Analisis Far Cry 3 ,PS3,X360

Hay un momento en Far Cry 3 que Vaas, el villano tan característico del título, te dice que la locura es hacer lo mismo todos los días de tu vida. No estamos ante la mayor revelación que ha dado la historia de los guiones, pero para un shooter donde lo que menos te esperas es que te haga reflexionar algo, es todo un privilegio. Enseguida vamos con el planteamiento del juego y todas esas cosas típicas de un análisis, pero quiero incidir en esto. En algunos momentos, Far Cry 3parece ser consciente de que tú eres un jugador a los mandos de un videojuego. Coge como cliché un típico grupo de adolescentes californianos adinerados que creen tener la vida solucionada, pero que de la vida no saben nada. De acuerdo, nosotros somos españoles y no tenemos un duro, pero podemos interpretar un rol similar al enfrentarnos a un entorno natural, desafiante y peligroso que nunca hemos vivido. 

Far Cry 3 quiere que tú, como jugador, te transformes. Quiere que veas todos esos peligros orgánicos y sufras como un condenado, para que poco a poco vayas haciendo lo que ellos llaman "el camino del Guerrero". "La sociedad te enseñó a fracasar", dice Dennis, "no la naturaleza". Puedes pasar de toda esta verborrea indígena, por supuesto, pero el juego te enseña a utilizarla, aprovechando el entorno y la experiencia a tu favor. Jason Brody, nuestro alter ego, va transformándose hasta verdaderamente llegar a sentir cómo la jungla, lo natural, lo verdaderamente importante, cala en él. Por primera vez sabe cuál es su camino.

O no. Puedes verlo sencillamente como un shooter de mundo abierto con un apartado tecnológico de quitar el hipo. Pero el resultado sigue siendo igual de impactante. Recorrer la isla ya sea atravesando velozmente sus junglas, cogiendo un todo terreno, un quad, una moto de agua o un ala delta es un placer para los sentido. La aproximación al combate sigue siendo fundamental, bien diferenciada aquí por el camino del Guerrero que prefieras. La garza, o cómo eliminar enemigos a distancia. El tiburón, o como matar en combate cercano. La araña, o cómo ser una asesino silencioso y letal.

El sistema de juego es tan clásico que, de hecho, nos recordará a Assassin's Creed en múltiples ocasiones. Se nota que Ubisoft no ha querido cometer los fallos de la segunda entrega y han preferido "inspirarse" en algo que funciona. Por ello, revelaremos el mapa gracias a unas torres de radio que hacen aquí de atalayas. Escalarlas se hace cada vez más difícil de un modo que nunca pensaste que sería posible para la primera persona, casi emulando ese gran nivel de "plataformas" en el puente derruido de Half-Life 2 (vale, quizá eso es pasarse). De hecho, tanto se parece en ocasiones a Assassin's que incluso se han permitido la osadía de calcar un código de programación a la hora de seguir a un personaje sin que nos vea, con la misma mecánica exacta.

Detalles aparte, Rook Islands es todo lo que siempre soñaste de un entorno tropical, pero con un montón de piratas que eliminar. A diferencia de Far Cry 2 y esas constantes reapariciones de enemigos, Ubisoft ha tomado buena nota y ahora podemos capturar puestos de enemigos para convertirlos en aliados o, sencillamente pasar de ellos sin más, esquivándolos o mediante el viaje instantáneo, ya que las misiones principales son algo muy diferente y solo con ellas tendremos una duración más que considerables.

Estas misiones principales son tan auténticas, variadas y divertidas como cualquier juego más lineal y enfocado solo en ellas. Veremos desde ruinas de templos chinos, géiseres de ácido, minas, complejos industriales… Acompañados además con esas secuencias oníricas que tanto se han mostrado en los trailers, donde por medio de unas setas alucinógenas Far Cry 3 intenta añadir un buen puñado de historia, visiones y miedos personales.

