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Analisis Escape Dead Island ,PC,PS3

Escape Dead Island es uno de los peores juego del año: sin ideas, lleno de tópicos, que copia ideas ajenas, que aburre y en el que no pasa absolutamente nada de nada.
Martes 18 de Noviembre de 2014 por Bruno Louviers

No sé ni por dónde empezar con Escape Dead Island, esta especie de precuela/secuela que quiere explicar un poco mejor los sucesos ocurridos en el archipiélago de Banoi, así que empezaré por el principio del propio juego: eres un 'bro' arquetípico con una tía buena pelirroja como acompañante y un hipster negro (de fular y pantalón corto en una isla tropical) que viajan en barco a una isla para conseguir una exclusiva periodística. He visto juegos con peores planteamientos, eso se lo voy a reconocer, pero solo en esta primera escena y hasta que se llega a la isla ya pude ver todos los pecados del juego.

 

No voy a insistir en lo horrible que son las voces o lo macarrónico de las animaciones y los modelados de personajes porque hay muchos buenos juegos que pecan en estos dos sentidos, como el genial Deadly Premonition; pero no puedo pasar por alto lo estúpido y típico que resulta de principio a fin todo lo que ocurre en Escape Dead Island, una historia de zombies que intenta camuflar su falta de imaginación tras una capa de narrativa fragmentada y de desequilibrio psicológico.

 

El protagonista, Cliff, es el clásico capitán del equipo de Rugby al que se le tuercen las cosas y solo sabe responder con violencia

 

Empecemos por la historia: nada de lo que ocurre tiene un fundamento lógico ni humano. Si tu amiga está herida, no confías en la primera desconocida que te ofrece una solución y que te envía a ti, un intento de tipo duro con un chaleco rojo y pantalones pirata, a hacer su trabajo de súperespía súperpreparada porque a ella... pues no le apetece, que es lo que deduje por lo que ocurre. Y esto es solo un ejemplo de la lógica detrás de los sucesos y la historia del juego. 

 

Tampoco tiene mucho sentido que un juego donde tu principal arma es un hacha o un hacha con dos cuchillos pegados en direcciones opuestas para sumar más daño (que alguien me explique por qué hace más daño así) lo que más rápido mata a los enemigos es el sigilo. Y poco importa el enemigo, ojo: el zombie más duro del juego, que te lleva un buen rato matar a golpes y que hasta regenera salud, se puede matar más adelante una vez más en el transcurso del juego de un solo golpe si le pillas en modo sigilo.

 

Que no os engañe nadie, los combates son lentos, torpes y aburridos.

 

Este modo sigilo es una horrible traducción de lo visto en The Last of Us, por cierto. Horrible no solo porque no funciona nada bien y los zombies te pueden ver y escuchar desde mil millas de distancia del mismo modo que a veces se plantan delante de ti y no te ven o te ven y, aún así, te salta el botón contextual para matarlo. Este es, por cierto, uno solo de los muchos bugs que plagan Escape Dead Island, los cuales, supuestamente, van a arreglarse de cara al lanzamiento, pero yo al menos no puedo confirmar esto todavía. 

 

Lo más gracioso del sigilo es que se activa cuando te agachas, da igual si estás a la sombra o en la playa de la isla, la cual, sí, más o menos es un mundo abierto. El problema es que de tamaño es bastante reducido. Había potencial en esta idea, vaya. Lo de una isla llena de zombies donde no puedes esconderte de ellos y tienes que estar siempre alerta es un buen concepto, pero Escape Dead Island no lo explota porque su sistema de combate se reduce a tres ataques débiles seguidos y un ataque fuerte, y a mezclar de vez en cuando una pistola o una escopeta. 

 

La isla tiene secciones bloqueadas a las que solo accedes cuando tienes un objeto determinado

 

Lo que podría haber salvado el juego son los zombies en sí. En Dead Island, el original, servían bastante bien a la acción y hacían más llevaderos los problemas del juego. En Escape Dead Island, sin embargo, no aportan nada nuevo. Hay un zombie estándar que se mata con el mismo combo todo el rato y luego unas pocas variantes que beben directamente de Left 4 Dead (cambiando, eso sí, Witch por Siren, pero dejando sus cualidades intactas) y que son frustrantes por lo limitado del combate cuerpo a cuerpo, porque siempre matan en pocos golpes y porque sus patrones y ataques están muy mal resueltos, una vez más, por la baja calidad del juego. No es normal que los escupitajos de los Spitters estén teledirigidos porque no se haya programado una distancia máxima de los mismos.

 

Escape Dead Island no tiene nada de Dead Island más que los zombies, por cierto. La historia está relacionada, sí, eso quieren decirnos, pero el elemento de RPG está completamente ausente, y eso siempre fue lo que dio gracia al original. Por no mejorar, no se mejoran ni las armas. Se van sustituyendo, eso sí, cuando las encuentras por ahí medio escondidas, pero no hay que recolectar materiales ni montarlas ni nada por el estilo. Sí hay que recoger innumerables postales y archivos de sonido que cuentan algo más sobre la historia, pero esto no es ni ha sido nunca divertido, ni en este juego ni en ninguno. 

 

Puedes documentar con fotografías toda la aventura, aunque no sirve para mucho

 

Escape Dead Island es un juego muy cutre, que se nota que se ha hecho con cuatro duros y que existe únicamente para rascar unas pocas ventas porque su nombre ya suena un poquito pero a costa de abaratar, y mucho, la ya de por sí estropeada imagen de la saga Dead Island tras el flojo Riptide. Ni su combate es entretenido, ni su historia aclara nada y sus zombies no son desde luego nada novedoso. ¿Podría mencionar algo bueno del juego? No, podría mencionar algo regular, como los gráficos o el diseño de la isla, pero sinceramente, ojalá no lo hubiera tenido que jugar. ¿Quién me devuelve a mi estas 6 horas perdidas en vano?

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