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Analisis Far Cry Primal ,PC,PS4,XONE

Un buen juego, pero que ya se repite.
Martes 23 de Febrero de 2016 por Bruno Louviers

Paraos a pensar por un momento en la obsesión de Ubisoft por la historia. ¿Existe ya algún período en el que no hayan estado presente? Gracias a Assassin’s Creed, han visitado prácticamente toda la historia del hombre moderno, ¿pero y el hombre primitivo? Aquí entra Far Cry Primal, el segundo spin-off de la franquicia tras el fenomenal Blood Dragon. Permitidme que lo considere como tal y no como un DLC.

Far Cry Primal es muy Far Cry, al mismo tiempo que se queda corto dentro de la propia franquicia. Me encantan todos los Far Cry, desde el primero y sus tonterías, hasta el 4 con su reformulación de lo ya expuesto en Far Cry 3 con absoluta genialidad. Y no hablemos del impresionante Far Cry 2, porque no acabamos nunca entonces.

 


Sin embargo, tengo la sensación de que a Far Cry Primal le falta algo esencial que lo diferencia del resto en el buen sentido, pues por lo que he podido ver en mi partida de 30 horas, se le nota distinto en un mal sentido, en el de la escasez de ideas, en el de la repetición y en el económico: ¿os habéis fijado en que este juego no tiene pase de temporada? Es obvio que en Ubisoft no lo tienen tan en cuenta porque, al final, sí es una ‘reskin’ de los dos anteriores.

La sensación de déjà vu es bastante cruel, y me duele admitir que está ahí. Ya era palpable en algunos momentos de Far Cry 4 con respecto a Far Cry 3, pero pude con ella. Se ve que a la tercera va la vencida y que ver la misma, misma, misma animación para recolocar una muñeca rota ya me ha molestado. Y este es solo un ejemplo específico: si os ponéis a fijaros en animaciones de asesinato, en movimientos de cámara, hasta en la estructura de las cinemáticas… En fin, que no acabáis nunca.

Obviamente, este no es un problema único de Far Cry Primal y se podría achacar a las franquicias anuales también, ¡pero eso no lo hace menos grave!

 


No me gustaría dar la sensación de que odio el juego a pesar de este arranque tan pesimista, porque la verdad es que he podido jugarlo bastante conforme todo el rato. Me ha gustado mucho el tema del idioma inventado, por ejemplo, pues hace que las ‘conversaciones’ sean rápidas, directas y primitivas. Alejarse de la palabrería innecesaria de los dos juegos anteriores es un acierto, sinceramente.

También soy muy, muy fan del tema del control animal. Esta es la gran característica de Far Cry Primal, y aunque al principio no compensa tanto como desarrollar el árbol de habilidades de asesino sigiloso, al final se deja querer mucho y es tremendamente divertido de usar. Además, cada captura de un animal se siente como una pequeña misión en sí misma, pues hay que sentirlos, seguirlos, arrinconarlos y matarlos o capturarlos. Esto se ejecuta mucho mejor en las misiones de captura de animales legendarios, que es lo mejor del juego con diferencia, mejor de lo que lo era en los anteriores, claro.

Los distinto árboles de desarrollo de habilidades son tan completos como siempre y permiten configurar distintas maneras de juego, y aunque la naturaleza de Far Cry Primal parece muy específica, creo que hay ramificaciones tan interesantes como en los anteriores.

 


Yo no soy de jugar a lo bestia en esta saga y siempre libero campamentos por lo bajini, cazando a los enemigos uno a uno y haciendo uso del concepto ed puzle vivo que sigue funcionando  muy bien a la hora de capturar torres y asentamientos. En Far Cry Primal he seguido actuando así, pero primero usaba mi lechuza para otear el horizonte y marcar enemigos y luego tiraba de mi fiel dientes de sable para matar enemigos con sigilo. El resto, ya era cosa de mi habilidad con el arco, la honda y la lanza.

Me gusta que las armas de este juego sean por lo general silenciosas y me permiten expandir un poquito mis intenciones de ninja prehistórico, pero eso no significa que no termine echando de menos las armas de fuego más tradicionales. Aunque haya tres arcos, uno echa de menos lo que siempre caracteriza a un juego de disparos en primera persona: el ametrallar cosas compulsivamente. Y si yo, que no suelo jugar así, lo he echado en falta varias veces, imaginad los que van a lo loco en esta saga. Ellos pueden usar los mamuts para entrar a lo bestia en los campamentos, pero no es lo mismo, no.

La historia de Far Cry Primal, una vez más, trata de un personaje que no avanza nada personalmente y que es un mero contenedor para nuestras intenciones homicidas. No es como si me molestara, sobre todo por lo que comentaba de las conversaciones cortas y directas; pero sigue siendo una vez más de lo mismo y casi sospecho que esto es todo una forma de ahorrarse trabajo en Ubisoft.

 


No puedo decir que Far Cry Primal sea un juego fundamental que haya que comprar sí o sí, sobre todo con otros juegos en el horizonte como The Division, Dark Souls III o Uncharted 4, si me apuras. Es un juego que da unas 30 horas de juego, o muchas más si eres un completista. Yo lo fui con Far Cry 3, algo menos con Far Cry 4 y con Far Cry Primal no he encontrado las fuerzas para ello.

Si te apetece seguir comprendiendo esta saga y ver cómo puede evolucionar de cara a un Far Cry 5, desde luego que debes comprarlo. El control animal, las situaciones de violencia primitiva, la tensión del sigilo y el encanto de su mapa lleno de objetivos son las cosas a tener en cuenta para saber si vas a divertirte con él más que la acción desaforada. No sé si eso es algo que sea bueno para Far Cry, como saga, pero así es como he entendido este juego.

 

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