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Analisis Driveclub ,PS4

Y tras más de un año de espera...
Martes 04 de Noviembre de 2014 por Víctor Junquera

Casi un mes ya es un tiempo más que prudencial para dejar ver cómo evoluciona un juego parcialmente fallido en su lanzamiento, más aún después de que sus creadores decidiesen tomarse un año extra para pulir el desarrollo. Lo que ha pasado con Driveclub más que un ultraje para el usuario es una auténtica pena, porque tras todo el esfuerzo ha resultado ser un gran juego de conducción, pero hay que entender que hoy en día, donde todo deja una huella indeleble en la red, no se puede cometer un fallo como prometer y no cumplir, sobre todo cuando se trata de una gran porción importante de un juego.

 

Podríamos hacer caso omiso de que Driveclub tiene modos online, podríamos intentar hacer como que Evolution Studios no tuvo la intención de revolucionar las interacciones entre usuarios con la formación de clubes que permiten competir a sus miembros entre sí en todo tipo de retos bien diferenciados de tiempo o puntuación, con retos creados por los mismos usuarios generando piques infinitos. Podríamos, pero no se puede ignorar que el juego tiene un componente online cuando todo en sus menús apunta a ello, y cuando un mes más tarde del lanzamiento del juego aún es norma que al empezar cada carrera aparezca un mensaje de problemas de conexión con el servidor. Es inevitable la sensación de juego roto.

 

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Hola, soy el mensaje de siempre que te recuerda que te has comprado un producto roto.

 

Y como decíamos, es una pena, porque perfectamente se podría pensar que Driveclub es un juego 100% 'chapado a la antigua' y que pretende ofrecer sencillamente carreras en buenos circuitos inventados, pruebas una detrás de otra, casi como en Project Gotham Racing (sin tanto estilo, claro), y podríamos estar bien satisfechos con ello ya que, en este aspecto, Driveclub funciona muy bien.

 

La conducción de Driveclub comienza siendo lo suficientemente agradecida como para que uno no sienta que debe ser piloto profesional para aprender a manejar un vehículo. Comenzamos por los más manejables y asequibles y acabamos por controlar bólidos, como siempre pasa, y con el aumento de categorías viene también un aumento de dificultad que al final es el que acaba siendo el principal lastre de la experiencia, ya que este aumento de dificultad viene de la mano de un aumento de agresividad en la CPU, que unido a un peso muy superior al de tu vehículo, acaba haciendo de muchas carreras algo frustrante.

 

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Ahí los ves, acechando en el retrovisor. O estropeas tu trazada y pierdes tiempo, o perderás mucho más si no te apartas.

 

En esos niveles de dificultad superiores es como si los coches rivales sólo conociesen una trazada perfecta y han de seguirla cueste lo que cueste para mantener ese reto de una CPU que hace grandes tiempos, y con ello viene el clásico empujón que a tí te hace dar vueltas como un condenado mientras que el rival sale impune de ello. Un fallo de la década pasada que termina por arruinar la buena impresión que Driveclub deja durante sus primeras horas.

 

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Los daños en el vehículo son escasos, pero la sensación al chocar o volcar en vista interior impresiona.

 

Porque sí, el juego en solitario de Driveclub es muy satisfactorio por devolvernos a los juegos de conducción de antes (pero no tan 'de antes', claro), a superar prueba tras prueba, siendo éstas bien reconocibles gracias a buenos menús y sin necesidad de un mundo abierto que difumina la barrera entre carreras, a desbloquear nuevos vehículos constantemente, a superar desafíos dentro de cada carrera, a cambiar de circuito constantemente para evitar toda posible sensación de repetición... A los buenos circuitos inventados que no nos llevan por enésima vez a circuitos reales conocidos, a un gran diseño de trazadas que permite un margen de mejora inimaginable al principio,... Y más importante aún, nos lleva a prescindir por completo del rebobinado y otro tipo de trampas modernas para favorecer la 'accesibilidad' o el 'si no ganas es porque no quieres', nos penaliza por saltarnos curvas o por conducir con agresividad,...

 

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¡Volvemos a las pruebas individuales! Un buen menú, buenas pruebas, buen diseño de circuitos... No hace falta un mundo abierto.

 

En general, nos obliga a aprender a conducir bien bajo los esquemas que propone Driveclub, y eso es algo que hay que agradecer. No busca ser un nuevo Forza, un nuevo Gran Turismo o un nuevo Need for Speed, su estilo de conducción no se parece a otro, y sencillamente nos pide poco a poco que nos adaptemos a él y que disfrutemos de lo que tiene por ofrecer esta nueva opción que ya tiene mucho conseguido, aunque también queda mucho por pulir de cara a una hipotética segunda parte.

 

Podemos detenernos un poco en detalles técnicos para alabar lo bien que le ha sentado a Driveclub ese año extra y decir que aunque no llegue a los 60fps que muchos dictan como imprescindibles para los juegos de conducción, al final el acabado es impecable e impresiona a nivel de 'lo externo a los circuitos', entre destellos, reflejos, partículas y detallismo, pero sobre todo es impresionante la inmersión que logra la vista interior. Si el sofá vibrase ya sería total. El buen sonido conseguido, la sensación de velocidad y notar cada mínima irregularidad de la carretera en el movimiento de la cabina de esta forma es algo que pocas veces se ha conseguido. El realismo de la vista interior llega a hacer que nos olvidemos de que en realidad el coche parece tener muy poco peso y 'se desliza' más que gira.

 

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A nivel de vehículos viene un tanto escaso. Está bien que sean pocos, pero no poder elegir de una paleta de colores...

 

Por toda esta cantidad de aciertos tan meritorios duele ver que Driveclub tenga otros problemas que lastran tanto la experiencia. Lo de la CPU es algo imperdonable, sobre todo cuando algunas pruebas te animan a hacer una vuelta perfecta sin ningún tipo de colisión, ni siquiera un roce, y es la máquina la que viene a abollarte la carrocería porque no sabe hacer otra cosa, y toda su experiencia online frustrada... Espero poder añadir pronto que se ha solucionado todo el entuerto y que la idea original de Driveclub por fin está completa, pero mientras tanto, es un experimento fallido que al menos nos puede dar unas cuantas horas de entretenimiento en solitario.

7.5

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