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Analisis A.O.T. 2 ,PC,PS4

Continuismo titánico
Jueves 15 de Marzo de 2018 por Adrián Suárez Mouriño

A.O.T. 2 es la secuela del primer Ataque a los Titanes: Wings of Liberty que recibimos hace un par de años. Personalmente, tenía mucha expectación ante este juego pues el primero me gustó mucho. Omega Force clavó el manejo mecánico del equipo de maniobras tridimensionales, divertídisimo salvo por unos pequeños problemas de cámara. También hizo un trabajo enorme con la reproducción y traslación de las secuencias del anime al videojuego, con un buen trabajo gráfico y sonoro.

 

Este A.O.T. 2 solo tenía que coger todo lo bueno del original, añadir nuevas mecánicas de juego, mejorar la IA de los gigantes y avanzar en la trama del videojuego para ser estupendo. Lamentablemente, Omega Force peca de poco ambiciosa, volviéndose a centrar demasiado en los primeros momentos de Ataque a los Titanes, sin añadir suficientes cosas nuevas a las rutinas de juego, reciclando con descaro escenarios y contenidos y, aunque los titanes sí son más beligerantes, sigue siendo fácil eliminarlos. Esto nos deja con un videojuego que sigue siendo la mejor manera de disfrutar del manga de Hajime Isayama, pero que es excesivamente continuista con el anterior. Divierte pero no sorprende.

 

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Si no has jugado al original, A.O.T. 2 es perfecto para ti. Si ya lo has jugado, recoge demasiado de aquel para conseguir volver a enamorarte

 

La principal novedad de A.O.T. 2 es que ya no vivimos la aventura principal tras los ojos de Eren o Mikasa. En esta ocasión tenemos que pasar por un correcto editor de personajes para elegir al soldado que seremos, pasar por las sesiones de entrenamiento, disfrutar de la vida social entre guerreros en los barracones y salir luego a combatir. Tenemos una meta: vengarnos del gran coloso que un día asesinó a nuestros padres.

 

Este punto de partida es interesante, le deja margen a la desarrolladora para contar una historia que nunca antes se ha contado, apreciar la que ya conocemos desde otra perspectiva e incluso profundizar más en personajes secundarios que en el anime se dejan de lado. Las pretensiones del videojuego al principio parecen estas, al principio. Superamos las sesiones de entrenamiento y no quedamos entre los mejores, teniendo que juntarnos con otros soldados que se esfuerzan por parecerse a Eren y sus colegas. Podemos conversar con ellos, tomar pequeñas decisiones y hacernos amigos suyos. Lo cierto es que este arranque es prometedor, pero todo se desinfla rápidamente.

 

Cuando saltamos al combate, vistiendo nuestro equipo de maniobras tridimensionales, la acción vuelve a centrarse en los héroes de siempre, siendo estos los protagonistas de las cinemáticas principales y dejando de lado esa ‘otra perspectiva’ que el juego parecía querer de darnos. Solo en ocasiones concretas llegamos a recibir un poquito de esto, pero no son suficientes y se sienten más como un añadido para que no se note que nos están contando lo mismo, otra vez.

 

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Se desaprovecha las oportunidades que ofrece jugar con un soldado anónimo, solo en momentos contados se exprime la potencialidad de esta idea

 

Insisto, esto no quiere decir que la aventura principal no sea divertida, porque lo es. Además, A.O.T. 2 sigue contando con el mismo mérito que el juego original: desarrollar las mecánicas de vuelo, ataque y embestidas a los titanes de manera muy gratificante, ahora incluso más. A.O.T. 2 mantiene los problemas de cámara, los instantes en el que nos chocamos contra las paredes de las casas al salir disparados con nuestros cables, la confusión al atraparse estos contra las piernas de los monstruos y la incomodidad de alternar entre varios botones para disparar al titán, cargar contra él, apuntar y esquivar. Y digo que ahora es mejor porque el juego es consciente de toda esta complejidad mecánica, valorando cada uno de nuestros tajos individuales cuando apuntamos a la nuca o extremidades de los enemigos. Es decir, los fallos del juego se interpretan como lo difícil que es volar como asesinos de titanes.

 

Dominar el complicado esquema de control es una traducción ideal de lo complicado que es manejar el equipo de maniobras tridimensionales. Ese ha sido el gran acierto de Ataque a los Titanes: Wings of Liberty y lo es aún más de A.O.T. 2. Se nos valora cada embestida, consiguiendo más o menos puntos para subir de nivel y materiales para optimizar nuestros filos, nuestros contenedores de gas para propulsarnos y los ganchos con el que nos colgamos en las paredes. Podemos solicitar ayuda de nuestros aliados para hacer combos y los titanes nos pondrán las cosas un poquito más difíciles que en el primero, lo justo para que tengamos que medir mejor cómo damos el golpe de gracia.

 

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En A.O.T. 2 se necesita un pelín más de estrategia que el anterior, también tenemos que medir más nuestras acciones, lo que se agradece

 

No, el reto al que nos enfrentamos en A.O.T. 2 no es uno comparable al que vemos en la serie de animación, pero ahora los titanes te agarran con más frecuencia, te tumban con más facilidad y te fuerzan a tener que recurrir a medicinas y a hacer nuevas armas. Y esto es suficiente durante las primeras cuatro horas, pero luego empiezas a desear que existiera un sistema de habilidades más profundo.

 

Además de las mejoras en lo que respecta al combate, la gran innovación que aporta A.O.T. 2 es la vida social. Ahora podemos movernos por los barracones y por distintas localizaciones vistas en la serie, charlando con nuestros compañeros y tomando decisiones en función de lo que nos preguntan. Esto hará avanzar nuestra relación con ellos y lograr que nos hagamos amigos. He de decir que esta es una agradable manera de hacer avanzar la historia, pero le falta chicha, le falta haberse creído más el relato único del personaje anónimo que es nuestro avatar, así como su perspectiva particular.

 

Con todo, A.O.T. 2 es una versión 1.5 del original. Es indudablemente mejor, llega localizado a nuestro idioma, cuenta con un modo multijugador en el que podremos jugar con colegas matando titanes y el sistema de combate está mejor llevado que el primero, pero sigue siendo demasiado parecido a este en demasiadas cosas. Omega Force no ha tomado riesgos para esta secuela, puliendo solo un par de detalles y tomándose este juego como una nueva entrada a Ataque a los Titanes, como si no existiera el anterior. Eso no quita que el juego siga siendo entretenido, el mejor juego que existe sobre Ataque a los Titanes y que me lo haya pasado muy bien jugándolo, pero como le hayas echado horas al anterior se te va a hacer muy repetitivo muy pronto.

7

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