Analisis Agents of Mayhem ,XONE

Agents of Mayhem, la nueva criatura de los padres de Red Faction, Summoner y, por supuesto, Saints Row, ya es una realidad a pocos días de salir al mercado el próximo 18 de agosto. Con una nueva propuesta que se aleja unos pasos de lo que les hizo grande en Saints Row, la gente de Volition ofrece una bocanada de aire fresco que, lamentablemente, no acaba de funcionar del todo bien en todos sus aspectos, pero que a pesar de ello ofrece una jugabilidad potente y un estilo sólido para los fieles a la firma desarolladora. 

 

Lo nuevo de Volition bebe directamente de las fuentes del humor políticamente incorrecto y gamberro de Saints Row, y si bien se nota un descenso de los contenidos sexuales que ya les valió un tirón de orejas de la propia productora hace unos años, el juego sigue siendo tan loco, divertido y, en ocasiones, absurdo como el de la últimas obras de la compañía que nos llevaron a un Matrix de andar por casa y a convertirnos en dictadores de todo el Universo.

 

 

Aunque la cosa ha cambiado

Agents of Mayhem huye de la escalada de pandilleros de gueto a empresarios en Saints Row y nos presenta un juego cerrado en el que manejamos a un buen grupo de superhéroes: los agentes de Mayhem, una organización que lucha contra los malvados planes de LEGION y que opera en todo el mundo con sede en Seúl, Korea del Sur. Su directora, Persephone, es una misteriosa mujer que parece tener un oscuro pasado. 

 

Doce son los miembros de Mayhem que podremos controlar en el juego, cada uno con sus armas, caracteristicas, habilidades y debilidades propias. Desde una arquera indú hasta un soldado ruso convertido en hombre de hielo, una marine estadounidense o una capitana pirata redimida, Agents of Mayhem nos anima a elegir tres personajes de su catálogo y usarlos en las partidas pasando de uno a otro en cualquier momento mientras aniquilamos horda tras horda de enemigos. 

 

 

Un sandbox diferente

Agents of Mayhem bebe de fuentes como Crackdown, Overwath e inFAMOUS, y el resultado es un sandbox diferente a lo que la compañía nos tiene acostumbrado que se acerca más a la parte Matrix de Saints Row IV pero con algunos peros. Por un lado, desaparece la maravillosa verticalidad pura del citado juego con unos personajes que pueden alcanzar grandes alturas pero no con la sensación de libertad de Saints Row IV, inFAMOUS o Crackdown, por ejemplo. Por otro, la importancia de los vehículos queda a ras del suelo, lo que hace que se eche en falta una mayor ocupación del espacio aéreo que ya en su momento instauró GTA San Andreas. 

 

Otra cosa que se echa en falta es la libertad de acciones que nos hablen más de los agentes. Sí, todos tienen sus misiones propias que vienen acompañadas de peliculillas de dibujos animados en la línea de animación de superhéroes que nos animan a profundizar en sus vidas. Lejos de esto, no hay momentos en los que los veamos ser ellos mismos, con lo que se pierde ese punto de cotidianeidad que ya parece obligatorio en el género.

 

 

Por último, y siendo un sandbox dedicado por entero a la acción frenética y a la evolución de sus personajes, también echamos de menos unas subidas de nivel más roleras y no basadas en una serie de mejoras que equipamos y que nos obligan a elegir qué deseamos potenciar con unas mejoras que nos hablan de 'mejora mucho, mejora poco' pero no incluye datos ni estadísticas con las que poder valorar lo que mejor viene para cada ocasión. 

 

Agents of Mayhem se muestra así como una nueva forma de Sandbox que pone el punto fuerte en su acción frenética y en la posibilidad de elegir entre 12 personajes muy diferentes y carismáticos, y pasar de uno a otro a toda velocidad para dejar descansar a los heridos o aprovechar sus habilidades únicas cuando lo ocasión lo requiera, dando como resultado un shooter en tercera persona muy completo en el que también hay vehículos y una gran ciudad por explorar.

