Analisis Devil May Cry 5 PS4

Devil May Cry 5 es, posiblemente, una de las sorpresas más agradable que me he llevado en los últimos años como videojugador. Tras una demo que no logré comprender y unos aplausos cuyas causas que se me escapaban cual arena entre los dedos de las manos, la versión final del regreso de Dante y Nero es uno de los regresos más potentes, mejor hechos y más cuidados de esta generación. Olvidad mis quejas por los diseños, la jugabilidad y la forma de plantear el devil trigger de Nero, pues eran infundadas. Capcom ha recuperado la vieja magia de DMC y la ha volcado por entero en esta quinta entrega numerada para conseguir, al final, que viejos y nuevos fan volvamos a querer más episodios de la saga. 

 

Advertencia: Debido a que gran parte de la historia gira alrededor de algunos acontecimientos de la saga que, si mencionamos, pueden terminar en spoilers, no vamos a profundizar demasiado en estos aspectos. Podéis leer el siguiente análisis con total tranquilidad, ya que he eliminado cualquier dato del juego que pueda adelantar información sensible del argumento. La versión analizada es la de Xbox One en una Xbox One X gracias a una copia digital cedida por Koch Media el 2 de marzo de 2019. 

 

 

Botánica para principiantes demoníacos

Devil May Cry 5 tiene lugar varios años tras el 4 e incluye en su lore el trabajo de Ninja Theory en dmc con algunas alusiones a Mundus y a la juventud de Dante previa a descubrir su naturaleza como nefilim. Con un recorrido por el arco argumental de la saga que trae de la mano a algunos personajes clásicos muy queridos como Trish y Lady, Devil May Cry 5 toma como punto de partida la aparición de un extraño árbol en la ciudad de Red Grave. Se trata del Qliphoth, un árbol infernal que, alimentado por sangre humana, otorga gran poder a su propietario. El juego nos planta así en medio de la historia, cerca del enfrentamiento final contra Urizen, la nueva amenaza demoníaca que está desatando el infierno en Red Grave y que se ha nombrado a sí mismo rey de los demonios. Ni las fuerzas conjuntas de Dante, Nero, Trish, Lady y un nuevo personaje, V, son suficientes para vencerlo, y Dante ruega a V que saque a Nero del combate antes de caer ante la espada del intocable Urizen. 

 

Tras este prólogo, impactante como sólo la saga sabe ser, encontramos a un Nero muy cambiado, destrozado y sin su Devil Breaker, que le ha sido arrebatado por un ente desconocido. En compañía de un nuevo personaje, la nieta de la Artista del Colt .45, Nicoletta Goldstein, vamos entendiendo esta nueva entrega de la serie mientras retomamos el contacto con las viejas armas de Nero, aprendemos a utilizar los brazos mecánicos creados por Nico, y tratamos de acabar de una vez por todas con Urizen con la ayuda de V y sus tres espíritus invocados: Griffon, Shadow y Nightmare.

 

 

Me interesa lo que me estás contando 

No suelo ser muy tiquismiquis con la historia general de un videojuego, pero Devil May Cry 5 ha prestado especial atención a su argumento y la forma de narrarlo con tanto mimo que destriparlo en unos pocos párrafos me parece un desperdicio. Baste saber que el argumento profundiza a varias capas en el lore de la saga usando para ello una narración que da saltos en el tiempo para ir descubriéndonos los entresijos de esta nueva aventura y este nuevo demonio. La forma en que los flashbacks y la narración presente a través del videojuego van dando forma a la historias es brillante, sobre todo por cómo juega con escenarios, personajes y personalidades para ir creando un todo en el que es difícil no apreciar lo viejo y lo nuevo, lo conocido y lo que aún nos queda por conocer. 

