer, teniendo en cuenta las hordas de enemigos a las que nos enfrentamos que, en ocasiones, parecemos ser nosotros los invasores. Con estos seres nos sentimos cómodos, como si ya nos conociéramos. Unos humanoides, brutos, con ametralladoras y que salen del suelo. Cuando decimos brutos podemos referirnos en dos sentidos, el nivel intelectual que demuestran y la inteligencia artificial con la que cuentan. Unos se quedan agachados disparándonos desde la lejanía y otros vienen a pecho descubierto hacia nosotros. Nos quedamos con ganas de movimientos astutos, flanqueos y estrategias destinadas a no permitirnos quedarnos quietos.

 

Los cambios de plano gravitatorio nos cambian la perspectiva

 

¿Qué marca diferencia a Inversion dentro de un género que sufre de superpoblación? Ese brillo que aporta el juego de la gravedad, que de manera algo torpe nos intenta otorgar un poder sobrenatural. Las secuencias en las que flotamos en gravedad cero son el centro de la espectacularidad del título, pero no lo controlamos, nos movemos de obstáculo en obstáculo combatiendo con Lutadores en la misma situación. Aparte de eso tenemos el Gravlink, nuestro arma de impulsos gravitatorios, que aunque suena espectacular, en muchos momentos tiramos de arma de fuego, por comodidad en el disparo o por utilidad en la situación. Es cierto, como se ha comentado antes, que nos aporta habilidades como la de coger y lanzar objetos o hacerlos flotar (como la cobertura de un enemigo), pero hay momentos en los que, al usarlo desde nuestro refugio,  rebota contra él y nos encontramos flotando descubiertos, recibiendo balas hasta en el carnet de la biblioteca.

 

Es una lástima que con la gran idea de emplear la manipulación de la gravedad y demostrando en ocasiones que se podría explotar mediante la interactividad con el entorno, para utilizarlo en nuestro provecho; no podamos disfrutarlo a fondo en una entrega con personalidad, donde nuestro control de esa fuerza física nos haga sentir que vivimos algo nuevo, teniendo a cambio una sensación rutinaria y demasiado familiar. Es posible que lo que realmente funcione en Inversion sea el modo multijugador, donde da igual de qué color lo pintes o el lazo que pongas; solo necesitamos destruir al contrario.

5.5
/ 10

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