Analisis Call of Duty Black Ops III ,PC,PS4

Call of Duty Black Ops 3 no es un punto de inflexión de la franquicia Call of Duty, no inventa la rueda ni la renueva desde sus cimientos, pero sí es una inteligente manera de estructurar todo el contenido que suele presentar Treyarch con las novedades futuristas que llegan desde Advanced Warfare; más pulidas, eso sí.

Call of Duty Black Ops 3 trae una barbaridad de contenido diferenciado en tres partes muy distintas: campaña, zombis y su multijugador. Las tres funcionan muy bien, pero siempre dentro de los rigores de la serie. La campaña trae 11 capítulos que os durarán un poco más de nueve horas si la jugáis sin buscar los desbloqueables y en una dificultad asequible, y es que el modo historia de Black Ops 3 incorpora coleccionables a sus fases, distintas dificultades y leveleo propio para que no solo recorráis una pantalla una sola vez.

La trama principal presenta la idea de que en el futuro la tecnología lo domina todo, una distopia que lleva a plantear la necesidad de la infantería y la transformación del propio mundo. A nivel jugable, esto le añade a nuestros personajes la posibilidad de emplear unos aumentos que funcionan como magias; a efectos prácticos es algo así como los plásmidos de Bioshock, unas habilidades de apoyo que son muy útiles y que vamos sacando a medida que avancemos en la trama. El desarrollo de la misma también es flexible y podemos elegir cualquier capítulo que queramos en todo momento, pero ojo, no ir con el nivel adecuado hace que nos maten, además de que nos spoileramos de lo lindo al hacerlo. Aunque sí que se hace el esfuerzo por darle una coherencia a esta organización de misiones a través de una base central, no se entrega la trama de manera voluntaria; es decir, no la pides tú leyéndola en un terminal para no fastidiarte la historia si haces esto, se te da como de costumbre: con una cinemática a bocajarro y sin que puedas evitarla.

Este el problema. La campaña llega plagada de cortes de ritmo porque alguien quiere contarte algo, y lo que cuentan tampoco es nada tan especial como para frenar lo que importa: la acción, disparar y hacer cosas. El guión de Black Ops 3 es una sucesión de momentos y frases que os recordarán a a una u otra producción audiovisual que ya habéis visto y que ya habló de lo malo que es el futuro controlado por la tecnología; sinceramente, después de ver Black Mirror, ya nada me sorprende en este campo. El cooperativo tampoco está excesivamente bien llevado, sí que es verdad que los escenarios son más amplios que de costumbre, pero no acaban de estar definidos para varios jugadores online.

Eso sí, al César lo que es del César. Black Ops 3, cuando te deja jugar y decide no ser tan condenadamente estricto diciéndote en todo momento lo que tienes que hacer, plantea situaciones de acción y sigilo resueltas con solvencia. Subir de nivel, pasarse los distintos modos en distintas dificultades y con amigos es divertido, pero la manera de plantear la campaña en un Call of Duty ya huele a naftalina, a generación pasada.

No ocurre lo mismo ni con el modo zombis ni con el multijugador. Estos dos siguen siendo maravillosos; es cierto, no tiene nada que no hayamos visto antes, pero de nuevo nos encontramos con mucho contenido, muchas horas de disfrute y lo bien que se complementa la jugabilidad tirando a clásica del modo zombis con el futurismo del multijugador. El modo zombis se desarrolla en un campaña conocida como Shadow of Evil y es una cosa divertídisima. Despertándose cuatro personajes malditos en una ciudad oscura y tétrica, han de soportar oleadas de zombis mientras recolectan puntos que les permite abrir puertas para seguir explorando.

Para apreciar este modo zombis hay que echar varias partidas y descubrir la mejor cualidad de este Shadow of Evil: la exploración. Resulta fascinante echar varias partidas y descubrir cómo tu grupo de jugadores halla nuevas zonas por las que seguir avanzando, diferentes a las de la partida original que echasteis hace una hora. Aquí se prescinde de jetpacks y aumentos y se opta por la magia. Una fuerza ha llevado a los personajes a ese lugar a causa de sus pecados, y estos han atraído a los zombis, toca investigar para descubrir cómo salir de aquí.

El modo zombis se independiza con maestría del resto del juego con su sistema propio de niveles y de configuración, y por su cambio de tono y época, es un estupendo respiro con respecto al modo campaña y al multijugador. El mayor problema que vais a tener jugando al modo zombis es no tener amigos. Call of Duty Black Ops 3 Zombis es tan divertido como exigente, si os dan unos cinco toques los no muertos, os tumbarán y necesitaréis que un colega os resucite. Si no planeáis bien vuestros pasos, puede que acabéis abriendo más caminos de los necesarios y estos se transformen en autopistas para zombis contra vosotros.

Como novedad nos encontramos con la posibilidad de transformanos en una bestia con sendos brazos que son como unos látigos monstruosos que recuerdan un montón a The Darkness y que sirven para hacer más daño de lo normal, power ups, portales dimensionales y muchos secretos para hacer de este un modo sólido como una roca, casi tanto como la vertiente multijugador de Black Ops 3.

En el modo online competitivo contamos con la excelente decisión de incorporporar a los especialistas, los cuales ya pudimos probar durante la beta, y lo cierto es que consiguen darle un estupendo soplo de aire fresco al ya manoseado concepto original del juego. Se agradece tener que estar pendiente de lo que puede hacer tu personaje, de si tiene ya cargada la barra para realizar su especial, así de como a qué enemigo te estás enfrentando. Es estupendo poder controlar a un personaje determinado y no a un soldado anónimo.

En cantidad de mapas vamos bien servidos, con doce mapas y once modos de juego, con solo uno nuevo en estos, así como todas las novedades que la saga ha ido añadiendo a su vertiente multijugador, a lo largo de los años y que lo siguen validando como una de las propuestas más sólidas en este campo. Es jugando contra otros soldados cuando apreciamos mejor cómo funciona ese doble salto y el correr por las paredes; lo cierto es que se ha buscado un equilibrio para que esto no se convierta en un parque de ranas. Hacer uso de los impulsores es arriesgado y si no lo haces bien morirás a manos del arma de tus rivales. Para evitar el abuso del eje vertical se ha tomado una decisión un tanto perezosa: impedir que se pueda llegar a todos los puntos elevados que por lógica sí que se podría, así como poder usar el doble salto para pasar de un corredor a otro en determinados mapas y que vienen separados por sencillas rocas. Esto logra unas sensaciones jugables extrañas, y como sucede al jugar en la campaña, nos obliga a pedirle a Treyarch y Activision que tomen decisiones valientes. Los mapas están muy bien y son variados pero el doble salto no acaba de estar del todo bien integrado en estos.

Call of Duty Black Ops 3 muestra lo mejor y lo peor de Call of Duty, y el contraste de la saga de querer renovarse pero sin arriesgar demasiado. La historia de la campaña principal se sigue contando como hace diez años, y es divertida, pero se le ve el cartón. El multijugador es tan bueno como siempre, pero toda la novedad que incorporan las nuevas herramientas chocan contra unos diseños que se niegan a avanzar con valor hacia algún lado, mientras que el modo zombis se valida una vez más como un modo formidable.

Call of Duty Black Ops 3 sigue siendo un titán del shooter, muy divertido y que nos durará meses. Este es el videojuego al que volver entre partidas a otros y al que dedicarle semanas de vicio. Yo soy un fan confeso de esta franquicia, sobretodo del trabajo de Treyarch, pero lo brusco que es el encuentro de lo nuevo y lo viejo, apartado técnico incluido, le impide ser un juego sobresaliente.