 

Punto especial merecen los personajes, tanto los clásicos, que mantienen ese punto de locura de los primeros DMC con Trish, Lady y Dante, como ese cambio que marca un antes y un después en el personaje de Nero, más centrado y menos 'estrellita' que sus predecesores. Tampoco los recién llegados se quedan atrás. Nico es, posiblemente, mi personaje femenino favorito de esta generación, una armera capaz de crear arte con cualquier cosa y que trata de superarse a sí misma al verse reflejada en la imagen insuperable que tiene de su abuela, todo esto acompañado de una personalidad arolladora. A su lado, V se demuestra como otra gran revelación. Un personaje calmado, que a muchos les recordará a Raistlin por ese físico demacrado que necesita de la magia para poder seguir adelante.   

 

 

Esto va de peleas

Tras el aplauso a la narración y a los actores de la misma toca mencionar a los auténticos protagonistas de la historia: los combos, las armas y las formas de pelear de cada personaje. Nero se ha visto totalmente renovado gracias a la ausencia del Devil Breaker y, armado con los distintos Devil Trigger, es ahora un combatiente mucho más versátil y completo, a la vez que no resulta tan letal como en DMC 4, lo que hace que jugar con él sea a la vez más retador y divertido. Mantiene sus armas clásicas, la espada Red Queen y la escopeta Blue Rose, aunque la versatilidad recae sobre todo en los distintos brazos biónicos con efectos tan dispares como crear un escudo, lanzar una garra eléctrica, disparar misiles, taladrar al enemigo, salir volando, potenciar las armas, sanar las heridas, lanzar un rayo láser o agarrar al enemigo y destrozarlo entre otros muchos. La necesidad de adaptarnos al Devil Trigger que llevemos equipado y de saber sacarle todo el jugo a los distintos brazos es un logro a enmarcar por parte de Capcom, a pesar de que en la demo no las tenía todas conmigo. 

 

A su lado tenemos a V, que como decía es muy débil físicamente, lo que le obliga a usar a sus espíritus invocados para combatir, correspondiéndole a él, eso sí, dar el golpe final con su bastón. El combate se convierte así en algo muy loco al estar por un lado manejando a V para evitar y esquivar los ataques enemigos mientras con el golpe controlamos a la pantera negra Shadows y con el disparo al ave eléctrica Griffon. Junto a ellos tenemos a Nightmare, una poderosa criatura que hace las veces de especial al invocarla con la barra de Trigger. 

 

Finalmente tenemos a Dante, que mantiene los cuatro estilos de pelea: Guardia, SwordMaster, Gunslinger y Trickster, a la vez que puede llevar diversas armas de ataque cuerpo a cuerpo y de ataque a distancia que iremos desbloqueando durante al juego y que son a cada cual más interesante. Dante es, con diferencia, el personaje con más número de combos y posibilidades de mezclar estilos y armas, lo que unido a su forma demoníaca y a algunas cosillas que iremos viendo en el juego lo convierten en el personaje más espectacular y divertido de manejar, especialmente en los combates de esgrima contra jefes finales armados con espada. 

 

 

Vieja escuela, nuevas materias

La presencia de Hideaki Itsuno como director ha confirmado muchas de las viejas mecánicas de la saga junto a la forma de acceder a las mejoras, habilidades y demás a través de la personalización en estatuas y durante  cambio de fase junto a una novedad, la posibilidad de llamar a Nico desde una cabina telefónica y recibir de regalo una impresionante cinemática de esta loca al volante, capaz de llegar a cualquier sitio en su furgoneta y ayudarnos a mejorar a nuestro personaje, equiparlo y comprar objetos. Una vez más podremos mejorar un sin fín de habilidades tanto del personaje como de sus armas -o espíritus en el caso de V- a la vez que mejoramos la barra de vida o la barra de trigger.

 

Cabe destacar que a pesar de haber confirmado que habría venta de orbes de sangre con dinero real, NO es necesario realizar ese pago en ningún momento, ya que Devil May Cry 5 es tremendamente generoso en las recompensas, permitiéndonos llegar al final del juego con todas las habilidades y mejoras adquiridas, una barra de vida enorme y más de 20 joyas doradas, sin soltar un duro. 