Las misiones secundarias no le quedan a la zaga, pero no son tan interesantes como el resto del conjunto. Además del asalto a los puestos enemigos,tendremos carreras en quads con checkpoints para entregar medicinas, una especie de modo horda, las ya citadas escaladas a torres de radio y, sobre todo, la caza. Pese a no ser obligatoria, sí se torna indispensable si queremos crear más espacios en nuestro inventario a la hora de almacenar armas, dinero, jeringuillas, munición, Etc. No deja de ser algo tan obtuso como ametrallar a pobres animales mientras estos huyen despavoridos (salvo depredadores), pero aporta variedad gracias a que tendremos que buscar la zona de caza adecuada. Y, si te gustaron los primeros párrafos, hará que sientas mejor ese viaje iniciático a la supervivencia extrema, para transformar tu idea de que salir a cazar es ir a discotecas.

Far Cry 3 tiene tantos elementos que es imposible verlos todos de una sola jugada, imposibles de meter en un análisis sin hacerlo aburrido. Une a ello un modo cooperativo resultón, con su propia historia y personajes, que además te permite jugar a pantalla partida; otro multijugador con modos muy interesantes, que aprovechan el espacio y los efectos (como el fuego) que produce su gran motor Dunia 2 y tienes un producto como mandan los cánones. 

Y hablando de técnica, es menester comentar el apartado gráfico, y no solo por la increíble variedad de efectos, la gran distancia de dibujado, la sorprendente iluminación… Sino también por las grandes diferencias que hemos encontrado entre la versión de PC y la de consolas. En un juego como Far Cry 3 la técnica sí está al servicio de la experiencia, y mientras que la versión de PC se comporta como un toro, no podemos decir lo mismo de las de consolas.

En PC, todo se ve a las mil maravillas. Los efectos de fuego son realmente impactantes y las texturas de alta resolución se extienden hasta los límites de tu máquina. Salvo algunos fallos gráficos (reflejos en el pelo o en el agua) que pueden variar según tu tarjeta y sin haber aparecido todavía una actualización denVidia que los corrija, el título muestra desde islas hasta rostros una calidad asombrosa. De nuevo, depende de nuestra gráfica, veremos más o menos popping o alguna que otra ralentización esporádica.

En consolas, pese a que el resultado es consistente cuando un personaje se nos acerca o estamos en zonas cerradas, los largos viajes por la isla pierden mucho detalle. Las texturas se emborronan a media distancia y las hermosas panorámicas que descubrimos cuando subimos a una torre de radio se estropean. La iluminación cumple bien su papel intentando ocultar algunos de estos defectos, pero quedan bien patentes sumados, además, con una sincronización verticalpenosa que estropeará el resultado sobre todo cuando estemos en mitad de un tiroteo. Por ello, no podemos darle la misma valoración a la versión de PC, que luce sobresaliente, como a la de consolas, que sigue a buen nivel pero no logra transmitir el espíritu que la propia Ubisoft quiere ofrecerte. Que muchos usuarios tengan que disfrutar de Far Cry 3 a medio gas por una generación ahogada en el tiempo no es nada justo. No os extrañe que con la salida de la nueva generación veamos una versión remozada para Xbox 720 y PlayStation 4.

Far Cry 3 es una peregrinación al paraíso de los gráficos y la libertad. Nosotros, como jugadores, vemos desde nuestras casas de hormigón lo que la naturaleza es capaz de ofrecer. Y lo vemos a través de la tecnología. Lo artificial creando lo natural. Como hemos mencionado, si sientes la «llamada del Guerrero» verás mucho de esto mientras te sientes libre haciendo un salto de fe, extendiendo los brazos y abriendo el paracaídas en el último momento. Los tiroteos están muy logrados y por fin se quita el sanbenito de su segunda parte, con uno de los peores movimientos en mando que hemos visto en los últimos años.Far Cry 3 es libertad y liberación, un campanazo gráfico que marca el final de una era.