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Analisis Far Cry 3 Blood Dragon ,X360

Hablando de tú a tú con los dioses.
Viernes 14 de Noviembre de 2014 por Diego Emegé

Far Cry 3 Blood Dragon es una idea estupenda al alcance de cualquier bolsillo. Tomar el buen trabajo de Ubisoft Montreal con el título original y transvestirlo en una horterada de niveles surrealistas y humor pasado de vueltas es un hecho estupendo que merece un aplauso por lo atrevido que resulta. Homenaje al cine caspa de los ochenta con miles de referencias, chascarrillos y bromitas que gustarán a jugadores que vivieron la época del VHS y el video-club. Un parodia que no descuida las bases que lo convierten en una buena pero humilde producción.

 

Una especie de futuro distópico en el que Canadá es un cráter humeante y el homenaje a la bandera americana es recurrente por cada uno de los habitantes de su tierra, contaminada por tigres de colores alucinógenos y dinosaurios de grandes dimensiones dispuestos a achicharrarte con su rayo láser y elegantes neones. Neones, por cierto, que adornan casi cada una de las localizaciones Blood Dragon, mientras nuestro personaje, Rex 'Power' Colt, caracterizado por Michael Biehn (protagonista de películas como Terminator o Aliens), por cierto, suelta palabrotería barata por su sucia bocaza. Ingredientes necesarios para meternos en un contexto salpicado por estimados clichés de la época.

 

Soldados de los ochenta, puro amor

 

Dejando de lado su escenario, el concepto de Far Cry 3 se mantiene prácticamente intacto en Blood Dragon: comenzamos con unas misiones guiadas y acabamos consiguiendo avanzadillas por todo el mapa que nos nutren de nuevas misiones y acontecimientos. La libertad durante toda la obra es absoluta, y nada nos obliga a continuar con  la historia si nos apetece investigar o hacer misiones que nada tienen que ver con las principales. No cabe duda que lo interesante en cuanto a su historia y desarrollo se encuentra centrado en esa trama separada por capítulos, pero creo que se ha descuidado el trato de esas misiones extra.

 

¿Quizás muy simples? ¿Puede que la evolución no esté a la altura del número de ejercicios expuestos en las distintas bases? En fin, son muchas las teorías y elementos que nos lleva a preguntarnos qué diablos ha podido ocurrir en ese punto, pero comienzan muy mal y no acaban de mejorar durante el resto del desarrollo. En cambio, las misiones principales, acompañados por los comentarios de los enemigos y tus propios aliados saben dar una dimensión realmente surrealista y mágica con cada acto. Sin su apartado sonido, Blood Dragon sería otra cosa muy distinta.

 

Un arsenal cargadito de clichés y poses surrealistas

 

El trabajo de localización al castellano, de hecho, es más que notable: se ha sabido dar el tono necesario a su doblaje y se nota que los actores han querido ser partícipes del homenaje. La música también es un punto importante dentro de la obra: suena recurrente y hasta cierto punto puede ser reiterativo en la presente reseña, pero suena a ochenta puro, y en su sonido se ha sabido mimar un apartado que en los últimos tiempos parece descuidarse. Blood Dragon imprime carisma en su sonido, y está alejado de muchos otros ejercicios sonoros en los que todo acaba sonando igual, aquí no es el caso: aquí hay mucho amor y vas a querer una banda sonora editada a la de ya.

 

Ese toque de humor y amor no queda únicamente en los personajes y escenarios, se adivina también en las armas y gestos del bueno de Rex. Los homenajes son del todo variopintos, y uno de los primeros me robó el corazón, pero creo que lo mejor es callarse e invitaros a que los descubráis vosotros mismos: no querría unirme a esa tonta batalla en pos de demostrar lo muy ochentero que es cada redactor que ha analizado el presente juego, casi que mejor que lo descubráis vosotros: seguro que os encantarán.

 

Cohetes y amenazas nucleares proto-futuro de los ochenta, puro amor también
 

 

Partiendo de la base que estamos ante un juego descargable y que el precio acompaña al contenido aprovechado de otra obra del que más allá de su concepto y motor no queda prácticamente nada de su desarrollo original, creo que es una buena idea por parte de Ubisoft el aprovechar el contenido para homenajear con tanto cariño y buenas vibraciones una época maravillosa. Parecía un videojuego de broma, parecía que desde las oficinas canadienses se estaban quedando con nosotros, pero al final uno se alegra de ver que se tiene valor para tratar el humor en el videojuego. 

 

Creo que resultará interesante conocer el desarrollo y éxito de Blood Dragon: si funciona puede que muchos también se unan y saquen buenos contenidos ahorrando recursos y vendiéndolos a un precio digno. En el caso de funcionar esos productos, si están a la altura de Blood Dragon, serán bienvenidos.

 

I'm gonna tell Aunt Mary about uncle John, he claims he has the music, but he has a lot of fun, oh baby, yeeeeah, oh baby, havin' me some fun tonight

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