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Analisis Deadlight Director's Cut ,PC,PS4

Zombies, plataformas y puzles en una mezcla muy equilibrada.
Jueves 23 de Junio de 2016 por Rafa del Río

Vuelve Deadlight al mundo del videojuego con el ineludible Director's Cut tras cuatro años desde su lanzamiento en Xbox 360, y lo hace en una versión mejorada gráficamente que muestra mejor resolución, una animación más fluida, un remodelado de personajes y un estupendo modo Supervivencia que vale por sí solo para que vuelvas a hacerte con él aunque ya lo jugases en su momento. 

 

Deadlight: Director's Cut nos llega con autoría española, pero se basta y se sobra por sí solo para obtener un aplauso sin necesidad de recurrir a orgullo de patria ni al sindrome del compatriota en el extranjero hostil. Sigue funcionando bien, es un juego nuevo y bonito, y trabaja tantas cosas a tantos niveles que reducir su naturaleza a plataformas con puzzles y zombies es quedarse cortos

 

 

Otra historia de Apocalipsis Z

Deadlight: Director's Cut nos pone en la piel de Randall Wayne, un superviviente del apocalipsis Z que ha asolado la tierra durante la guerra fría y que ha llenado el mundo de criaturas que, en esta ocasión no se llaman zombies ni -gracias a Dios- Caminantes, sino Sombras. Randall es un antiguo guardabosques que busca a su mujer y su hija en un camino de redención que poco o nada tienen que envidiar a novelas como The Road o Soy Leyenda, y que al fin y al cabo bebe de las mismas fuentes que I am Alive y The Last of Us, aunque tiene un inicio 'en grupo' que puede recordarnos más bien a The Walking Dead.

 

La historia avanza y no tardamos demasiado en separarnos y comenzar nuestra propia aventura entre breves secuencias de cómic animado muy en la línea de The Walking Dead en la que no faltarán los personajes sospresa y, con la vista puesta en las novelas y videojuegos mencionados, el momento 'acompañemos-protejamos a un chiquillo' que tanto parecen gustar en el genero. 

 

Más allá de los tópicos, o más bien profundizando en ellos, encontraremos páginas del diario personal de Randall, letras que jugarán al despiste, o no, y que junto a otros coleccionables irán degranando una historia cruda de verdades a medias y de los estragos que el nuevo apocalipsis ha tenido sobre el Seattle de mediados de los ochenta en el que se desarrolla la acción. 

 

 

Jugabilidad vieja escuela con inteligencia actual

Deadlight: Director's Cut rinde homenaje en sus créditos finales a los autores de Prince of Persia, Flashback y Another World, y no es para menos, pues en su jugabilidad hay algo que va más allá del sencillo paralelismo con el ya machacado Limbo y que entronca mejor con el concepto ochentero y noventero de los plataformas al que se le une una profundidad new age que es un giro de tuerca al pseudo 3d que ofrecía en su momento el Hércules de la primera Playstation

 

El juego es un plataformas en 2D con una puesta en escena en 3D impecable de la que hablaremos más adelante, pero tiene a su vez un componente moderno y único en la forma en la que usa las diversas habilidades y herramientas de Randall como única via para solucionar una serie de puzzles en los que las trampas, las distancias, los interruptores, los objetos y, lo más importante, las Sombras, son elemento común a tener en cuenta.

 

La presencia permanente de las Sombras nos obligará a pensar rápidamente y a no dudar a la hora de morir para ir encontrando el camino por el viejo método prueba-error, pero a la vez son componentes con los que interactuar en los puzzles, ya sea llamándolos para que pisen trampas y poder pasar una vez inutilizadas, muy en la línea de Oddworld: Abe's Oddysee, o usándolos para llamar la atención de los enemigos humanos de los que no hablaremos más para no hacer spoiler. 

