1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. 3DS

Analisis Fire Emblem Fates: Revelación ,3DS

El final bueno por un camino muy diferente. La entrega más completa.
Lunes 16 de Mayo de 2016 por Víctor Junquera

Fire Emblem Fates es un único universo del que podemos ver tres caminos paralelos. Los tres caminos, Estirpe, Conquista y Revelación, comienzan con un prólogo común, cinco breves capítulos en los que nos presentan con acierto las bases del juego y sus novedades en la saga, los protagonistas de esta historia de dos reinos enfrentados y el principal motivo del conflicto. Fire Emblem siempre ha sido un juego de decisiones, un juego en el que cada movimiento es una decisión importante con futuras consecuencias. Y tras ese prólogo, es hora de tomar una decisión.

 

¿Y si hubiese una tercera opción...?

 

Cuando el alba se torne anochecer

y el anochecer se torne alba,

la entrada verás aparecer.

 

 

La idea de que Fire Emblem Fates: Revelación tenga un lanzamiento más tardío, sólo digital y únicamente como acompañamiento a Estirpe y/o Conquista tiene sentido, pero tiene sentido sólo como el juego a jugar en segundo ó tercer lugar dentro de estos tres títulos que componen Fire Emblem Fates, por separado, pero a la vez en conjunto. Fire Emblem Fates: Revelación nace de la idea de que en una guerra de dos reinos enfrentados, el reino de tu querida (y aparentemente malvaa) familia adoptiva y de tu recién descubierta familia biológica, decidas terminar con la guerra escogiendo no posicionarte por ninguno de los dos bandos.

 

Hablaba de cómo Fire Emblem Fates: Estirpe es el ideal para empezar por acostumbrarse a las novedades, pero también porque es el que más tiempo se toma en presentar mundos y personajes, y Conquista quizá debería ser el último por ser el que mayor reto supone de los tres, pero aún así, también está bien en segundo lugar, ya que Revelación es el que te tendrá más horas pegado más allá de la trama principal.

 

¿Por qué la Reina Mikoto tenía tanto interés en recuperar a Corrin? ¿Por qué estaba ahí la Yato?

 

Fire Emblem Fates: Revelación es un juego de conclusiones, su trama avanza rápido entre misterios que se revelan pronto, pero tiene tiempo para dar más de un giro impredecidble y la sorpresa sigue ahí de principio a fin, incluso aunque lleves un centenar de horas acumuladas entre los otros dos caminos que, al fin y al cabo, contaban y cerraban su propia historia lejos de una amenaza invisible que en Revelación es protagonista. La trama de Fire Emblem Fates: Revelación no busca desmerecer a la de Estirpe ni a la de Conquista, ni decir que lo antes vivido era mentira. Es una realidad diferente, quizá es lo que se podría considerar el 'final bueno' a pesar del trayecto completamente diferente, pero para casar todo ello en un sólo juego de una duración apropiada, hay que hacer cierto sacrificio como es el centrarse menos en presentaciones de lo que el jugador ya debería conocer.

 

Al ahondar menos en relaciones entre los personajes principales que ya se vieron en Estirpe o Conquista o en secundarios relevantes que aquí reducen sus diálogos sólo a lo más importante, parece que todo tiene algo menos de lógica, que avanza de una forma más atropellada. Aunamos bajo un mismo ejército a familias rivales sin mucha más explicación que una confianza inexplicable en el/la protagonista y pocos son los que oponen resistencia a lo que debería parecer una locura, todo para hacer que Fire Emblem Fates: Revelación pueda detenerse más en lo místico y lo invisible que es lo que, en el fondo, podría esperar el buen fan de Fire Emblem a la hora de pensar en una historia.

 

¿Qué se esconde de verdad detrás del Rey Garon?

 

Fire Emblem Fates: Revelación también recupera alguna que otra característica demandada por quienes quieren que Fire Emblem vuelva a ser más complejo de lo que fue Fire Emblem Awakening, y a pesar de poder hacernos con más de 60 unidades en total, aquí existen aliados que podemos perder si no estamos atentos, no todos se unen porque sí por la historia o se reclutan por hablarles en batalla con el avatar protagonista, sino que algunos requieren que sea un personaje concreto quienes hablen para reclutarlos, haciendo que, una vez más, esa búsqueda de la partida perfecta de Fire Emblem sin perder a nadie tenga un desafío extra.