 

 

Una ciudad de ensueño

Lo que más me ha gustado de Agentes of Mayhem es, junto al clásico sentido del humor de Volition y los 'Consejos de Mayhem' -unas secuencias en la que los personajes nos aconsejan cosas para ocupar los tiempos de carga- el diseño de personajes y de la propia ciudad. Una Seul que parece sacada de Tomorrow Land como ciudad del futuro se da la mano con una estética muy de cómic moderno y una población que parece decidida a vivir a tope sin importale lo que sucede a su alrededor. 

 

La Seúl de Agents of Mayhem es exquisita. Una ciudad establecida a varias alturas que me recuerda a cómo me explotó la cabeza en su momento el escenario de Crackdown y del primer inFAMOUS y que nos ofrece un mundo futurista con un especialmente cuidado diseño de vehículos robóticos y de desplazamiento que es, francamente, maravilloso. 

 

A los que como yo disfrutáis simplemente paseando váis a encontrar unos entornos en los que quizá haga falta más personas y algunos animalillos, pero que son una gozada de explorar y que además incluyen un buen puñado de coleccionables y mejoras ocultas en cofres junto a carreras, saltos, toma de bases, robo de negocios de LEGION y todo el catálogo de submisiones que suelen acompañar este tipo de juegos y que nos animarán a movernos fluidamente por la ciudad con el triple salto, las habilidades de trepar y el 'dash', un movimiento veloz que también podemos usar en las esquivas. 

 

 

Mejoras de todo tipo

El centro de operaciones de Mayhem es el Ark, una plataforma voladora que poco o nada tiene que envidiar a la de S.H.I.E.L.D. en Los Vengadores y en la que a falta de Nick Furia nos encontraremos a Persephone, Mixer, Góblin y todo el equipo que, como si esto fuera una serie de Netflix, se encargan de cosas tan variadas como las misiones, el armamento, los experimentos para conseguir nuevo equipo, los vehículos y un largo etcétera. 

 

De esta forma, podremos evolucionar casi todos los aspectos del juego a través de un montón de mecanismos que van desde la mejora de la propia Ark, que nos da acceso a diversas bonificaciones pasivas, hasta la evolución de personajes adquiriendo puntos de experiencia, desarrollando tecnología LEGION o construyendo armamento Goblin. Y lo mismo los vehículos, que iremos desbloqueando a lo largo del juego, y las skins tanto de personajes como de vehículos y armas, que pondrán las cosas 'más bonitas' según las vamos desbloqueando. 

 

 

Agents... Engage!

Agents of Mayhem se configura como un juego que sirve a la vez de parodia de Superhéroes y de videojuego de acción en el que la exploración existe en un segundo plano respecto a los tiroteos, sabotaje de bases enemigas y pequeñas secuencias animadas que nos cuentan una historia que, como suele pasar con la compañía, ni la propia Volition se toma demasiado en serio. 

 

El juego es trepidante y frenético, pero en ocasiones cojea cuando nos cansamos de disparar, disparar y seguir disparando. Tiene puntos enormes, como el diseño den general, la ciudad y los personajes, que debemos desbloquear a través de una serie de misiones que nos sirven para conocerlos, pero a la vez se echan en falta algunos elementos que ya damos por hechos y que hacen que el juego se centre demasiado en la acción.

 

 

Cuidado, el juego es muy potente y es una auténtica gozada recorrer sus calles en superdeportivo a toda velocidad o saltar de tejado en tejado aprovechando la agilidad de los personajes, pasando de uno a otro en pleno salto para propulsarnos o aprovechar las habilidades de trepar de cada uno; sin embargo, la cosa podría haber sido mucho mejor con algo más de sustento por parte de Volition.

 

Le pongo un 7,5 porque es notable y tiene muchos aciertos, pero me quedo con la sensación de que con un poco de esfuerzo podría haber conseguido una nota mucho mayor: un modo cooperativo que pide a gritos, un mayor balance a la hora de subir de nivel o la posibilidad de cambiar las armas de los personajes más allá de sus skins y propiedades podrían haber dado como resultado un título francamente redondo. Lamentablemente no ha sido así, lo que no quita para que nos encontremos ante un título tremendamente divertido que os hará disfrutar en las calurosas tardes de agosto.

 

¡Nos leemos!

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