Analisis Golden Rush ,PC

Antes de nada debo pedir perdón porque he tardado más de la cuenta en traer este análisis. Bueno, tampoco es mucho si tenemos en cuenta que el juego del que voy a hablar salió hace apenas dos semanas en acceso anticipado en Steam. No obstante, el género en el que se incluye no es que tenga demasiados aspectos a analizar que necesiten de horas y horas de juego, aunque no viene mal jugar de todas las maneras posibles. Por supuesto y como no podía ser de otra forma, voy a hablar de un MOBA. Concretamente, Golden Rush, un juego en el que, por primera vez en la historia del género (al menos, que yo sepa) la clave no está en destruir bases y matar enemigos. Increíble, ¿verdad?

A grandes rasgos, Golden Rush no tiene que envidiar nada a los más grandes, esos que ocupan dobles páginas en los catálogos, aunque sí llega a un universo demasiado reñido entre aquellos que están por debajo de League of Legends. No obstante, tiene sus pequeñas novedades que aportar a los MOBA. Pequeñas novedades que pueden marcar la diferencia, porque lo cierto es que sabe qué puede llamar la atención. En el caso del juego de Forbes (sí, de Forbes), hay varios elementos que a simple vista no son más que detalles, pero han conseguido crear un juego muy diferente a lo que estamos acostumbrados.

 

La principal diferencia con respecto a otros juegos del mismo palo la encontramos en el número de jugadores. Tenemos doce jugadores, repartidos en cuatro equipos de tres. Esto sería bastante raro de ver en los mapas convencionales del tipo Dota/League of Legends o incluso en Smite (aunque no descarto que sería viable en alguno de los modos de éste o de Heroes of the Storm), por lo que Golden Rush presenta un mapa “totalmente” nuevo. Las comillas son porque, a pesar de no parecer viable en el mapa del MOBA rey, el mapa de Golden Rushrecuerda muchísimo al modo Dominion de League of Legends.

 

Pero, vayamos por partes. Dominion es un mapa circular con cinco puntos clave que hacen la vez de vértices de un pentágono. En el caso de Golden Rush, estamos ante un mapa cuadrado con cuatro “bases” de inicio, una para cada equipo de tres. En el resto del mapa nos encontramos con diferentes elementos que son también una clave para la victoria, que en este juego se consigue ganando dinero. Pero sigamos hablando del mapa.

 

 

No es que vaya a hablaros de BDSM, no se me pongáis tontorrones. No, seguimos hablando de MOBAs, que no son algo tan erótico, quitando el hecho de la presencia de tetas. Muchas tetas. Pero tetas ficticias, que eso es como quien tiene un tío en Graná, que ni tiene tío, ni tiene ná. Aunque conozco a más de uno que con una teta hecha a base de píxeles le basta y le sobra. ¡Y me estoy distrayendo del tema! Volvamos al mapa y al primer elemento clave de éste: las torres.

 

Como le pasa a todos sus primos hermanos, en Golden Rush controlar las torres es muy importante para la victoria, pero no lo es de la misma forma que lo es en otros juegos. Mientras que en la mayoría (por no decir todos) los MOBA debemos destruir la base rival y sus torres en el camino, en Golden Rush sólo tenemos que quedarnos junto a una torre durante unos segundos para capturarla. Eso sí, no será fácil, ya que si la torre no está de nuestra parte, nos atacará. Una vez sea nuestra, ésta golpeará a los enemigos, jugadores o monstruos neutrales; además de proporcionarnos una buena cantidad de oro por segundo en nuestro camino a la victoria.

 

 

Hay un total de cuatro torres en el mapa de Golden Rush, cada una próxima a una de las zonas de inicio. Sin embargo, todo jugador, del equipo que sea, puede capturar una torre, aunque esté al otro lado del mapa. Una buena estrategia puede ser mandar a un jugador a una torre cercana al enemigo nada más empezar. Puede ser arriesgado, pero controlar dos puntos estratégicos en el mapa nada más empezar puede ser una buena jugada si se hace bien.

 

Pero las torres no son el único elemento que otorga oro en esta carrera hacia la riqueza más que a la victoria (los héroes tienen que vivir de algo, ¿no?), por lo que nuestra misión secundaria será matar el máximo de monstruos posibles. Los monstruos aparecen en diferentes campamentos del terreno, aunque también pueden aparecer aleatoriamente por los caminos o de entre los arbustos. Nuestras torres les darán un buen repaso a los que se acerquen demasiado, pero también nos tocará a nosotros buscarlos y matarlos más rápido que nuestros enemigos para hacernos con los dineros.