 

También es novedosa la incorporación de mapas algo más enrevesados, de escenarios que no sólo necesitan que acabes con todos los rivales en la cuadrícula, que acabes con el jefe, que escapes o que tomes una posición, sino que aquí hay una intervención mucho mayor de un escenario que necesita ser explorado, de alguna fase con toques de laberinto, de limitaciones que modifican la forma habitual de jugar,... Este ritmo de mapas nuevos es un tanto irregular, cabe decir, ya que comienza muy fuerte con novedades mientras que el segundo tercio del juego, el tercio reclutador, se conforma con un popurrí de mapas ya vistos en Estirpe y Conquista con ciertas modificaciones que saben a poco para quien ya lleva un centenar de horas de Fire Emblem Fates a sus espaldas, pero lo compensa con creces con casi una veintena de mapas nuevos y los mejores aprovechamientos de las Venas de Dragón (esos elementos modificadores del terreno que sólo puede usar la realeza) de las tres entregas, que jusifican que juntemos bajo la misma causa a Nohr y Hoshido.

 

¿Qué demonios es el protagonista?

 

Claro que si Fire Emblem Fates: Revelación no es tan difícil como Conquista y éste tampoco ofrece una perspectiva muy útil para comprender todo el conjunto, ¿por qué dejar Revelación para el final? Esto puede ser una decisión más personal que otra cosa, como lo es en sí el escoger entre Estirpe o Conquista para empezar, pero pensando en el título al que echarle más horas, el juego en el que tener más posibilidades, el juego en el que poder invertir más tiempo en emparejar unidades para crear mejores descendientes (y con más sentido, pensando por ejemplo en el resultado de Subaki+Selena), y en el que más sentido tiene invertir esta clase de tiempo ya que podemos crear la mejor base posible en Mi Castillo al contar con elementos tanto de Hoshido como de Nohr, y crear un castillo difícil de asaltar por otros usuarios online es un gran aliciente, teniendo en cuenta que conseguimos recompensas con cada invasión, visita y opinión recibida.

 

Fire Emblem Fates: Revelación tiene sentido como historia aparte, como DLC. Aunque podría haber sido el único Fire Emblem Fates lanzado en lugar de haber explorado los tres caminos, haber estirado más de la cuenta la campaña principal con explicaciones de más y mapas menos complejos entremezclados (la parte de Estirpe) u ofrecer una altísima dificultad de forma constante y eliminar el grindeo que permite todo ese 'juego adicional' de habilidades y vástagos (la parte de Conquista) podría haber hecho, al final, un producto más irregular. Y teniendo en cuenta la cantidad de horas que puede llegar a ofrecer el conjunto de Fire Emblem Fates (130 horas por aquí, sin detenerse mucho) y que no es necesario comprarlos y jugarlos todos de golpe, la inversión en un formato así parece más que justificada.

 

¿Qué se deja Azura por contar en Estirpe y Conquista? En Revelación, todas las respuestas.

 

No está tan justificada la ausencia de características del original japonés demandadas por muchos, como el doblaje (sólo en un inglés un tanto irritante) o el retoque de una buena cantidad de diálogos e incluso actitudes de ciertos personajes (Beruka la mudita, Effie la vigoréxica,...), pero aún así, Fire Emblem Fates en este triple lanzamiento sigue dando mucho, tanto al fan que busca el desafío y la épica como al jugador que aún no sabe que es fan. Y sin ser necesariamente la mejor, Fire Emblem Fates: Revelación es la más completa de las tres entregas, aunque inevitablemente necesitade la existencia de Fire Emblem Fates: Estirpe y Fire Emblem Fates: Conquista.

 

Si quisieras haber partido de otra decisión en las sendas del destino...

-Apoya a Hoshido

-Apoya a Nohr

9
/ 10

<< Anterior Siguiente >>