 

El escenario de Deadlight Director's Cut está perfectamente trazado como una prueba, un puzzle y un plataformas en sí mismo, y no hay rincón en el que dé la sensación que los chicos de Tequila Works se han despistado o no han tenido en cuenta la importancia de retarnos a usar el salto, la carrera, los golpes, las volteretas y las diversas armas para hacer de la experiencia jugable algo muy grato.

 

 

Narrativa en el detalle

Deadlight Director's Cut nos ofrece una narrativa a varios niveles que nos ayudará a comprender la historia a la vez que conecta con nuestras sensaciones mediante el entorno y los estragos del desastre y la aparición de las sombras. Por un lado tenemos la narración directa en forma de diálogos in game y escenas de cómic animado, que funcionan mejor o peor según el momento y sirven para enterarnos de la historia principal, la aventura que estamos viviendo en ese momento y el cómo van sucediendo los acontecimientos que nos llevan al tal vez demasiado repentino final. 

 

Por otro lado tenemos los coleccionables y las páginas del diario de Randall, que nos ayudan a conocer la historia con mayor profundidad: lo que sucedió anteriormente y cómo el mundo que nos rodea sufrió el impacto del desastre y de la aparición de las sombras. Junto a estos tenemos pequeñas escenas jugables muy gratas, como las pesadillas de Randall, en línea con la ya mencionada Soy Leyenda, o el flashback de cómo aprende a disparar, algo exquisito que hace desear ver qué sería capaz de hacer Tequila Works con el presupuesto de un triple A.

 

 

Finalmente tenemos la narrativa del detalle, algo en lo que Tequila Works ha demostrado una maestría envidiable y que mueve tantos objetos en pantalla que a veces parece que estamos viendo la versión en videojuego de la proeza del maestro Akira Kurosawa con las batallas multitudinarias en plano secuencia de Ran. Es impresionante la información que se mueve en pantalla mientras avanzamos por las detalladas calles de Seattle, que poco tienen que envidiar a los escenarios de otros juegos de más renombre a pesar de la diferencia de presupuesto. 

 

El escenario y sus elementos son un componente narrativo exquisito que más allá de la información directa nos ayuda a absorber la situación y comprender el mundo de Randall, el de la familia perdida, las sombras y los militares corruptos, mucho mejor que cuando es él o sus letras quienes tratan de explicárnoslo. 

 

 

Impecable de principio a fin... o casi. 

Deadlight: Director's Cut sigue siendo ese caramelito que fue hace 14 años, con mejoras de tal calidad que ha logrado envejecer sin perder ni un solo punto de lo que le hacía grande. Como pega puede ponerse su abrupto final y duración, de unas tres a cuatro horas en el modo campaña, pero ofrece algunos extras que hacen que la cosa no sea tan negativa como fue hace cuatro años. La primera, unas mejoras de animación que nos animan, valga la redundancia, a completar el juego varias veces sólo por el placer de jugar, lo que unido a la búsqueda de coleccionables y secretos puede animarnos a darle un par de vueltas al juego sin pensarlo demasiado. 

 

Por otro lado tenemos la gran inclusión de este Director's Cut más allá de gráficos y demás: Un divertidísimo modo Supervivencia que nos invitará a aprovechar todo lo aprendido durante el juego para sobrevivir a múltiples oladas de Sombras utilizando armas, movimientos y nuestra inteligencia para sobrevivir el máximo tiempo posible. Un modo de juego que no suple a una campaña algo mayor que habría sido de agradecer, pero que hace de sustituto con sus marcadores, rankings y demás. 

 

En definitiva, Deadlight: Director's Cut  es un título más que interesante que ha sabido mejorar y suplir algunos errores de su entrega original pero al que se le puede pedir una mayor duración y una secuela que no se quede tan corta en ese final que parece hecho con prisas. Si te gustan los plataformas, este es de los mejores a los que he tenido el placer de jugar en Playstation 4, y tiene el aliciente de los puzles, la historia y una ambientación que, desde luego, es de matrícula de honor. 

 

¡Nos leemos!

8
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