Analisis Dragon Ball Z Extreme Butoden ,3DS

Dragon Ball Z: Extreme Butoden le permite a Arc System Works interpretar la obra de Toriyama, el resultado es un vistoso título de lucha en dos dimensiones. Cuando Dragon Ball Z: Extreme Butoden se anunció parecía un sueño hecho realidad, ¿qué podría fallar? Los miembros de Arc System Works son unos títanes en esto de desarrollar mecánicas de juego para títulos de lucha, y Dragon Ball Z vivirá para siempre en nuestros corazones.

Pues lo que ha fallado para unos, y será un acierto para otros, es la casualización del estilo jugable que la desarrolladora suele imprimir a sus juegos. Podremos realizar combos trabajados, cancelar nuestro ataque e iniciar otro, contraatacar, comenzar nuestros ataques desde el suelo, a media altura y también mediante un salto. Tenemos también dashes, diferentes ataques especiales, finishers y un acertado componente de juego en equipo, pudiendo realizar un combo en el que participen los tres miembros de nuestro equipo, uno tras otro al más puro estilo Marvel vs. Capcom 3.

Pero la casualización llega cuando te das cuenta de que todos los personajes jugables se controlan del mismo modo, inician los combos del mismo modo y estos son los mismos escojas a quien escojas. Esto quiere decir que en un par de horas dominarás el sistema de combate; lo cual es bueno, pero te frustrará que no te apetezca exprimir a todos sus personajes en busca de uno que se adapte a tu estilo de juego, porque no hace falta; un proceso que es maravilloso en los Guilty Gear.

Las diferencias principales entre los luchadores se encuentran en lo lejos que llega su golpe o qué habilidades se le han adjudicado al botón que ejectua los ataques de energía. Estas no dejan de ser pequeñas diferencias que hacen de un luchador útil y a otros ligeramente menos útiles. Esta casualización es más exagerada que la que vimos en Persona 4 Arena, puesto que aquí se pierde la creatividad a la hora de realizar combos; son los que son, y punto.

Pero que esto tampoco os lleve a engaño: Arc System Works sabe hacer bien su trabajo y la fórmula jugable funciona. Si cogemos a un personaje de manera individual es innegable que se hace muy divertido controlarlo, el problema es que esa fórmula no ha sabido adaptarse a cada personaje, sino más bien al revés.

Tenemos 24 luchadores. Muchos de ellos son distintas versiones de los mismos personajes, lo que acentúa aún más esa sensación de que todos los personajes se controlan de un modo casi idéntico. Además de los personajes jugables, que se escogen a través de un descuidadísimo sistema de selección de personajes, tenemos un gran número de personajes de apoyo que podemos invocar durante nuestro combate para que nos echen una mano.

Para seleccionar a nuestros combatientes se nos habilitan tres espacios. Cada espacio puede llenarse con un luchador o con dos personajes de apoyo. El problema de los compañeros de ayuda es que su efectividad es muy azarosa; tú los sacas al combate y se toman, la mayoría de ellos, mucho tiempo en atacar. Por otra parte, tener un luchador más significa tener una barra de vida más, con lo que tener a tres combatientes de tu lado es siempre la mejor opción.

Dragon Ball Z: Extreme Butoden cuida al jugador single player. Tenemos un primer modo Historia Z que presenta varios arcos que superar con un poco de trama y combates. Tras este tenéis el mejor modo del título: el modo aventura. Aquí se presenta una historia construida para la ocasión, muy pobre eso sí, pero que califica nuestra actuación en el combate y nos entrega un premio en consecuencia. Si obtenemos los rangos S se nos dará un personaje de ayuda y en conseguirlos todos está la auténtica chicha del título.

Cuando superemos esto nos queda un breve modo de Torneo, todos los combates contra la IA que queramos y el modo online. Si os aplicáis a todos los modos para un jugador tendréis unas ocho horitas de juego, siempre en función de vuestra habilidad. El modo online se limita a unirse a una sala o crearla. Su éxito dependerá, claro está, de la cantidad de jugadores que lo habiten.

Aunque las distintas tramas que plantea este Dragon Ball Z: Extreme Butoden estén contadas sin cariño, entre que el combate es divertido, los gráficos son chulos y se premia al jugador, os tendrá enganchados un buen rato. Es una lástima que Arc System Works no haya creado combos y mecánicas propias para cada jugador y que el plantel seleccionable sea tan escaso y tan mal escogido. Dragon Ball Z: Extreme Butoden se queda como un buen Butoden, pero que ni es lo suficientemente profundo para enganchar a los que nos gusta el fighting ni para seducir del todo al que busca fan service. Un buen título, pero al que le pedíamos más, sobretodo a nivel jugable.