 

Dineros que también se consiguen, por supuestísimo, matando a los otros jugadores. Aunque no es algo que sea estrictamente necesario en este juego, matar se vuelve más divertido de lo normal, más allá de la simple rutina de asesinatos de cualquier otro MOBA. Y es que en Golden Rush hacemos un todos contra todos, tres contra nueve, y, en fin… ¡Locurote máximo! El problema es que con este acceso anticipado tenemos un número de héroes muy limitado, así que se vuelve muy repetitivo el luchar con y contra los mismos una y otra vez.

 

 

Hay ciertas cosas que no quedan muy claras en Golden Rush. Por ejemplo, el objetivo. Sí, sabes que tienes que ganar más oro que el resto, pero a simple vista no sabes cuándo llegas a la cifra adecuada.. La victoria se consigue siendo el primero en obtener 30.000 monedas de oro. Para ello hay opciones más interesantes que lo de capturar torres o matar monstruos neutrales. Dos de las grandes claves de la partida son la rana dorada y el dragón.. En el caso del dragón estamos ante el típico monstruo final de un MOBA (que en realidad no es final, porque siempre vuelve a aparecer por mucho que se le mate) que se encuentra en el centro del mapa y que es duro de pelar. Lo más chachi pistachi, sin embargo, es la rana.

 

La rana dorada o rana de oro es más bien un sapo obeso que se pasea por todo el mapa dando saltitos imposibles que te harán desear su muerte más allá que por avaricia. Conforme le vas pegando, va soltando dinero, hasta que llega el final de su vida y te da el premio gordo: un cofre. Que de esos también hay varios repartidos por el mapa. Los monstruos más duros siempre guardan un cofre.

 

De modo que Golden Rush es una carrera hacia un límite de pasta. Suele estar muy igualado, aunque siempre hay equipos más agresivos que otros y gente que no sabe muy bien qué tiene que hacer (normal en un juego que acaba de salir). Lo mejor es ir todo el equipo junto, que somos pocos y si nos separamos esto es un caos. Aunque está bien montar algunas estrategias del tipo “dos por aquí, uno matando monstruos”, por ejemplo.

 

 

Lo que más me ha llamado la atención de este título ha sido que cuando terminas una partida olvidas que estás en un MOBA. Ahí es donde entra el desarrollo y el crecimiento de un personaje. Aquí no estamos ante un League of Legends o un Smite, donde vas comprando objetos durante la partida para que tu personaje sea más fuerte en esa única partida. No, Golden Rush es un poco más como Heroes of the Storm en el sentido de que el personaje se desarrolla más allá de una partida de 30 minutos.

 

 

Cuando terminas de jugar, tu menú principal es tu personaje (o personajes), su inventario, su cofre y la tienda. Todo muy al estilo de Diablo, lo que te permite mejorar a tu personaje después de cada partida, y no durante. Es curioso, cuanto menos, tener este sistema de desarrollo, muy contrario al estilo MOBA de “cada partida es única”. Así, nos es mucho más fácil encariñarnos de un personaje, fortalecerlo y adaptarnos a él.

 

Para las compras en las tiendas tenemos dos formas de pago: el oro y las gemas. Con las gemas se compran pociones que pueden utilizarse durante las partidas, mientras que con el oro se compran objetos. No obstante,algunos monstruos pueden soltarnos equipamiento en las partidas, como si estuviéramos, verdaderamente, en Diablo II. Y digo II y no III porque, hombre, a nivel gráfico el juego no es para tanto. Pero eso es otro tema, que viene ahora:

 

 

Golden Rush es un juego que no tiene detrás a una gran compañía experimentada como puede ser Blizzard o puede ser Valve, y se nota que no es que lleve un duro trabajo de “vamos a hacer el juego más bonito de la historia”. Así que gráficamente es un juego del montón, más similar a League of Legends que a Smite, pero en la sencillez de su aspecto también hay cierto encanto.

 

Por otra parte, es curioso que para no ser gran cosa, sí pide ciertos requisitos en los ordenadores, lo cual sorprende bastante. Así, los ordenadores con unos cuantos años verán algo ralentizado el juego, como si tuvieran lag, por mucho que su Internet vaya a las mil maravillas. Pero no os preocupéis, para aquellos que ya estén acostumbrados a jugar así, esto no es nada nuevo.

 

 

En general, Golden Rush es sencillo y simple, entretenido, divertido, para echar un rato. Sin embargo, no llegará nunca al nivel de los más grandes, algo que en Early Access ya puede verse con colas lentas (aunque no tanto como en Dota). Lo que podría traducirse en que todavía hay pocos jugadores. Personalmente, recomiendo este MOBA para aquellos que estén empezando y para los que se aburran de jugar siempre a lo mismo. No deja de ser un juego más, pero nunca se sabe si al final te conquista y lo dejas todo por él.

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