 

Junto a las mecánicas clásicas encontramos algunas novedades como la imposibilidad de subir de nivel las armas, que a estas alturas se consideran 'al tope', aunque sí podemos comprar habilidades propias de las mismas. Se mantienen también algunos elementos extra como las Misiones Secretas, que en esta ocasión están endiabladamente bien escondidas y que deberemos descubrir a lo 'Hellblade', buscando el lugar perfecto desde el que, jugando con la cámara, poder unir varios signos pintados en el escenario para formar un pentágono. Tampoco faltan las joyas de vida ni las de trigger.

 

 

Buen rollo, camarada

Con el juego recién terminado y escribiendo a tope para llegar a la hora del embargo, Devil May Cry 5 resuena en mi cabeza como una obra con un tremendo buen rollo y muchas ganas de agradar. Es difícil, y mucho, no conectar con los personajes, no sólo los buenos, sino también los monstruos y demonios que iremos encontrando por el camino. El sentido del humor se respira a raudales con unos personajes cuya personalidad se complementa y unos diálogos y situaciones muy costumbristas que sirven de telón de fondo a esta maravillosa historia de demonios. 

 

Se nota aquí la presencia de Jun Takeuchi como productor y sus labores previas en sagas como Onimusha y Resident Evil, aportando otro enfoque a la saga con algunos préstamos tomados del dmc de Ninja Theory y unos escenarios y cinemáticas que lucen impresionantes gracias al RE Engine. A este nivel, el trabajo técnico es sobresaliente, con una banda sonora adaptativa que retrata a la perfección no sólo cada personaje y cada zona, sino también los momentos de acción y plataformeo con un crecendo aún más trepidante de lo que nos tiene acostumbrado la saga que se une a unos díalogos con voces en inglés muy bien trabajados y una jugabilidad exquisita en todos los sentidos. Para terminar, Capcom hace de las suyas y nos planta una jugosa galería en la que podemos acceder a las cinemáticas, los diseños, las galerías y varios contenidos extra como las cartas de Morrison, los archivos de Nico y recortes de periódicos y textos que sirven para profundizar en el jugosísimo lore de la saga y de esta nueva entrega. 

 

 

El día del juicio

Pocas, muy pocas pegas puedo encontrarle a una resurrección que pensé de andar por casa y ha terminado superando todas mis expectativas. Una historia a la altura, gran jugabilidad, personajes sólidos y muy bien retratados, un final épico y un juego que es canela en rama y que se adapta a todo tipo de jugadores. A la altura tanto de los neófitos, con un nivel de dificultad asequible y algunas ayudas a los combos, como de los veteranos que disfrutamos yendo a por el estilo máximo y que gozamos moviendo los dedos sobre el mando como si los botones quemaran. 

 

Por destacar algo negativo, y no va a ser la ausencia de doblaje en castellano, reconozco haberme quedado un poco triste al no encontrar una segunda vuelta al juego con las chicas como personajes, especialmente después de cierta frase de Morrison que me hizo pensar que sería así. Eso no quita para que el end game no esté nada mal, con un modo Partida Nueva+ en la que mantenemos todas las pertenencias de nuestros personajes y desbloqueamos un nuevo modo de dificultad: Hijo de Sparda. 

 

Resumiendo todo, Devil May Cry 5 es una demostración de cómo debe ser el regreso de una saga tan potente. Buen producto creado con mucho mimo, extras de sobra para que el viaje merezca la pena y una historia que justifica su jugabilidad con un nivel de reto capaz de llevarnos al extremo en compañía de unos personajes de los que uno querría hacerse amigo. Gran trabajo el de Capcom, sólo quea por ver qué más son capaces de hacer. 

 

¡Nos leemos!

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