Analisis DiRT Rally ,PS4

Paul Coleman, responsable de diseño de Dirt Rally, no dudó en comentarnos durante la presentación del juego hace ya unas semanas que le gustaba que algunos jugadores definieran su experiencia con el juego de conducción como la del Dark Souls de los juegos de coches, y la verdad es que no hay más que darles la razón. La exigencia que exponen los títulos de From Software está claramente presente en esta obra de Codemasters, que después de un tiempo presente en PC realiza su lanzamiento en PS4 y Xbox One. 

 

Lo bueno de las versiones de consola es que llega con todas las mejoras e inclusiones que el equipo de desarrollo ha ido incorporando a Dirt Rally durante todos sus meses de Acceso Anticipado en Steam, donde los propios jugadores fueron una parte importantísima del proceso que al final ha conseguido que nos encontremos con este simulador tan exigente. Porque es lo primero y lo único que en realidad hay que tener en cuenta a la hora de saber si vas a poder disfrutar de este título o no: si eres un amante de los rallyes y quieres enfrentarte a un simulador realista y exigente a más no poder, o por el contrario nada de eso llama tu atención. 

 

 

Dirt Rally, sin miedo a equivocarme, se trata de uno de los simuladores de conducción más exigentes que han pasado nunca por el mundo de los videojuegos. Cada pequeño movimiento del volante o cada ínfima modificación del terreno, entre otros muchos factores, tiene su consecuencia directa en el comportamiento del vehículo, y aunque la siguiente frase suene un poco exagerada no lo es en absoluto: cuesta incluso llegar a superar una simple curva medianamente bien. 

 

El título cuenta con muchísimas opciones de personalización para que cada jugador gestione las ayudas de conducción a su gusto, haciéndolo más o menos complicado, pero la esencia sigue estando allí y es evidente que aquellos jugadores que no busquen un reto en el realismo que impera en Dirt Rally se van a perder la gracia del asunto. Además, hay que tener en cuenta que el juego funciona muy bien con diferentes volantes y pedales, por lo que puede ser una opción muy recomendable para los que gusten de utilizar estos periféricos con los videojuegos de velocidad. 

 

 

En estas nuevas versiones de PS4 y Xbox One también se han incorporado 21 nuevos vídeos que sirven a modo de tutorial, donde se nos enseñan algunos aspectos básicos y avanzados que debemos tener en cuenta antes de lanzarnos a la acción real. Como otra de las novedades incluidas destaca la presencia de dos nuevas categorías de vehículos, Classic Mini y Super 1600, aunque los poseedores del juego en PC también van a recibir todas estas novedades en una actualización completamente gratuita. 

 

 

Sobre el papel, Dirt Rally no destaca en exceso por su gran número de vehículos, modos de juego o etapas, pero en realidad es mucho más que suficiente teniendo en cuenta lo complicado que resulta dominar cada una de estas características. Los coches estarán divididos por años y características, cada uno con un control totalmente diferente al anterior; y lo mismo ocurre con las carreras, cada una con tramos bien diferentes y diversos tipos de terreno que también será muy complicado de dominar. Aquellos que disfruten exprimiendo el máximo partido de esta exigencia van a tener juego para rato, sobre todo si después de dominarlo en solitario se adentran a intentar superar marcas a nivel multijugador o realizar carreras frente a otros pilotos. 

 

 

Destaca sobre todo el Modo Trayectoria, que nos permitirá tener nuestro propio equipo de rally que deberemos gestionar en casi todos sus aspectos, incluido la contratación de los miembros del equipo. Compraremos vehículos, realizaremos pruebas, ganaremos y perderemos dinero con los coches... un añadido que seguro que gusta a los más fans de la competición real, ya que será una buena manera de sentir que estamos compitiendo de verdad, en un mundo vivo donde las competiciones siguen adelante a pesar de nuestros fracasos o éxitos. 

 

Las versiones de consola no llegan a ofrecer el mismo nivel de detalle gráfico que la versión de Dirt Rally que algunos posedores de buenos PC sí que disfrutan, y el nivel mostrado será algo irregular, con unos vehículos que lucen bastante bien pero unos fondos que en ocasiones no presentan demasiado nivel de detalle e incluso resultan algo repetitivos. Aún así, se agradece por los 60 fps de los que disponemos en consecuencia, que para el tipo de juego que ofrece Dirt Rally es más importante que la belleza de sus entornos. 

 

 

En definitiva, me gustaría que en este caso (más que nunca, si cabe) no hiciérias demasiado caso a la nota final, ya que recomendar Dirt Rally o no solo se va a basar en una pregunta concreta: ¿Quieres disfrutar de un simulador de rallyes altamante exigente y realista? Si la respuesta es sí, la compra es obligada e imprescindible, pero si la respuesta es no, no vas a perder nada de valor de lo que ofrece esta propuesta de Codemasters, a los que hay que agradecer el valor por desarrollar un título tan centrado en un pequeño nicho de jugadores. 

<< Anterior Siguiente >>