1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. PC

Analisis Inside ,PC,XONE

Huyendo hacia dentro.
Viernes 08 de Julio de 2016 por Bruno Louviers

Lo primero es lo primero: no me gusta Limbo. Es un juego que llegó en un momento muy especial, cuando el mercado independiente había florecido y empezaban a llegar juegos geniales e importantes. Sin embargo, también había juegos que no eran tan buenos pero que, por el hecho de ser independiente y tener un aspecto distinto, llegaron también a la gente en masa y fueron alabados como si fueran la segunda venida de Super Mario. Considero que Limbo es el juego más representativo de este lado oscuro (jeje) del gran momento indie.

 

Actualmente, creo que la situación independiente es radicalmente distinta: aunque se lanzan muchos juegos, ya no es el mismo hervidero de pasión por parte de la audiencia y vender las mismas copias que hace cinco años es francamente complicado. En este momento llega Inside, un sucesor espiritual de Inside desarrollado por PlayDead Games, otra vez, y lanzado en Xbox One y PC, dejando a la principal plataforma de esta generación fuera por unos meses (supongo). Y mi sensación es la misma: no me vuelve loco Inside aunque veo mejores cosas en él que en Limbo. Tampoco eso era muy difícil.

 

 

La aventura comienza con un niño que escapa de un peligro. Un planteamiento clásico, pero bonito, que PlayDead ha llevado a extremos perturbadores, como ya hicieron en el pasado. La historia es mucho mejor que Limbo, por fortuna, y es uno de los motivos por los que me ha gustado un poco más. Me gusta esta idea de huir hacia delante para acabar en un sitio igual o peor del que partiste, atrapado en una red de araña (no literal, esta vez) en la que acabas más pegado cuanto más intentas escapar. Limbo era deprimente, Inside creo que lo es todavía más a pesar de nos ser un juego negro y blanco. 

 

Esto es algo bueno. Hacen falta juegos tristes, juegos que acaben como no te lo esperas, que se vayan al infierno tan rápido que no te des cuenta muy bien de cómo has llegado ahí y que te dejen con la pantalla del final quemando el monitor con una imagen fija durante varios minutos hasta que vuelves a pulsar el mando cuando vuelves un poco en sí y dejas de pensar: "joder, qué horror". No puedo criticar las intenciones de impactar y de molestar de una forma adecuada al jugador. De hecho, las aplaudo sin ninguna vergüenza. El mensaje, la esencia, la idea de Inside me gusta.

 

 

Un videojuego se sustenta de muchas más cosas, me temo. La mejor historia del mundo contada mediante los mecanismos inadecuados puede ser un bodrio en el medio que nos concierne. Al contrario también ocurre. Inside no termina de acertar al colocar sus piezas narrativas. Y no es porque los fondos, la música y los gráficos no ayuden a hacerse una idea de la opresión y la falta de humanidad del mundo que poblamos. El problema es cómo se juega en ciertas ocasiones y lo poco original que es a veces, a menudo, el juego.

 

Un puzle que me ha gustado mucho: en un momento dado, estamos dentro de una cadena humana y tenemos que imitar lo que las demás personas hacen para que no descubran que somos un impostor. Es una secuencia con ritmo, con tensión y que uno aprende con cierta anticipación cuando ve lo que hacen quienes están por delante de él. Tiene todo lo que se le puede pedir a un juego con puzles de por medio. 

 

Sin embargo, hay otras secuencias donde solo se aprende mediante el ensayo y el error. Ensayo y error entendido mal, entendido como trampa, como dedo acusador del estudio diciéndote: lo has hecho mal, ahora sabes cómo no tienes que hacerlo. Reconozco que esto me encanta en los Dark Souls, pero no me gusta nada en Limbo ni Inside. ¿Por qué? Porque veo que es culpa del juego, no mía, que esto ocurra.  Si voy corriendo en Demon's Souls y me caigo por un hueco que hay en el suelo, al culpa es mía, porque voy corriendo y soy idiota.

 

Si me meto en el agua y me mata un ser marino porque no he llegado a tiempo al interruptor que tengo delante, pues tengo que volver al que tengo detrás en su lugar para distrar el monstruo y así poder usar el nuevo botón, la culpa es del estudio, que me obliga a morir y me frustra para enseñarme cómo se juega. Así no funciona esto, o al menos, yo no creo que deba funcionar así, y por eso no me gustan Limbo o Inside tanto a como a otros jugadores. 

 

 

Así pues, estoy dividido. Venía con un prejuicio de Limbo, que no me gustó apenas; pero creo que tengo suficiente cabeza para quitarme esos prejuicios de la cabeza y aceptar un nuevo juego, aunque sea similar, sin juzgarlo de antemano.

 

Con Inside, he vivido buenos puzles que me han gustado, secciones de exploración donde me ha perturbado el escenario y la ambientación; y he visto un mensaje bonito dentro de lo amargo que es. Y sin embargo, pienso que como juego no es nada del otro mundo, que no hace nada nuevo y que usa unas mecánicas de ensayo y error en algunos momentos que no van nada conmigo.

 

Por supuesto, y recalco una vez más, esta es mi apreciación. No quisiera ser visto como un hater que no razona sus motivos. Si a vosotros os flipa Limbo, no me cabe la menor duda de que Inside os va a flipar todavía más si cabe; pero es que ese no es mi caso: yo veo juegos bonitos que la pifian a la hora de jugar y que lo bueno que tienen cae bajo el peso de la frustración injustificada que siento en determinados momentos. 

6
/ 10

<< Anterior Siguiente >>